Cristiarito - Cortejo

283 54 5
                                    

Día 8 del kinkflufftober del grupo Mechoa

______________


Muchos dirían que Cristiano Ronaldo es necio y terco, pero él prefería el término de determinado, ya que una vez que tiene algo en mente no se rinde fácilmente hasta que lo consigue. Era muy competitivo, y gracias a su determinación siempre había ganado todo lo que se proponía.

En su mente no cabía la idea de rendirse hasta obtener lo que quería, y ese pensamiento lo tenía en la situación en la que se encontraba. Quizás alguien más en su lugar ya se hubiera rendido o quejado por la pérdida de tiempo, pero él no.

Llevaba casi todo el ciclo escolar pidiéndole, más bien dicho, rogándole al que estaba seguro que era su omega, que aceptará su cortejo, pero en cada una de sus oportunidades el omega se las había arreglado para rechazarlo de manera gentil. El omega pensaba que en poco tiempo Cristiano lo dejaría en paz, pero al contrario, el portugués se esforzaba aún más en sus detalles para convencerlo de que eran destinados.

Siempre que veía a su chico sonriendo cuando encontraba uno de sus detalles, lo tomaba como señal para no rendirse y continuar impresionándolo.

—Todo esto me recuerda a un capítulo de La Rosa de Guadalupe —comentó Carlos, el mejor amigo de Javier, al ver un obsequio más entre las manos del chico.

—¿Por qué?

—Trata sobre un tipo que está obsesionado con una chica y obvio no termina bien. En el transcurso de la historia, el acosador hiere a los que son cercanos a la chica, y después a su madre— explicó Carlos— ¡Ah!, además trata de secuestrarla mientras le dice que no lo puede rechazar porque el amor solo se da una vez.

—Definitivamente tienes que dejar de ver la televisión —Javier rodó los ojos.

—¿Y tú cómo sabes que el tipo no es igual? Lo has rechazado muchas veces y sigue insistiendo. Sí desaparecemos o nos encuentran heridos por ahí, ya sabes quién fue— advirtió seriamente.

—Cálmate Carlos, es solo un programa de televisión —dijo Javier aguantando la risa al ver tan serio a su amigo—. En televisión suelen exagerar mucho las cosas.

—Bueno, ya te advertí.

—Que no va a pasarnos nada, hombre, solo es un chico que no se rinde tan fácil.

—Y tú eres cruel con él.

—Ah caray, ¿y por qué? —preguntó extrañado.

—Sabes que le gustas muchísimo y parece que te diviertes rechazándolo.

— No estoy obligado a aceptarlo.

—Entonces deja de aceptar lo que te da y habla de frente con él para decirle que no te interesa y que te deje en paz.

—Pero me gusta lo que me regala, además sé que algún día de estos se cansará de ser ignorado y todo terminará.

Carlos ya no dijo nada, sabía que seguir hablando de eso con su amigo era casi como hablar con la pared. Ambos caminaron hacia el salón de clases y se fueron a sus respectivos asientos.

— Hola, Javi —saludó Cristiano lleno de emoción.

—Hola, Cris —respondió animadamente.

—¿Te gustó mi regalo? —preguntó con nerviosismo.

—La verdad no lo abrí, pero cuando lo haga y vea que es, te haré saber si me gustó o no.

Cristiano soltó un gran suspiró y tomó las palabras de Javier como una oportunidad más para seguir intentándolo.

KILIGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora