Am i falling in love?

Capítulo 6

No podía trabajar.

Joder, le era imposible.

Rusia estaba a 6.640 km de distancia.

Y, aun así, se estaba quedando embobado con su cara.

Eran las nueve de la noche, hora canadiense. Y no podía dejar de observar el rostro de Rusia al otro lado del teléfono.

Le había puesto triste que Rusia hubiese vuelto a tener pesadillas. Más aún, al ver la cara del ruso empapada en lágrimas.

En cuanto había conseguido que se durmiese, Canadá había esbozado una sonrisa, y se había quedado embobado, mirándole.

Bueno, y la idea de tener una tarde productiva e irse a dormir temprano se había ido con sus patitas a la basura.

Ver de pronto al ruso tan calmado, con una expresión tranquila en su rostro...

-Канада...-murmuró entonces Rusia, al otro lado del teléfono.

Por un segundo, Canadá pensó que Rusia se había despertado. Pero se dio cuenta de que el eslavo seguía dormido. Sin embargo, se movía en sueños, y parecía querer abrazarse a la manta...

Entonces Rusia volvió a murmurar su nombre, mientras abrazaba la manta con fuerza.

¿Estaría soñando con...? Canadá tenía dudas, pero pensó que Rusia podía estar buscándole, de alguna forma...

-Пожалуйста, Канада, не уходи... (Por favor, Canadá, no te vayas...)-murmuró entonces Rusia.

¿Qué estaba diciendo? Lo único que entendía era su nombre.

-Спасибо, Канада... (Gracias, Canadá...)-murmuró.

Canadá alzó una ceja. No entendía bien que sucedía, pero sabía que el ruso estaba soñando con él...

Entonces, Rusia sonrió en sueños...

-"It's going to kill me with tenderness (Va a matarme de ternura)"-pensó el canadiense.

No pudo contenerse, y se quedó otras dos horas mirándole, notando que no podía para de sonreír...

Joder, parecía un psicópata...

Canadá suspiró. El sueño comenzaba a vencerle, mientras se tumbaba en su cama, y apagaba el teléfono...

Tenía tantas ganas de volver a ver al ruso...

...

Las semanas pasaban, y, antes de que nadie se diese cuenta, pasaron siete meses...

Los hermanos de Rusia estaban muy sorprendidos. Su hermano mayor podía pasarse horas, hablando por teléfono, y, últimamente, sonreía mucho. Incluso reía. La primera vez, que Ucrania le escuchó reír, se cayó de culo al suelo, y entonces vio a su hermano hablando por teléfono.

Sin embargo, todos tenían muy claro con quien hablaba su hermano...

Canadá

Lo sabían, pues Rusia decía su nombre en las conversaciones. Y porque Bielorrusia lo había dicho.

Sus hermanos pensaban: ¿Y si Rusia se ha enamo-?

No, no podía ser...

Entonces, ONU proclamó una reunión de países en Rusia.

Cuando lo anunció, Rusia fingió que no estaba saltando de alegría. Llevaba mucho tiempo queriendo enseñarle al canadiense su país, y esa era la oportunidad perfecta.

Se emocionó tanto que hasta fue a recogerle al aeropuerto.

...

Rusia trataba de visualizar al canadiense entre la multitud. Entonces, un gorro de mapache de color marrón apareció entre la multitud. No podía ser otra persona.