Eres lo único que me importa en el mundo (Asta x Tn)

Cap 3

Narra Tn

Al día siguiente me desperté. Me dirigí a la sala y ví que Asta estaba en la terraza. Lo ví por la ventana y él también me vió. Entró a la casa y me sonrió.

Asta : Buenos días Tn.

Tn : Buenos días para ti también.

Asta : Te hice el desayuno.

Tn : No hacía falta.

Asta : No es molestía. Yo no descuido de mis huéspedes.

Tn : Está bien - dije un poco deprimida -

Asta : ¿Qué te pasa?

Tn : Nada. No me pasa nada.

Asta : Ok.

Me comí el desayuno que me hizo. Sí que sabe cocinar bien.

Asta : Si no tienes nada que hacer, ¿me podrías acompañar al mercado?

Tn : Está bien.

Fui a mi habitación y me arreglé.

Ya lista, me dirigí a la puerta, donde Asta me estaba esperando.

Caminamos por la ciudad. Aunque, los señores de los puestos de comida querían regalarme de sus productos. Asta se reía de la situación. Adoraba verlo reír y sonreír. Me llevó a una heladería y me compró un helado de (s/f).

Asta : De verdad que esos hombres te regalaban de todo - dijo sonriendo -

Tn : Pero no era para que te rieras - dije haciendo un puchero -

Asta : Perdón.

?? : ¡Tn-chan!

Tn : ¡Tío Faust!

Faust : No esperaba verte aquí.

Asta : ¿Quién es?

Tn : Ah. Asta, él es Faust, un amigo de mis padres. Tío Faust, él es Asta.

Faust : Encantado - dijo estrechando la mano a Asta -

Asta : Igualmente - correspondiendo a su saludo -

Entonces, Faust me lleva a unos metros lejos de Asta.

Faust : Dime Tn ¿Él es tu novio 😏?

Tn : ¿¡Q-q-qué t-t-te hace p-p-pensar eso!? - dije tartamudeando, pero en el punto de vista del Tío Faust, parecía un tomate. Estaba roja como la sangre -

Faust : Vamos Tn. No puedes negar que él es apuesto. Además, si esperas mucho, otra te lo va a quitar.

Tn : A veces te odio - dije susurrando y dirigiendo mi mirada hacia otro lado -

Asta : ¿De qué están hablando?

Tn : De nada >//∆//<

Asta : Ok.

Faust : Y Tn.

Tn : Dime.

Faust : ¿Puedes venir conmigo un momento?

Tn : Está bien.

Acompañé al Tío Faust a un callejón cerca ¿Qué querrá?

Faust : Oye... tus padres...

Tn : Ni me lo recuerdes - dije con ojos de trauma y mi rostro estaba apagado -

Faust : Debieron de haberme echo caso esos dos. Si lo hubieran echo, nada de esto habría pasado.

Tn : ¿Eh?

Faust : Ten - me entrega una carta - Tus padres me la dieron para que tú la leyeses por si pasaba esto.