XIII: agua, aceite y whisky

44 6 2
                                    


Taehyun se despertó con el rostro hundido en el pecho de Beomgyu y las manos de este se encontraban en la cintura del pelinegro. El jinete sonrió levemente mientras saboreaba el cálido contacto y llenaba sus fosas nasales con la fragancia de Beomgyu. Olía a bosque. Beomgyu se movió suavemente y, somnoliento, apretó su agarre en Taehyun y lo atrajo más hacia él. Luego, despertó.

La sorpresa y vergüenza que se hicieron presentes en la cara de Beomgyu al ver el fuerte agarre que ejercía sobre la cintura del contrario hicieron que Taehyun riera. El castaño se sentó mientras tapaba su cara con sus manos, escondiendo el ligero rubor que crecía cada vez más.

— Buenos días —susurró Beomgyu, aún sonrojado. Miró a Taehyun, que aún se encontraba riendo, radiante a pesar de haberse despertado hace unos minutos. Él sabía que era estúpido intentar recorrer aquel camino el cual solo lo podría llevar a un final, pero eso no evitó que su corazón saltara eufórico al ver la gran sonrisa y los afilados colmillos de Taehyun, o que aumentara su esperanza.

Esperaba que, tal vez, su historia tuviese un mejor final.

Beomgyu se levantó mientras agarraba sus cosas, confundiendo a Taehyun.

— ¿Ya te vas? —Taehyun quería pasar más tiempo con él.

— Sí. Mi hermano debe estar esperándome en casa — Beomgyu sonrió levemente. Quería salir de allí lo más rápido posible, antes de intentar cometer alguna locura, como abrazar al jinete o algo peor.

— ¿No quieres que desayunemos juntos? Sé hacer un pan exquisito, Bamgyu — y, joder, Beomgyu sí quería. Pero no podía.

— En otra ocasión, Tyunnie. Lo siento, adiós — y así como así, se fue bosque adentro, en dirección a su pueblo.

Taehyun lo vio partir, un poco preocupado y triste. Tenía miedo de haber incomodado a Beomgyu. Suspiró, mientras se metía en su campamento/cueva.

‿๑❀๑‿

La verdad era que Beomgyu se sentía horrible. Había abandonado a Taehyun y lo había dejado solo. Pero, ¿qué otra cosa podría haber hecho? ¡Entró en pánico! Ni siquiera recordaba en qué punto de la noche se aferró al pelinegro de aquella manera. ¿Tal vez fue cuando comenzaron sus pesadillas?

Porque, sí. Beomgyu tenía pesadillas.

En realidad, el castaño no sabía si llamar pesadillas a lo que él soñaba por las noches. Según la definición de "pesadilla" que había leído en un diccionario, una pesadilla es un sueño desagradable que produce angustia, miedo, ansiedad o terror. Lo que él soñaba no lo asustaba, sino que le generaba curiosidad.

Y más curiosidad le causaba el hecho de que estos sueños habían aparecido cuando conoció a Taehyun.

Cuando soñaba, primero estaba en total oscuridad y solo se podía escuchar la risa de su madre. Luego, el rugido de un dragón. Y para cuando finalmente podía ver algo, lo que veía era un jinete. Pero no era Taehyun, porque aquel jinete no llevaba su ropa ni su máscara y tampoco estaba montado en el furia nocturna, sino en un dragón totalmente desconocido para Beomgyu. Luego, despertaba.

Beomgyu no sabía lo que significaba. Y tampoco creía que estaba listo para saberlo.

‿๑❀๑‿

Las estrellas ya adornaban la hermosa noche y mientras marchaba al campamento del pelinegro, la luna era la única luz con la cual Beomgyu se guiaba por el oscuro bosque.

Probablemente sería la peor idea del mundo. Probablemente se arrepentiría. Probablemente arruinaría todo. Pero, con una botella de whisky en su mano diestra, Beomgyu no pudo encontrar mejor forma de compensar a Taehyun.

a dragon's magic - taegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora