un amor básicamente imposible

traído desde la mismísima muerte

- tranquilo..mi nombre es.. -

La figura encapuchada se presentó ante todos, aquella duda que le había despertado a Kayn era si esta persona era la misma que los había defendido a el y a Akali hace un tiempo en el templo Kinkou, ya que estaba empuñando la espada de Akali, la cual clavó en el piso y se quitó la capucha

Zed: no puede ser..

Zed estaba perplejo, parecía que había visto un fantasma o algo parecido, era un hombre alto lleno de cicatrices y mayormente en la cara, tenía una masa muscular más grande que incluso la de Zed, que hasta ahora era el hombre más músculo de la orden, este se arrodilló al nivel de Kayn y tocó el cuello de la joven hasta que volvió a hablar

- mi nombre es Thano, soy el padre de Akali, la joven que tienes en brazos -

Kayn: pero estás muerto no es posible..

Thano: lo estaba, pero la esperanza y el sufrimiento de Akali hicieron que vuelva a vivir para apoyarla..ahora dame a mi hija, yo la sanaré *toca el filo del arma y empieza a brillar*

Kayn: y que harás exactamente, su herida es mortal

Thano: regresé de la muerte y dudas de mi?

Kayn: lo siento es verdad

Thano: si no vas a darmela déjala en el piso boca arriba *saca un cuchillo y se rasga la muñeca*

Kayn: que haces?

Thano: se necesita la misma sangre para salvar de la muerte a una persona *toma un poco de la sangre de Akali y la pone sobre el filo de la espada* te recomiendo cubrirte los ojos, el brillo que libera esto es cegador

Kayn: pasé por cosas peores

Thano: como quieres

Con un pergamino el hombre activó la espada y flujos de sangre empezaron a salir de esta, que unían a la joven y al hombre a ella, y el brillo que liberaba era cegador como decía el hombre, pero no para Kayn quien vio el paso a paso de como salvaba la vida de Akali, al parecer tenía experiencia en lo que hacía, la herida se cerraba y quedaba sellada en una cicatriz como si estuviera cosida, y cuando empezó a respirar normalmente este se levantó y caminó hasta el acantilado más cercano para perderse así entre los árboles

Zed: que fue lo que acaba de pasar?

Kayn: creo que sí mal no recuerdo un hombre que murió hace 18 años acaba de revivir y vino a salvar a su hija del mismo destino trágico que él tuvo alguna vez

Zed: al menos funcionó?

Kayn: está respirando normal, solo hace falta vendarla, yo me encargo de eso *se pone de pie y se la lleva*

Habitación de Akali

Kayn la recostó en la cama delicadamente y a su lado de sentó con un botiquín lleno de vendas, quitó su top y empezó a vendarla desde la cintura hasta el busto, generándole así una especie de remera, la herida que ahora era una cicatriz en el abdomen de la chica estaba cubierta por la venda, así la joven podría descansar, Kayn se acostó a su lado abrazándola mientras ella balbuceaba

Akali: hmm papi..*entrelaza sus piernas en la cadera de Kayn*

Kayn: je..ya me llamas papi..

Rhaast en su mente: no te está llamando papi a ti, debe sentir la presencia de su padre

Kayn: cállate!!

Cerré mis ojos un momento, y me dediqué a escuchar la respiración de Akali, parecía algo agitada y diferente, apretaba constantemente sus piernas y se movía levemente hacia los laterales