un amigo un tanto extraño

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Territorio Kinkou/Atardecer

Gritos inundaban el lugar, lamentos y llanto de dolor, mientras que la criatura darkin Rhaast, ahora humano con poderes sobrenaturales, destrozaba todo

— Por favor ten piedad... — rogó una mujer

— Ups... — Rhaast dejó caer su guadaña sobre la cabeza de la mujer — ¿Lo siento que me decías dulzura? Oh ya te moriste que lástima

Todos corrían tratando de ocultarse del asesino, pero el era muy bueno en su trabajo

— Mierda, el cuerpo de esa chiquilla es muy débil, siento que me voy a desvanecer en cualquier momento

Debía ocupar otro cuerpo, algo fuerte, que mejor que su líder, un cuerpo masculino grande, lo ayudaría a vivir más tiempo. Arrastró la guadaña por el suelo dejando una línea de tierra, los niños que había tomado lo miraban aterrados

— No teman, Akali les dará un mejor futuro cuando termine aquí

Siguió su camino, pateando cadáveres que estorbaban su paso. El hombre que buscaba estaba dentro del templo con manchas de sangre, tratando de defender lo poco que aún le quedaba se su difunta esposa

— No seas patético, te casaste con esa vieja, y ahora morirás por ella— elevó el arma sobre su cabeza

— ¡Lo pagarás!

— Ay si si ya cállate que quiero tu cuerpo — clavó la guadaña en su pecho, haciendo que pierda la vida al instante

La magia oscura envolvió el cadáver y el actual cuerpo de Rhaast, este comenzó a reír y eventualmente su alma cambió de recipiente, ahora en uno más poderoso y fuerte, corrió a la entrada y tomó a todos los niños

— Terminé — dijo aparentando estar hablando solo

— Muy bien — una mujer de cabello negro y vestimenta ninja bajó del árbol

— Me gusta hacer tu trabajo sucio Akali — le entregó la guadaña

— No, quedatela no la quiero, no es mí arma favorita — miró a todos los niños, eran bastantes — Debo disculparme porque tuvieron que presenciar tal masacre, pero deben saber que es lo mejor para ustedes, su antigua líder era malvada, no merecía tal puesto, ahora postrense ante su reina, y todos serás recompensados

Por miedo los jóvenes obedecieron, el aura de Akali ahora era malvada y oscura, no podían reconocerla

— Vámonos — ordenó el Darkin

En el camino, los únicos que hablaban eran los adultos

— ¿Y tus vestidos?

— Se acabó la reina buena y dulce, ahora en más usaré mí antigua vestimenta, con la que podía asesinar sin ningún problema — respondió fría

— Me parece perfecto, no espero menos de mí portadora

— Hablando de eso — cambió de tema — Permanecerás humano hasta que se demuestre lo contrario, tu poder seguirá dentro de mí

Rhaast hizo una muesca de desagrado, no es que le guste mucho tener un cuerpo humano

— De acuerdo

un amor básicamente imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora