Mi luna

2

Lucius se estiró sobre la gran cama, como había extrañado eso, amaba a su cama más que a su propia vida, una sonrisa pintó sus labios, abrió los ojos poco a poco y lo primero que vió fue una mirada gris idéntica a la suya.

-¡Aguamenti!- de pronto un chorro de agua le daba justo en el rostro

-¿Qué te pasa?- saltó de la cama y tomó su varita apuntando a su propio hijo quien no se dejó intimidar y también lo apuntó con su varita de prácticas-¿estás loco?

La habitación se abrió de forma abrupta dejando ver a un Remus agitado con un mandil sobre sus ropas

-¿Qué está pasando aquí?

-¡Este monstruo me mojó!

-¡Es que estaba sucio!, además, me dijiste que lo despertara y bañara, hice ambas.

Remus se llevó la mano al puente de la nariz, era muy temprano y no había tomado su taza de chocolate.

-Dragón, te dije que lo despertaras y le dijeras que tome una ducha mientras yo preparo el desayuno.

-¿Estás seguro?- preguntó el niño- creo que escuché mal- se encogió de hombros caminando elegantemente hacia su papá castaño- ¿ya podemos desayunar?

Lupin suspiró ante su niño caprichoso, Draco usualmente no era así, a menos que estuviera siendo respaldado por Sirius, ese Black convertía a su tierno niño en un desastre, claro que Sirius era por definición un desastre.

-Ve a lavarte las manos, Severus y los Black llegan pronto.

-¿Iremos por mi varita hoy?

-¿Ya te llegó tu carta de Hogwarts?

-No...

-Entonces no, ve a lavarte.

El pequeño rubio obedeció saliendo de la habitación siendo vigilado por sus dos padres

-¿Cómo calmas a la fiera?- preguntó Lucius secándose la cara y cabello

-Es un buen niño, no sé cuál es el problema contigo.

-¿Me estás diciendo que yo soy el problema?- Remus se encogió de hombros- y a todo esto, ¿por qué te llama papá?

-Lo he cuidado todo este tiempo y bueno...- se rasco el cabello y a Malfoy le pareció de lo más tierno ese gesto- mi.. el lobo lo reconoce como suyo.

Ahora las mejillas del castaño estaban rosadas, Lucius se permitió verlo con detenimiento, Remus seguía siendo hermoso, el cabello peinado pero de aspecto natural, sonrisa cálida y vestimenta cómoda, había extrañado esa visión por años.

-¿Y yo sigo siendo tu luna?- preguntó sin siquiera proponérselo sonrojando se en el camino

-¡Si!, digo no, bueno es que...yo no...

Le pareció tan adorable que sus manos picaban por tocarlo, no se dió cuenta que lo hacía hasta que sus ojos se encontraron en una mínima distancia.

-Lucius...

-¡Alto ahí, Malfoyado!.

-¡Chucho!, deja que arreglen sus problemas solos- la voz de Snape se hizo paso por toda la habitación.

-¡Pero está tocando a Moony!, no puede tocarlo hasta que le pida matrimonio.

Remus ahora tenía el rostro tan rojo como un tomate

-Black, Severus, ¿qué hacen en mis aposentos?

-Mantener a Moony puro y casto, por supuesto- respondió Sirius sin vergüenza.

-Sirius, por favor, ellos tuvieron sus encuentros en Hogwarts- soltó Snape tomando de una de las orejas a su pareja y sacándolo de ahí mientras lo seguía riñendo.

-Yo... iré a darle de comer a nuestro hijo- susurró Lupin antes de salir prácticamente corriendo de la habitación.

Lucius se limitó a reír en voz baja, claro que amaba la idea de tener una familia con su primer amor.