a dragon's magic - taegyu

VI: trato

— ¡Tú! — gritó el jinete con furia. —¡Tú! ¡Maldito cazador desalmado! ¡Cabrón de mierda! ¡Hijo de tu putísima madre! ¡Capullo! ¿Quién coño te crees que eres?

Beomgyu no podía dar mérito a lo que estaba pasando.

Pero Taehyun sí. Al ver el gran cuchillo en las manos del humano en frente de él, reaccionó y le pegó una patada, sacándoselo de la mano, para luego correr y empezar a liberar a su dragón cortando la red que lo encerraba.

Beomgyu estaba en shock, pero no iba a permitir que el jinete liberara su presa así como así.

Se levantó y le pegó una patada por la espalda, haciendo que Taehyun se tropezara y soltara el cuchillo. Beomgyu lo tomó, pero antes de acuchillar al dragón, el otro le tiró una piedra a la cabeza, noqueándolo.

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Cuando Beomgyu despertó, lo primero que notó es que estaba atado. La segunda, es que tenía un dragón a dos centímetros de su cara, mirándolo con curiosidad.

— ¡Aléjate, demonio! — chilló.

Cuando la disgustada bestia alada se alejó, pudo ver mejor el panorama.

A juzgar por el atardecer que pintó el cielo, habría pasado una hora y media desde que cayó inconsciente.

Luego lo vio a él.

Allí estaba el jinete, al lado de una fogata, cocinándose un pescado.

— Oh — exclamó al notar la consciencia de Beomgyu —, te despertaste.

—¡Tú! ¡Jinete de... de...!

— Dragones, sí.

— ¡Tú! ¡Montas dragones!

— Y a veces penes si me gustan lo suficiente los dueños — sonrió.

Beomgyu lo fulminó con la mirada. Ese tipo era desagradable.

— Suéltame.

— Quiero algo de ti primero.

— ¿Mi pene? — preguntó alarmado el cazador.

— ¿Qué? ¡No! ¿Por qué querría eso?

— No sé, tú dijiste que montabas penes además de dragones.

— Sí lo hago a veces... Pero no es lo que quiero.

—¿Entonces qué cojones quieres?

— Un trato.

Beomgyu levantó la ceja.

— ¿Qué clase de trato?

— Uno en el que salgamos ganando los dos.

El castaño dudó. ¿Qué quería este gilipollas?

— ¿De qué se trata, a ver?

— Necesito una prótesis de cola para mi dragón, ya que no volverá a volar si no la consigo. Pero mis herramientas están en mi casa y solo puedo llegar a ella volando. Por lo tanto, si tú me traes lo que necesito del pueblo, prometo que ni yo ni mis dragones volverán a saquear tu aldea nunca más.

— Suena tentador, pero olvidas que en ese caso me quedaría desempleado.

— ¡Ay, por favor! Si de pequeño siempre fue tu sueño ser un cazador de dragones, eres lamentable. Es tu oportunidad de ser lo que realmente quieres ser.

Beomgyu pensó. Siempre había soñado con ser psicólogo. Le gustaba mucho escuchar a la gente y ayudarla como podía. Pero, no estaba convencido del todo aún.

Taehyun notó esto, así que dio su golpe final.

— Además, con o sin tu ayuda, crearé esta prótesis aunque me tome años hacerlo y apareceré en tu pueblo, con mi dragón vivito y coleando. Luego de tanta fiesta y festejo, sería un poco decepcionante para ti y tu familia ver que el furia nocturna sí sobrevivió al final de cuentas, ¿verdad?

A Beomgyu se le revolvió el estómago al pensar en la cara de Soobin si eso pasaba. Su hermano mayor jamás se lo diría, pero estaría decepcionado de él.

— Ya, ya. Trato hecho. Pero todo lo que haces con las herramientas y materiales lo harás bajo mi supervisión, ¿de acuerdo?

— De acuerdo, pero eso significa que estaremos un tiempo juntos, cazador. Construir una prótesis como esa lleva tiempo.

— No me importa.

— Bueno, bueno...

— Y tienes que prometer que también tú y tus dragones no saquearán ninguna aldea más, no solo la mía.

— Lo prometo.

Taehyun mintió ahí. Si su manada pasaba hambre, él robaría y saquearía hasta la última aldea del mundo. El cazador no tenía por qué saberlo.

— Entonces, ¿trato hecho?

— Sí. Trato hecho.

Ambos estrecharon las manos mientras decían esto.

— Me llamo Beomgyu, por cierto. Choi Beomgyu.

— Yo soy Terry.

— ¿Así te llamas?

— No, pero no te diré mi nombre real, cazador.

— Qué puto desconfiado de mierda.

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