Hailee
La corriente que pasa por todo mi cuerpo cada vez que nuestros se mueven, hace que la temperatura se eleve más de que mi cuerpo puede aguantar. La ropa comienza a molestar en mi cuerpo y como una parte en especial se comienza a humedecer.
La sincronización de nuestros labios, la rapidez de mi corazón y la forma en la que me temblaban las piernas, era algo que nunca había sentido, siempre estaba metida en problemas, pero nunca en uno así, donde mis sentimientos y corazón podrían salir totalmente heridos.
Y el solo pensamiento hace que todo se enfríe.
Mis manos que antes se aferraban al cabello de su nuca, son las misma que hace que lo separe de mi.
—¿¡Qué haces?! —podía sentir a Gaia histérica.
—Espera...espera... —sus brazos rodeándome me hacia difícil separarme de él.
—¿Qué pasa, Lee?
—Sera mejor que nos vayamos a dormir, es demasiado tarde, y mañana hay escuela. —me termino por separar.
—Lee...
—Estoy algo cansada, buenas noches.
Cameron
—Dom, ¿A caso hice algo mal? —siento como algo dentro de mi duele.
—No logro entenderlo tampoco. No logro comunicarme con Gaia.
Aun puedo sentir el calor de su cuerpo contra el medio, y de repente, simplemente se alejo de mi. Esta acostumbrándose todavía, es eso. No hay nada de que preocuparse.
Con ese pensamiento me voy a la cama.
(...)
Me evita.
Ella me esta evitando, y no sé por que demonios lo hace.
Estábamos bien... ¿verdad? Nos estábamos besando, eso significa que nos gustamos. Entonces, ¿Por qué no puede verme a la cara?
—¿Cameron? —siento el peso de una mano en hombro. —Hombre, ¿estas bien?
—Tom, ¿Cómo sabes que cosa le molesta a Abby?
—¿Qué? —se muestra confundido. —Bueno, preguntándole, obviamente. ¿Hiciste enojar a Hailee? Hermano, eso fue rápido. —bromea.
—Ese es el problema, estamos bien, muy bien, y de repente ella simplemente me a puesto la ley del hielo.
—¿Seguro que no hiciste nada para que se molestara?
—La estaba besando, ¿cómo eso puede ser motivo para que me ignore? Le he estado dando vueltas al asunto, pero no logro encontrar el hueco, simplemente ella se alejo de mi y hoy ni siquiera me ha visto a la cara.
—Debes de hablarlo con ella. Y hablarlo en serio, recuerda que recién esta en este mundo de hombres lobos, y aunque parezca que se lo tomo de muy buena forma, no quiere decir que no se sienta insegura en algunos casos.
—Gracias, Tom.
Dylan
—¿Qué mierda estas diciendo? —la miro incrédulo, no puedo creer que enserio este diciendo eso.
—Es que, piénsalo, Dylan, no le gusto porque soy yo, le gusto por todo el rollo de pareja destinada, pero no porque le gusta Hailee Millers, la chica que se mete en problemas cada dos por tres.
—Lee, no puedes decir eso, aunque no quieras esos sentimientos van a crecer, te lo digo porque—.
—¡Pero yo ya no quiero que crezcan, Dylan! —noto como sus voz flaquea. —A penas si lo conozco, y siento que ya no puedo durar un día sin verlo, y eso no esta bien. Quiero poder decir a quien quiero amar, y no a quien una diosa quiera.
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The Golden Forest
Lobisomem-Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está, juguemos en el bosque mientras, el lobo no está, ¿El lobo está? -solamente se escuchaba el silbido de viento, viento que de alguna manera desde el principio de esta aventura, me ha llevado justo dond...