07

41 6 2
                                    

No éramos perfectos, pero estábamos cerca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No éramos perfectos, pero estábamos cerca...
Al menos hasta que puse todas nuestras penas bajo el microscopio.
Y todavía no puedo enfrentarlo.
Todavía estoy enamorado, si eso sirve de consuelo.

Dohyun lo ayudó a lidiar con Jungkook hasta llegar a una salida de emergencia, que al atravesarla dejaba ver unas grandes escaleras por las cuales no bajaba ni una sola persona, lo que lo hizo el lugar perfecto para tener una conversación privada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dohyun lo ayudó a lidiar con Jungkook hasta llegar a una salida de emergencia, que al atravesarla dejaba ver unas grandes escaleras por las cuales no bajaba ni una sola persona, lo que lo hizo el lugar perfecto para tener una conversación privada.

Empujando con dirección a las gradas al condenado alfa que no dejaba de destilar feromonas enojadas, se giró hacia Dohyun para darle las gracias, más ni siquiera pudo acercarse a su amigo unos centímetros cuando un gruñido a sus espaldas lo detuvo, y lo hizo sonrojarse de vergüenza y de rabia al mismo tiempo.

—¿Quién diantres te crees que eres, eh? —murmuró Jimin, fulminando a Jungkook cuando este le dirigió la mirada más resentida que sus redondos ojos pudieron hacer—. Jeon Jungkook... ¿Cómo carajos te atreves a gruñirme?

Jungkook no contestó, pero sus ojos seguían clavados en él, como si se estuviera conteniendo de decir todo lo que cruzaba por su mente.

—¿Estarás bien? —preguntó Dohyun, haciendo que Jimin dirigiera su atención nuevamente a él, y frotándose las sienes asintió—. ¿Seguro? Porque puedo quedarme...

Un nuevo gruñido.

Jimin estaba rezando a cualquier santo que le diera paciencia antes de cortarle el cuello a Jungkook.

—No te preocupes, Dohyunnie. Y gracias, pero conozco a Jungkook, así que puedo lidiar con él yo solo. —Despachando al alfa mayor hasta que este cerró la puerta, Jimin mantuvo la calma. Después de que Dohyun desapareció, una fuerza proveniente del mismo infierno lo invadió y se lanzó contra Jungkook.

Jungkook se levantó de las gradas para detenerlo, y Jimin, haciendo de sus manos dos puños, aprovechó la posición para golpearle el pecho con fuerza.

—¿Por qué estás furioso conmigo? —habló Jungkook cuando ambos se alejaron para mirarse a la cara—. ¡Lo único que hice fue defenderte!

—¡Cállate, no necesito que nadie me defienda! —Jimin se alejó de forma abrupta—. ¿Acaso estás loco? ¡Pueden expulsarte por lo que hiciste!

Letter - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora