XIV: la furia luminosa

51 6 4
                                    

Los tonos cálidos y preciosos que tiñen el cielo con sus matices de naranjas y rosas, una brisa juguetona danza sobre su piel, besándola con la delicadeza de la libertad. Todo esto ayudaba a reflexionar a Taehyun. Honestamente, lo que más quería y debía hacer en ese momento era reflexionar.

Bésame

¿Por qué no has intentado nada conmigo?

"Porque no puedo. Esto es diferente. Tú eres diferente. Quiero estar contigo, pero no puedo obligarte a que dejes todo lo que conoces, a tu hermano, a Kai, solo para quedarte conmigo."

Eso no te detuvo con Heeseung.

No me digas que no lo sabías, Taehyun.

"Sí, lo sabía. Casi matan a Toothless por ello."

Por mas que quisiera, Taehyun no podría haberse sincerado de esa manera, ni siquiera estando borracho. Era incapaz de romperle el corazón de aquella manera. Porque lo quería y bien sabía ahora que Beomgyu lo quería también a él. Pero también sabía que después de mostrarle la verdad, Beomgyu iba a querer seguirlo a donde vaya. No podía dejarlo abandonar todo solo por él.

Por otro lado... La idea de Beomgyu huyendo de Zyralan para seguirlo. La idea de por fin tener un compañero, uno humano. Se imaginaba a Beomgyu montando en dragón. ¿Cuál montaría? ¿Un pesadilla monstruosa, tal vez? ¿Un mortífero? El pelinegro estuvo intentando visualizar al castaño montando uno de esos dragones, pero negó con la cabeza. No, esa no era una posibilidad. Y menos cuando probablemente Beomgyu tenga un trauma con los mortíferos, gracias al último encuentro que tuvieron ellos dos con uno.

Su reflexión fue interrumpida por nadie más que Toothless, quien se acercó volando solo gracias al fuerte viento que creció de la ligera brisa de hace unos minutos en aquel acantilado.

— Te estás volviendo bastante bueno volando solo, ¿eh? — Taehyun sonrió, el dragón hizo un ruido alegre con la garganta. El jinete agarró un grande palo de un árbol derribado por allí. El dragón abrió sus ojos y sonrió — ¿Oh? ¿Esto es lo que quieres? ¿Quieres este palo? — el dragón saltaba, contento — ¡Ve y búscalo, anda! — lanzó el palo lejos y el dragón voló tras él.

— Como un perro — murmuró el pelinegro. Y de repente, al ver a su dragón volar, tuvo otra cosa por la que reflexionar: La gran mentira que le estaba haciendo creer a Beomgyu.

Le había dicho que cuando termine de hacer esa prótesis, se iba a marchar con su dragón para dejarlos a él y a su pueblo en paz. Pero, la verdad es que Taehyun había terminado su trabajo tres días después de conseguir la púa del mortífero. Normalmente se habría ido volando con Toothless para no acercarse nunca más a Zyralan, pero no pudo. No pudo irse. Fue extraño, cuando la idea de huir de Zyralan otra vez cruzaba por su mente, experimentaba una ola de desagrado por todo su cuerpo.

Estaba siendo egoísta. Solo Dios sabría si sus dragones en el Mundo Oculto lo necesitaba, a él y a Toothless. Pero, Taehyun había pasado toda su vida huyendo. No podía seguir haciéndolo.

— Entonces, ¿aquí vienes para huir de mí? — ahora, su reflexión fue interrumpida por una voz que muy bien conocía. Esa bonita voz que la noche anterior había pedido por un beso.

— Beomgyu — sonrió el pelinegro. El castaño se sentó a su lado —. ¿Cómo me encontraste?

— La pequeña llovizna que hubo en la mañana dejó todo lleno de barro. Solo seguí tus huellas y las de Toothless.

Hubo un momento de silencio, el cual, honestamente, sí fue un poco incómodo, hasta que Beomgyu habló.

— Mira, si te soy honesto, no me acuerdo de nada de lo que pasó anoche. Encima, fue mi primera vez bebiendo whisky, así que, si hice algo que te incomodara o algo así, de verdad que lo siento.

a dragon's magic - taegyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora