Cómo Dueles

Capítulo 3

CAPITULO 3

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No sabía cuánto tiempo había pasado, Betty se había quedado profundamente dormida, pero la vibración insistente del aparato que estaba a cerca de su mano la inquietó lo suficiente como para despertarla.

Abrió los ojos y pudo ver que se colgaba la llamada, la pantalla ya no mostraba nada pero estaba segura que le estaban llamando y se sentó en la cama para despejar un poco más su mente. La ventana le confirmaba que seguía siendo de día y que por tanto no había dormido más de una hora.

Su teléfono volvió a sonar, la vibración le recordó que Armando seguiría insistiendo y por un momento pensó seriamente en apagar definitivamente el dispositivo, pero miró la pantalla y se dio cuenta que no era su esposo, era Aura María quién la llamaba.

De la mujer desordenada y extrovertida que había sido su secretaria hacía 20 años quedaba muy poco, por qué Aura María con el apoyo de Betty había iniciado estudios en publicidad y mercadeo, que al cabo de un par de años le habían abierto la posibilidad de tomar un cargo como ejecutiva de la empresa.

Si algo había logrado Betty en Ecomoda con sus amigas, era ampliar sus horizontes y darles beneficios reales para su futuro. Y eso debía empezar por el conocimiento y la educación necesaria.

Con la llegada de las franquicias y el aumento de la producción, la empresa abrió nuevas tiendas por todo el país. Y después de confirmado el negocio con Fashion Group por dos años, Ecomoda había requerido además ampliar su planta de personal y eso incluía a los mandos medios.

La empresa había pasado por años de bonanza, una gran expansión gracias a sus nuevos socios y una participación en el mercado latinoamericano que solo había sido posible gracias a la visión de modernización de la planta que tuvo Armando en su tiempo como presidente y que como vicepresidente logró completar mediante la compra de una bodega contigua al edificio principal para ampliar Ecomoda.

El proyecto lo había propuesto él y finalmente con el apoyo e inteligencia de Betty para negociar, lo habían obtenido a un muy buen precio. Al culminar toda la expansión de la planta de producción al nuevo espacio, Armando había logrado triplicar la capacidad de producción de Ecomoda con una inversión totalmente segura y que la empresa recuperó en menos de un año.

Durante los primeros 8 años de su presidencia Beatriz se había esforzado muchísimo por contar con el mejor personal, la mayor calidad en los productos y la empresa no había dejado de cumplirle en producción a todas y cada una de las tiendas.

Betty sabía muy bien que los empleados felices se comprometen en el crecimiento de la empresa y eso era justo lo que necesitaba, así que esa había sido una de sus políticas desde que había asumido la presidencia de Ecomoda.

Aura María ahora era ejecutiva del área de ventas. Básicamente se había dividido esa vicepresidencia en dos y ella tenía la parte de las responsabilidades nacionales, mientras que la comercialización y ventas internacionales la tenía Marianna, por su manejo del idioma Inglés.

Hacía mucho que no era su secretaria, pero, en la realidad seguía siendo más que su asistente, ella era su consejera en casi todos los aspectos y era su amiga incondicional.

-¡Betty por fin me contesta mija!

-Hola Aura María, que pena con usted pero estaba dormida y apenas me acaba de levantar la vibración del celular.

-¿Betty por qué no vino a trabajar en la tarde? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde está usted? -le preguntó muy preocupada.

-Yo estoy bien Aura María, no se preocupe por mí, pero hoy no voy a ir más por la oficina.