Perdición | Toji Fushiguro × OC | +21

[Capítulo 3]

BUENOS DÍAS CARAS DE ALBÓNDIGA ¿CÓMO ESTAIS? ESPERO QUE BIEN, PORQUE SE VIENE CAPÍTULO LARGUÍSIMO, UN BESAZO MUAK.

Toji
Horas antes
♔

Estaba revisando mis mensajes privados mientras me tomaba un café en el salón. Esa misma tarde sería la reunión de padres y, aunque no me apetecía demasiado ir, lo haría por Megumi.

Hablando de Megumi, él acababa de entrar con un té negro en la mano. Se sentó en el otro sofá de cuero libre y sacó su teléfono del bolsillo. Siempre hacía lo mismo cuando quería evitar hablar conmigo.

«Vamos Toji, tú puedes»

-¿Qué tal ha ido tu segundo día? -me atreví a preguntar.

Él levantó la mirada de su móvil y entrecerró sus ojos, intentando averiguar si lo que acababa de escuchar había sido una alucinación o su padre preocupándose por él.

«¿Tan mal padre soy?»

Relajó sus hombros y volvió a mirar a la pantalla de su teléfono, mientras parecía estar escribiendo algo.

-Muy bien -se encogió de hombros. Su gesto favorito.

Aunque lo había dicho con pasotismo, noté cierto ápice de felicidad en su tono. Sonreí para mí mismo cuando todas las piezas encajaron en mi cabeza.

-Me alegro -admití.

Para mi sorpresa, Megumi dejó el móvil sobre la mesa que había en mitad de ambos sillones y comenzó a hablar.

-Me han enviado mi primer trabajo -resopló -. Tengo que ir mañana a casa de una amiga para hacerlo, así que no me esperes para comer.

-¿Qué tienes qué hacer qué, dónde y con quién? -espeté, asombrado de que mi hijo tuviera contacto femenino.

-Ya lo has oído.

Se me escapó una carcajada al ver cómo las mejillas de mi hijo se tornaban tan rojas como dos tomates.
Él escondía su rostro entre sus manos, con claro fastidio.

-Y dime, ¿cómo se llama mi futura nuera? -pregunté divertido.

-No digas gilipolleces -exigió -. Se llama Layla.

-Layla... -repetí en voz alta -Suena muy...

«Espera, ¿Layla?» Repetí su nombre varias veces en mi cabeza, intentando adivinar de qué me sonaba y solo tuve que recordar el cabello de la chica para unir los hilos. Cabello negro como la oscuridad en sí misma, postura inquebrantable y una decisión al caminar que pocos en este mundo tienen.

Era ella. La copia de Ciara Salerno, su hija, Layla Salerno.

Aún recuerdo el revuelo que hubo en toda Italia el día que esa chica nació.

Noticias
19 de septiembre de 2005

La reportera hablaba desde la puerta del hospital de Roma. Ciara había tenido ciertas complicaciones en el parto y la habían trasladado allí

-Ciudadanos y ciudadanas, me llena de felicidad poder ser yo la que transmita esta noticia. Nos confirman los médicos que nuestra querida estrella, Ciara Salerno, ha sobrevivido al parto -

A pesar de que su hija ya había nacido, Ciara tuvo que estar en reposo más de un mes y medio en el hospital. Lo sabía porque todos los mafiosos de Italia hicieron de todo en ese mes, robos, secuestros, asesinatos...

No se equivocaban al decir que Ciara era una estrella. Ella siempre nos paraba los pies.

Realmente era una molestia.