Odio los domingos, no hay un día que me parezca más triste que un domingo, y todavía es más triste si el día anterior salistes y cuando llegastes a tu habitación no pudistes dormir en tu cama y terminastes durmiendo en el descansillo, como me pasó a mi.
— De verdad, lo siento. Pensé que te habías venido ya y por eso no te esperamos— se excusa mi compañera mientras se tumba a mi lado en mi cama.
— No importa.
—¿De verdad? — insiste—Es que me siento muy mal al saber que viniste andando desde tan lejos.
—No vine andando.
—¿No? —sacudo la cabeza—¿Y como viniste?
—Me trajo Kyle.
Término de decir la frase y se levanta de la cama como si del exorcista se tratara para mirarme con los ojos como platos. —¿Qué le pasa?—.
—¿De verdad te trajo a la residencia?
— Sí ¿Por qué te sorprende tanto?
— Porque él no deja que nadie se monte en su moto si no es él o su hermano— se vuelve a tumbar en mi cama— A mi ni siquiera me ha dejado acercarme.
—Que raro.
—Raro no es, ya que tu eres...
Cierra la boca asustada como si hubiera cometido un error y eso hace que incorpore con curiosidad esperando a que me lo cuente.
—¿Yo soy qué?— pregunto — ¿Por qué siempre tengo la sensación de que me ocultas algo?
—Yo...tú...
Me quedo esperando a que termine la frase pero como si fuera obra divina tocan a la puerta de la habitación.
—¡Voy yo!
Se levanta como un rayo para abrir la puerta y entra Owen chorreando agua por todos lados.
Me giro a mirar por la ventana, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba lloviendo, bueno más bien diluviando, parece que en cualquier momento se van a inundar las calles.
—Hola chicas — dice quitándose la sudadera que gotea a mares para dejarla en el cesto de la ropa de Lizzy— Venía a buscarte para ir a comer con mis padres.
—Mierda, la comida. Se me había olvidado— maldice— Bueno no importa, siéntate que me arreglo y nos vamos.
—Lizbeth...
Intenta refutar Owen pero lo calla con un beso y en ese momento es cuando se me vienen a la mentes los recuerdos con mi novio haciendo que un sentimiento de tristeza se instale en mi pecho.
—Cinco minutos, te prometo que no tardo más.
Owen se gira a mirarme con cara de aburrimiento, como si tuviera que vivir esto todos los días.
— ¿Qué tal Kiry? — se sienta en la cama de Lizzy— Perdona por lo de ayer, no sé en qué estábamos pensando.
— Yo creo que si se en lo que estaríais pensando— me río y él baja la cara rojo.
—Lo siento .
—No importa, al final me trajo Kyle.
— Espera ¿Kyle te trajo?— me mira sorprendido,—¿Pero qué tiene de sorprendente?— Qué sorpresa.
Cuando voy a preguntarle el por qué le parece raro ver si él me da más información de lo que iba a decir su novia antes, ella ya aparece vestida y maquillada, lista para irse.
— Ya estoy—agarra el bolso y se acerca a despedirse con un abrazo que acepto y sale corriendo de la habitación— ¡Adios!
Me debato entre salir a dar un paseo para relajarme o ponerme a estudiar o adelantar temario que todavía no hemos empezado, y al final acabo inclinándome por la segunda opción.
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Notas de amor
RomanceKiara, una chica de la que se cree que es normal y corriente sin secretos, conoce a un chico con un pasado tormentoso y con muchos secretos bajo sus tatuajes. A ella le es imposible no sentirse atraída por lo que oculta su mirada y aun teniendo paj...