Capítulo 5

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Advertencia: este capítulo tiene momentos fuertes, pero recuerden que es una historia Armetty y que hay una luz esperándolos al final del túnel 😉


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Armando trató de dormir esa noche, dio vueltas y vueltas en la cama pero lo despertó una horrible pesadilla en la que intentaba hablar con su esposa y ella definitivamente no quería escucharlo.

Los dos estaban de pie en la oficina de presidencia y él le rogaba que le creyera, llorando desesperado, implorando su perdón, pero nada de lo que le decía lograba convencerla.

Beatriz estaba furiosa, apenas y le dirigía la mirada, pero cuando lo hacía era para insultarlo y hablarle con desprecio.

-No quiero saber ya más nada de ti Armando, yo ya no creo en tus mentiras, quiero el divorcio.

-¿De qué estás hablando mi amor? ¡No puedes hacerme esto!

Entonces aparecía por la puerta de la sala de juntas aquella mujer, con su largo y ondulado cabello negro, su andar sensual y su macabra sonrisa que la hacía lucir como una sirena a punto de arrastrarte al fondo del mar.

, un nombre que desearía no haber conocido jamás. Aquel día en que se la presentaron durante la feria Colombiamoda del 95 en Medellín como una de las más jóvenes modelos revelación de Antioquia, lo último que se le pasó por la cabeza fue que estaría comprometiendo su futuro al engancharse con ella y seguirle el juego esa noche.

Junto a Mario Calderón y otras tres modelos más, siguieron la salvaje fiesta en un lujoso penthouse de uno de los hoteles más elegantes y exclusivos de la ciudad. El exceso de alcohol sumado a lo que él estaba seguro había sido alguna clase de droga estimulante, le dejaron recuerdos borrosos de aquella noche de rumba hacía ya 28 años.

Al medio día siguiente lograron despachar a las jovencitas. Tomaron un vuelo a Bogotá esa misma noche, con apenas cuatro horas de sueño y nunca más volvió a saber de ella. Ni de ninguna de sus amigas.

En su pesadilla la veía mucho más joven de lo que en realidad se veía actualmente, vestida de manera similar a cuando era una sensual modelo que apenas rondaba los 22 años.

La mujer que le sonreía con malicia, se le acercaba muy rápido al tiempo que terminaba de destruirle la vida llamándolo "mi amorcito" y tratando de agarrarlo.

Mientras tanto, Beatriz poco a poco se alejó de él hasta que simplemente llegó a la puerta de la oficina.

Armando se alejó lo mejor que pudo de la mujer, girando su cuerpo y escapando hacia un lado.

-¡Yo no tengo nada contigo! - le grito Armando enojado- No me digas así! ¡Vete de acá, lárgate de mi vida!

-Pero si la pasamos tan delicioso juntos Armandito, ven que yo sé cómo hacerte feliz...

Cuando la mujer se le acercaba a tratar de colgarse de su cuello y mientras que Armando trataba de alejarse caminando hacia atrás, Betty abrió la puerta principal para irse, pero del otro lado se encontraba ni más ni menos que Michel Doinel.

-Vamos mon amour, ya vine por ti -escuchó al tipo decirle a su esposa, al tiempo que ella le extendía la mano para tomar la suya muy sonriente.

-¡No Betty! ¡No te vayas a ir con él! ¡No puedes dejarme! -gritó Armando rogándole.

-Es lo que te mereces Armando, no me importa lo que hagas con tu vida, ya no te amo más, vete con esa mujer.

-¡Beatriz yo te amo a ti! ¡No me dejes por ese tipo! ¡Quédate conmigo!

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