1. Despertar

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"¿Por qué?"

se preguntó mientras su mirada se perdía en el techo alto de una habitación que era muy familiar para ella. De pronto, un dolor sordo le atravesó la cabeza, era tan agudo que la luz de la habitación aumentaba su malestar.

Cerrando los ojos, trato de regular su respiración en un intento de aliviar las nauseas que la invadieron por las fuertes pulsaciones en su cabeza.

No se suponía que sintiera nada, no se suponía que estuviera allí.

-¡Séptima señorita!-escucho que la llamaban frenéticamente, era una voz conocida.

Entreabriendo los ojos, logro vislumbrar una silueta femenina.

-¡debe apresurarse, el sexto joven maestro está molestando nuevamente al octavo joven maestro!

Aquellas palabras solo lograron acrecentar su malestar, pero también accionaron algo muy dentro de su inconsciente, que la obligo a ponerse en pie y arrastrarse a tropezones fuera de la habitación.

-¿Dónde están?- pregunto mientras sus letárgicos pensamientos, se ponían al día con sus acciones.

¿Acaso a quien buscaba era esa persona? ¿pero quien era esa persona? Por alguna razón sentía que nada de eso debía ser posible.

-En el pabellón marcial-fue la respuesta que obtuvo. Mientras sus pasos se volvían más apresurados.

"porque tiene que ser tan lejos" pensó con desesperación.

Un rodeo, dos vueltas a la izquierda, tres a la derecha hasta que lograron llegar a un extenso patio, que debían cruzar y que por su extensión se percibió eterno. Al otro lado de este se encontraba el salón marcial, donde entrenaban tanto los jóvenes de la familia principal como los de la rama secundaria.

No tan rápido como le hubiera gustado, llegaron al umbral del salón marcial, cuando logro atravesar la entrada la vista que la recibió fue muy caóticas, los discípulos se encontraban dispersos por todas partes, y algunos formaban un círculo ambirando lo que sucedía dentro, mientras otros mostraban su descontento y preocupación, pero en medio de tantas expresiones de pensamientos y emociones lo que predominaba era el caos y mucho, mucho ruido, tanto que le era difícil enfocarse en lo que estaba buscando, en quien necesitaba urgentemente encontrar.

Llevada más por el impulso y la urgencia se arrojó al circulo de personas, para, entre tropezones y empujones, llegar al centro de este donde su hermano estaba siendo brutalmente golpeado por su primo mayor.

Ante aquella imagen una serie de recuerdos aleatorios recorrieron su mente.

Era Yee Huan, la séptima señorita de la familia principal Yee, y ese que esta siendo golpeado era Yee Dalai su amado hermano menor.

Pronto, se arrojo sobre su primo Yee Bao, con tal impulso que arrojo a su sexto primo lejos de Yee Dalai, quien se encontraba inconsciente en el suelo.

Yee Bao, que fue tomado por sorpresa se encontraba en el piso siendo golpeado por Yee Huan, quien estaba sentada a horcajadas dando pucho tras puño embravecida, sin dar señales de ser la delicada séptima señorita de la rama principal de la familia Yee.

Golpe tras golpe la cara de Yee Bao se fue deformando por la hinchazón, había tratado de quitarse a su prima menor de encima, sujetando una mano, para luego ser golpeado por la otra, su fuerza no era pequeña, y una vez que se enfocaba en un objetivo era difícil hacerla cambiar de opinión, y esta vez no sería diferente, por lo que todos sus esfuerzos para sujetarla fueron infructuosos, aún más cuando decidió que lo más seguro era cubrirse para que su rostro dejara de recibir tanto daño. Pronto su brazo derecho estuvo fracturado, y faltaba poco para que el brazo izquierdo corriera con el mismo destino.

De pronto, una fuerte presión abrumo el salón marcial, justo a tiempo para que Yee Huan no siguiera fracturando partes del cuerpo de Yee Bao.

Ante una presión del cuerpo endurecido, era normal que los discípulos no pudieran moverse, y Yee Huan no era la excepción, solo se encontraba en la sexta capa del establecimiento del Qi.

Como pudo Yee Huan se levando y cayo de rodillas junto a su primo que se encontraba casi inconsciente; su respiración era agitada debido al esfuerzo que tuvo que hacer al inmovilizar y maniatar a Yee Bao. Su cuerpo temblaba, no sabia si era por la presión o por el cumulo de emociones que estaba sintiendo.

-¡¿Qué crees que estás haciendo Yee Huan?! -era su segundo tío Yee Jin, quien desplazo su mirada de desaprobación sobre ella y luego sobre los discípulos dispersos por el salón marcial-Todos retomen el entrenamiento-retiro su presión- Yee Bai, recoge a tu hermano y llama al doctor para que lo revisen.

-¡Tu Yee Huan Iras al Salón de la ley!¡tú conducta es reprochable para una joven señorita de la familia Yee!

Mirando a su hermano inconsciente Yee Huan Protesto.

-¡Tío, mi hermano fue agredido por mi sexto primo!

-¡hay otras maneras de resolver las cosas! ¡ahora obedece o tendré que ordenar que te arrastren!

Sabiendo que su tío era parcial, a Yee Huan no le quedo otra opción que bajar la cabeza.

-Tío, por favor permite que primero arregle que atiendan a mi hermano- Suplicó Yee Huan con humildad.

-Bien, pero luego deberás ir al salón de la Ley- Replico su tío aparentemente magnánimo.

-Agradezco al segundo tío por su comprensión.

Yee Huan se levantó, camino hacia su hermano, miró a su criada que aun estaba petrificada por la situación y pidió. -Li Yuan, por favor ayúdame a llevar a mi hermano a nuestro patio. 

LA MALDICIÓN DEL JOVEN MAESTRO Y EL VIAJERO DEL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora