Mi luna

5

Momento Lucimus

Lucius pudo apreciar como Remus se movía por la cocina, tan familiarizado con todo, dejando a los elfos únicamente la limpieza de la mansión.

Desde su regreso, Lucius admiró la forma en que Remus había cuidado de su casa y de su hijo, se imaginó que siempre había sido así, pero ambos sabían que había mucho dolor de por medio para fingir que nada había pasado.

Lucius había ilusionado a Remus en su último año pero es que en verdad quería tener el valor para enfrentar a su padre, quería poder ser libre de amar a quien quisiera, pero se acobardó al final y terminó cediendo a un matrimonio arreglado, su suerte le había hecho casarse con una de sus amigas, en ese momento fue honesto con Narcissa y le dijo que su corazón siempre estaría con Remus, ella había aceptado y respetado eso, su relación se basó únicamente en charlas de amigos y siguiendo su buena fortuna, lograron quedar embarazados al primer intento.

Luego todo se complicó y la guerra estalló.

La tierna sonrisa de su hijo fue lo único que lo mantuvo cuerdo en Azskaban.

Pero ahora estaba ahí, listo para enmendar sus errores y aprovechando que su hijo, quién a veces precia odiarlo estaba muy feliz aprendiendo de pociones con su padrino.

-Remus, ¿me permites unas palabras?

La sonrisa cálida del licántropo le hizo imitar la acción.

-Por supuesto, ¿de qué quieres hablar?, espera- la sonrisa desapareció- ¿quieres que me vaya, cierto?

-¿Qué?, no, nada eso, esta...esta es tu casa, tuya y de Draco, yo soy el que creo que está de mas

-No digas tonterías, es tu hogar ancestral- Lucius solo pudo pensar que su ronrisa era lo mas hermoso que había visto- yo, bueno, tuvimos algunos problemas para que Draco se acoplara y hace unos años, vino aquí y pidió quedarse, no podía negarle eso pero tampoco lo iba a dejar solo, así que me mudé con él e hicimos algunos ajustes conforme crecía, supongo que es eso de lo que quieres hablar, pero yo nunca tomé el dinero de la bóveda, Severus al ser el padrino es el que me daba lo necesario para cubrir las necesidades de nuestro dragón y...-su parloteo fue detenido por unos fuertes brazos que lo rodearon de forma sorpresiva.

-Nuestro dragón, me gusta como suena- las mejillas de Lupin adquirieron un tono rosáceo-escucha, solo quiero darte las gracias por haber cuidado tan bien de nuestro niño y también te debo una disculpa, por haber sido un completo imbécil en el pasado, nuestra historia no terminó bien..

-Lucius, no es necesario..

-Si lo es, déjame hablar, por favor- Remus asintió sin querer mirarlo a los ojos- fui un cobarde, te lastime y te juro que esa no era mi intención y no puedo hacer nada para cambiar el pasado, pero puedo hacer que nuestro futuro sea lo que siempre quisimos- dejó de sostener al castaño y se arrodilló frente a él, cosa que un Malfoy nunca hacía- Remus John Lupin, ¿te gustaría ser mi pareja y criar a nuestro hijo juntos?

Remus había sido herido y lastimado en el pasado, pero desde que se hizo cargo de Draco todo había cambiado y ahora la vida le daba otra oportunidad para poder tener la familia que siempre quiso, a veces, en la soledad e su habitación, recurría a aquellos recuerdos del rubio y él en la torre de Astronomia y las mazmorras pero al parecer ya no debía seguir soñando.

-¿Lo dices en serio?

-Por mi vida que jamás te volveré a defraudar, entonces ¿qué dices?

-Está bien, seamos una familia, Lucius.

-Seamos una familia, mi amor