LA MALDICIÓN DEL JOVEN MAESTRO Y EL VIAJERO DEL TIEMPO

14. Tensión familiar en la casa del esposo.

Yee Huan estaba preocupada por las heridas de Huang Gui, quien había quedado inconsciente hace pocos segundos. Le preocupaba la angustia que él había manifestado al verla entrar en contacto con su sangre, es más, ella misma se sintió un poco desconcertada al ver como su cuerpo al estar en contacto con la sangre de Huang Gui, la absorbía.

Sabia Por Huang Gui, que había una característica que podía ser dañina en su sangre. Por eso, cuando dejaron su sangre en los anillos dejados por Yee XenXen decidió hacerlo en privado. Pero mientras su sangre estuvo en contacto con la de Huang Gui no pudo encontrar nada preocupante, por lo que de momento desestimo cualquier preocupación y se entro en lo mas importante en aquel momento que era la seguridad de su esposo.

Lo recostó momentáneamente sobre el suelo mientras abría el hanfu negro que vestía Huang Gui, capa tras capa hasta llegar a su pecho desnudo, con la escasa iluminación podía ver una gran apertura al costado de su pecho del que emanaba sangre en abundancia, se veía bastante profunda, debían actuar con prontitud,

Mientras examinaba a Huang Gui, llegó Mo Rui, su rostro estaba cubierto por una máscara, que impedía ver su sorpresa al ver a Yee Huan consciente y examinando cuidadosamente el cuerpo de Huang Gui.

Al sentir la presencia de Mo Rui, Yee Huan ordeno:

-Hay que buscar un médico.

Apenado, Mo Rui, Aún desde la distancia, alegó.

La sangre de mi señor es extremadamente nociva, no puedo pedir ayuda, y aunque pudiera la familia Huang no lo permitiría.

Yee Huan entendió las implicaciones de estas últimas palabras.

-Mi señora, debe tomar este antídoto, es algo que creo mi joven amo, enlentecerá los efectos nocivos de su sangre.

Yee Huan tomando precauciones, tomo lo que se le entregó, luego tomó a Huang Gui en brazos y lo llevó a la habitación que compartían. No sin antes pedir a Mo Rui unas vendas, agua caliente, así como aguja e hijo.

El ver a Yee Huan Cargar con su joven maestro era algo que en otras circunstancias podría llegar a resultar cómico, solo esperaba que su señor no se enterara de aquello.

Sin detenerse a pensar más en aquello Mo Rui procedió a cumplir con las demandas de su señora con prontitud.

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Huang Gui se encontraba acostado en la cama, su respiración era lenta y pausada, ya no era la pesada que había tenido cuando llegó a la mansión Huang.

Sus Heridas habían sido lavadas y cocidas por Yee Huang, quien también había lavado su cuerpo y cambiado su ropa.

En la Habitación ya no quedaban residuos del veneno en su sangre, y a petición de Mo Rui las ropas manchadas de sangre habían sido incineradas por Yee Huan. Para después proceder a incinerar las propias que también estaban manchadas de sangre y proceder a darse un baño, luego, agotada se recostó junto a Huang Gui, al principio velando su sueño, pero posteriormente, el sueño la venció y descanso junto a su esposo.

A la mañana siguiente, Huang Gui, quien sintió como si hubiera sido arrastrado, pisoteado y maniatado por una bestia demoniaca, se removió levemente, pero antes de siquiera abrir los ojos, los recuerdos de la noche anterior llegaron a él, mientras el miedo lo invadía y una sensación de angustia se apoderaba de él. Por lo que antes de poder analizar su entorno, se levantó angustiado, despertando bruscamente a la persona que descansaba su cabeza sobre su hombro.

Ante un movimiento tan brusco, en su estado, era natural que un dolor agudo se presentara en el costado izquierdo de su pecho, donde estaba herido, pero aquello no le importó, solo quería encontrar a Yee Huan, debía ayudarla, posiblemente estuviera agonizando por el veneno en su sangre.