16. una amistad recién formada

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El cuarteto llevó al gran grupo de gatos gigantes al reino de los gigantes, quienes al ver gatos a su escala se enternecieron como nunca, cada uno quería un gato. Y así fueron adoptandolos uno a uno hasta no dejar uno sin hogar. El reino de los gigantes se llenó de ronroneos, y estos como agradecimiento por aquella sorpresa no esperada les dieron una canasta llena de oro (tamaño normal para los humanos).

Rey gigante: ¿Podrían decirme de dónde consiguieron tan maravillosa horda de gatos?.

Kurama: del reino de los gatos, todas las autoridades de todas las regiones del reino nos dieron permiso de traer a todos los gatos gigantes.

Rey gigante: gracias, les iré a dar un regalo de amistad.

El rey de los gigantes fue al reino de los gatos a darles un pescado gigante, al principio todos se asustaron, hasta todos los altos mandos lo hicieron, pero al ver la gran oferta se emocionaron como nunca aceptando la nueva amistad entre los reinos.

Ya al saber sobre la mueva amistad del reino de los gatos y el de los gigantes. El grupo emprendió su viaje de regreso mientras haru comía porque el caminar tanto le dió hambre.

Stefano: eso se sintió tan bien, aunque... me pregunto ¿Qué habrá pasado con los nanatsu no heroes como para que no pudieran venir a salvar a los michis?.

Kurama: bueno, solo akiho podrá respondernos eso, y para eso, ¡Hay que volver a la taberna!.

Unas horas más tarde

El grupo llegó por la tarde, akiho estaba dormida sobre michio ya que esta lo habia mimado hasta dormirse, kurama fue con ella y la cargó al entrar vió su reloj dejando la cesta de oro en el lugar del reloj.

Kurama llevó a akiho a la cama, arropandola, dejandole su reloj al costado besandole la frente. Para luego salir de la taberna, bajarse de michio y gritar:

Kurama: ¡Kyoka! *grita emocionado*.

Kyoka: ¡Capitán! *grita kyoka*.

El duo empezó a hacer un saludo de manos que llevaba un ritmo y rapidez singular.

Latsu: que saludo.

Challe: *sale junto a la cesta de oro* ni se les ocurra empezar a golpearse, akiho está durmiendo, además... tengo una duda capitán.

Kurama: dime *termina el saludo con un apretón de manos doble*.

Challe: ¿De dónde sacó esta cesta con oro?.

Kurama: el rey de los gigantes quedó encantado con los gatos gigantes y nos dió oro como recompensa, además gracias a eso, hicimos que hicieran una linda alianza.

Challe: bueno, esto va al presupuesto de la deuda *entra en la taberna*.

Kurama: cuando akiho despierte, celebraremos este logro, porque aquí no se excluye a nadie.

Haru: ¡Si!, ¡Otro festín!.

Latsu: tu no te cansas ¿Eh?.

Haru: el día en que pase o no soy yo, o me enfermé.

Latsu: es bueno saberlo.

Stefano: gracias por haberme ayudado a salvar a esos michis.

Kurama: *suelta las manos de kyoka acercandose a stefano* de nada, se veia que querías hacerlo, no podía negarte mi ayuda, a la familia se le ayuda.

Stefano: haru, ¿Cómo te sentiste tras haber ayudando a todos esos michis?.

Haru: que por fin puedo estar en paz.

Stefano: ¿Cuanto tiempo llevabas queriendo ayudarlos?.

Haru: mucho, verdaderamente mucho tiempo.

Stefano: ¿Y por qué no lo dijiste hace 84 años?.

Haru: lo hice, pero el capitán dijo que lo haríamos luego de solucionar algo importante, y nos empezaron a perseguir asi que no se pudo.

Stefano: ¿Por qué nos dividimos?.

Continuará

nanatsu no magicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora