[EN CURSO, ACTUALIZACIÓN LENTA‼️]
Tras volver de una misión, Sasuke termina desmayado y con una fiebre alta, sin saber el verdadero motivo.
Sakura vuelve de su trabajo como es habitual, para encontrarse a su esposo enfermo y con cuatro versiones más...
Nos sentamos en la mesa, Naruto hablaba con Sasuke -adulto-, mientras Sakura estaba con la Hyuga poniendo la mesa.
Por su parte mi yo menor estaba jugando con la hija de Naruto, Himawari creo que se llama.
Ahora, tenía un mini dobe molestando a mi alrededor, haciendo preguntas y queriendo que le enseñemos técnicas.
— Así que, según mi papá ustedes se escaparon de la aldea, no es así?— Preguntó.
— Hmp— Soltó mi yo de 15.
— ¡Boruto, deja de molestarlos! No están aquí porque quieran así que lo que menos podemos hacer es dejarlos en paz— Dijo mi hija. Quiero decir... Sarada.
— Vamos Sarada, ¿acaso no te da curiosidad saber que es lo que sucedía en esa época? ¿Y que nos enseñen algo?— Dijo el rubio susurrando, pensando que no lo íbamos a escuchar.
— Yo... Tsk— Se retiró de la mesa y se dirigió a hablar con la esposa del dobe.
— Ahora que se fue, entre nos, ¿enseñenme algo sí? Juro que seré un buen alumno— Dijo mientras hacía un puchero y ojos de cachorro. Patético. Digno del hijo del dobe.
No dije nada y me levanté de mi asiento.
— ¡Eh! No me dejes a mi con esta cosa — Reclamó mi otro yo.
Luego de un rato pusieron la comida en la mesa, al principio estuvimos en silencio, pero como siempre alguien tiene que salir a molestar.
— Así que, ahora que estamos reunidos, ¿por qué no nos cuentan anécdotas de su época? Nosotros estamos viejos y hay muchas cosas o momentos que se nos olvidaron— Rompió el silencio Naruto.
— Hmp— Se escuchó provenir de todos los que veníamos del pasado.
— Sin duda son el teme— Habló nuevamente el rubio.
— Cierra la boca idiota— Escuché hablar a mi yo adulto.
— Papá, ¿cómo fue tu primer beso?— Preguntó la hija menor del dobe.
De inmediato todos los involucrados nos atragantamos, mientras que Sakura y la Hyuga aguantaban las risas. Por su parte los menores nos miraban intrigados.
— Pues... Todo comenzó el día de nuestra graduación de la academia...— Comenzó a narrar Sakura.
— ¡NO!— Se escuchó el grito de los dos hombres que se habían llamar los shinobis más fuertes.
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