SEPT

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Los años comenzaron a transcurrir en Teyvat, humanos nacieron, humanos perecieron, un ciclo que se repetía una y otra vez, donde la intervención de los dioses no llegaba y nadie esperaba que intervinieran, al menos, gran parte de la humanidad.

Los nuevos arcontes comenzaron a comprender el trabajo que debían desempeñar, mientras que los antiguos dioses mantenían la mirada en los eventos que sucedían en sus tierras. Barbatos, comenzó a comunicarse con dos familias fieles a él desde hace siglos, los Ragnvindr y los Gunnhildr, de los cuales, solo sus herederos podrían reunirse con el dios del viento, asi como tambien, el gran maestre de los caballeros de Favonius. Morax mantenía cierto régimen de visitas con el peliazul y los pequeños rubios, que a diferencia de los humanos normales, crecían muy lento pero con una gran inteligencia. Entre ambas naciones, se establecieron diplomáticos, la semi adeptus Ganyu y un diplomático de Mondstadt, o sea, un mortal. En cierto punto Venti quiso nombrar a uno a de los niños como diplomáticos pero Morax no le dio el visto bueno, explicando que aun era peligroso enviar a los pequeños ante la relación que mantenía como padres e hijos.

-En cinco días se realizara el rito de descenso en Liyue, por lo cual estaré ausente.

El dios del oro se encontraba en la sala de la finca de Barbatos, bebiendo un té como casi siempre, quien por su parte escribía en un nuevo cuaderno que creo.

-Aun no estoy de acuerdo por completo que Albedo y Dorian tengan el conocimiento de Rhinedottir, no es seguro por completo.

-Aunque los criamos nosotros y fueron creados de manera artificial, siguen siendo humanos, fuera de las visiones que le otorgaste a ambos, necesitan tener más poder para protegerse. 

-Podemos intervenir en el momento que estén en peligro, tú mismo lo dijiste.

-Lo sé, pero sé que un día ellos se pueden enojar, solo les daré lo que sea conveniente para ambos, no más que eso… vamos, no me hagas suplicarte más Zhongli.

Zhongli, el nombre que decidió usar el castaño o que, en realidad usaba el peliazul para llamarle en casa o el que usaban los niños, “Papá Zhongli”. En los últimos trescientos años, todo respecto al dios del viento permanecía tranquilo, de cierto modo, estaba tranquilo y cada cierto tiempo se reunía con su gente, tambien solía visitar Liyue con la escolta de Xiao, quien se habia mostrado más abierto en la situación de estar cerca de Venti y de los niños, que solía decirle hermano, aunque este explicara que no habia lazo sanguino de ningún modo. Preservadora tambien se acercaba al dios, quizás más por la curiosidad que otra cosa, además de llenar de regalos a los gemelos y explicarle sobre sus inventos, ambas partes ganaban.

-Zhongli… Yae Miko, la familiar de la actual Shogun me mando una carta.

-¿Qué? ¿Cuándo fue eso y porque hizo contacto contigo?

Beelzebu no le agradaba del todo, además de que fue la primera en ir contra la vida del menor cuando se supo de la corrupción de esté ¿Por qué la familiar de esta contactaría con Barbatos después de ello?

-Escribió que Beelzebu creó un muñeco, pero que ella no parece complacida con el resultado… me dijo, dijo que si deseo, puedo consérvalo aunque ella lo prefiere muerto en vez de tenerlo tirado en un templo. Yo, quiero tenerlo aquí, sea un muñeco títere o lo que sea, no debería morir y menos ser abandonado.

-Venti, no sé si sea factible eso o confiar en esa mujer, han pasado años desde que vi a Raiden pero sé que no esta en buenos términos con nadie.

Al ver la carita del menor triste, con un puchero claramente forzado, suspiro, estaba siendo demasiado atento con este pero por ahora era lo único que sabía hacer para mantenerle contento.

-Si realmente desean librarse de esa creación, enviare a Ganyu a Inazuma ya que mantiene mas contacto con esa mujer y espero que ella pueda traerlo… ¿Lo quieres tener aquí?

-Aun hay un par de cuartos libres, no sé si él acepte venir aquí y permanecer junto a nosotros, pero no se pierde nada.

-Si esa marioneta no accede a quedarse aquí, lo envió de regreso a Inazuma o yo mismo lo elimino ¿Entendido?

Venti cedió ante lo dicho, tenía en claro que Zhongli estaba siendo ya bastante permisivo solo con el hecho de mandar a una de sus familiares a Inazuma y tampoco quería causar problemas que luego arruinaran su imagen frente al mayor.

-Mamá, mamá, mira lo hice.

Un pequeño rubio con una diminuta trenza del lado izquierdo de su cabeza, se acercaba al dios del viento, llevando entre sus manitos una flor artificial, una pequeña del tamaño de una flor dulce.

-Dorian, mi niño es muy hermosa, que buen trabajo hiciste.

Barbatos se coloco a la altura del pequeño para tomar aquel obsequio, ya tenía más de una docena de esas pequeñas florcitas que el menor de los gemelos creaba. En los años junto a ambos y observando el crecimiento de cada uno de los niños, por una lado Albedo posee una mayor capacidad para comprender los libros de alquimia que le entregaba, mientras Dorian necesitaba ayuda de su hermano. Lo podía resumir a que uno tenía más capacidad que el otro en casi todo, pero Venti no era un dios que le diera tanta importancia a eso  y tampoco quería que Dorian se sintiera menos que su hermano, aunque a veces Morax no comprendía eso al solo llevarse al mayor con él a explorar, esos casos causaba pelea entre ambos arcontes.

-Ve con Gordi para que te de unas galletas y leche ¿Si? Luego le dile a tu hermano ¿Si mi niño?

-¡Sí!

Tranquilo y tras despedirse de ambos dioses, el pequeño se retiro hacia la cocina en busca del espíritu adeptico.

-Venti, ambos niños tienen ya como trescientos años.

-La estructura de ellos son diferentes a los humanos normales, crecieron poco y físicamente parecen niños de ocho años a pesar de la inteligencia que tienen. Aunque lleve  los niños hasta los dominios de preservadora de nubes, aun no han podido ir a Mondstadt incluso cuando voy… se que pronto crecerán rápidamente hasta una apariencia como la mía por lo cual quiero disfrutar un poco más el verlos tan pequeños.

Nuevamente, Morax dejo que Barbatos se saliera con la suya, en si quería esperar un poco mas hasta que su pareja anemo pudiera salir de la montaña sin tanta supervisión y tambien estar más al tanto de los movimientos de las otras naciones. 

-He visto varias cajas en la sala ¿Le has pedido algo nuevo a Tobi?

-No lo pedí, pero si lo trajo Tobi. El gran maestro de los caballeros de Favonius envió unas cajas con regalos, tambien sumando las cajas de esas familias nobles con las que me reúno.

-Seguramente hay vino ¿cierto?

-Pero no tiene nada de malo, es muy rico y lo he bebido durante muchos años, asi que nunca podre cambiarlo, se que  ti te gusta tambien… no beberé tanto frente a los pequeños, lo juro.

-Esta bien, no voy a restringirte beber, asi que no te preocupes ¿Entendido?

-Sí, ¡Gracias Zhongli!

Abrazarlo, pegarse al mayor o solo colgarse del cuerpo de este, el peliazul demostraba muchos tipos de muestras físicas hacia el castaño, pero habia una cosa que no hacía y si el mayor, besos en los labios. Después de la primera vez que beso los labios del menor, Zhongli noto que ese tipo de actos eran la mejor recompensa para Venti, hasta  el momento, incluso para calmar algún ataca de pánico que pocas veces sucedían.

Pero tambien lo hacía porque le gustaba besar a Venti, esos pequeños y rosados labios eran ya su postre favorito… aunque el tener todo el cuerpo del dios de la libertad a su merced, sería un postre aun mayor.

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⏰ Última actualización: Mar 26 ⏰

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