a dragon's magic - taegyu

XV: libertad

Allí, con el viento golpeando su cara, con todas las bellas vistas que podía apreciar, con un hermoso sentimiento de libertad creciendo desde su pecho, Taehyun se dio cuenta de lo mucho que había extrañado volar. Toothless parecía pensar lo mismo, pues sus ojos tenían las pupilas dilatadas. Símbolo de felicidad.

Pero por más que quisieran, hombre y dragón no podían estar todo el tiempo en el cielo. Debían bajar al suelo, ya que el hambre les había ganado.

Se dirigieron a su campamento y aterrizaron, aún con felicidad en el pecho.

Pero, el sentimiento le duró solo un poco más a Taehyun, ya que la última persona que hubiera deseado ver en ese momento lo había visto.

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— ¡Beomgyu, espera! ¡Puedo explicarlo, de verdad!

—No me expliques nada, Taehyun. Deja de seguirme.

El pelinegro perseguía con prisa al castaño a través del frondoso bosque, pero gracias al cansancio que se apoderaba de Taehyun debido al paseo por los aires que había anteriormente, Beomgyu llevaba la delantera.

— ¡Beomgyu, por favor! ¡Déjame explicarte! — pero el cazador seguía caminando, con su mirada fijada hacia delante. No podía llegar al pueblo, Taehyun no podría seguirlo hasta allí.

Pero para la suerte del jinete, él era, justamente, un jinete de dragones. Toothless apareció corriendo detrás y Taehyun saltó arriba suya velozmente. Se elevaron en el aire y el dragón agarró al castaño desde sus axilas sin previo aviso, elevándolo en el aire a él también. El furia nocturna lo dejó en la copa de un árbol más alto que el resto, sin prestar atención a los fuertes reproches y gritos del cazador.

— ¡Dragón de mierda! ¡Mentiroso! ¡Bajadme de aquí arriba! — gritó Beomgyu con notable enojo.

— ¡Debes escucharme primero!

— ¡No voy a escuchar nada de lo que tengas que decirme!

— ¡Entonces, no hablaré! Deja que te muestre y luego hablaremos mejor, ¿sí? — el pelinegro extendió su mano izquierda hacia el castaño, y este, con algo de duda, la tomó y se subió al lomo del furia nocturna, atrás de Taehyun.

Toothless gruñó levemente al sentir el peso de Beomgyu, pero Taehyun le pegó débilmente en la oreja, reprimiéndolo.

— Ahora, bájame — Toothless gruñó otra vez al escuchar la orden de Beomgyu.

—Toothless, bajemos del árbol suavemente, ¿vale? — habló Taehyun, dulcemente.

Pero se ve que el dragón tenía otros planes, porque abrió las alas y empezó a volar con rudeza, elevándose cada vez más y más, provocando los gritos de auxilio de Beomgyu.

— ¡Toothless, ya está bien! ¡Reptil inservible! ¡Necesitamos que le guste esto! —gritó Taehyun, pero sus palabras parece que dieron un efecto contrario, porque Toothless empezó a dar giros en el aire. El castaño empezó a gritar más desesperadamente. — Esto es por lo de la furia luminosa, ¿verdad? — el dragón gruñó enojado.

— ¡De acuerdo, lo siento! Voy a escucharte —gritó Beomgyu. No pudo evitar abrazarlo por la espalda. —. Solo dile que se calme, por favor.

Parece que el dragón escuchó las palabras del castaño, ya que empezó a volar con más suavidad. Por la sorpresa del repentino cambio de velocidad, Beomgyu soltó a Taehyun.

Ahora que el ambiente estaba calmado, Beomgyu abrió los ojos por primera vez desde que se montó en el dragón, y lo que sintió fue hermoso. La brisa golpeaba su cara; pero no de forma violenta, sino refrescante. Toothless se movía serenamente, permitiendo al castaño apreciar las vistas. El cazador alzó una mano, intentando alcanzar una nube. Se rio ante la humedad y el frío en su palma.