CAPÍTULO 14

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Durante el camino esta recordando todo lo que debía hacer en con el colisionador mientras escuchaba música con los auriculares que me creó Miguel para intentar relajarme. Mi instinto arácnido me advirtió que el metro se detuvo y ya llegué a mi destino. Salí de inmediato y me colé en unas obras que estaba cerca de la empresa que tenía el colisionador. Tuve que subir a una grúa para saltar y para llegar al edificio. Estaba por hacerlo hasta que recibí un llamado de Miguel.
- ¿Cuál es el problema O'hara? – pregunté un poco molesta – Estoy a punto de comenzar con la misión.
- Santos, acabo de detectar que dentro del edificio hay varios sujetos que tiene una condición muy peligrosa que no consigo identificar – dijo serio – mantente alerta.
- Lo sé, de hecho, me apuesto que me topare con guardias simbiontes.
- ¿Qué? – exclamó – ¿Alchemax también trabaja con simbiontes?
- Aunque no lo creas Alchemax aparte de crear una máquina capaz de destruir nuestros universos, también les encanta investigar y modificar con los simbiontes. La verdad, mi araña fue creado en este lugar – le explicaba mientras trataba de dar un gran impulso para llegar a la azotea del edificio.
Ese impulso hizo que llegara a la azotea y de un puñetazo rompí la puerta, baje rápido las escaleras mientras Miguel seguía preguntando.
- ¿Tu araña que te mordió pertenecía a ese lugar? ¿Cómo?
- No tengo tiempo de explicar de ese tema – dije molesta mientras me ocultaba de un escuadrón que estaba vigilando en un pasillo con unas armas hechas de electricidad – Tamare, saben que voy a intervenir
- ¿Necesitas ayuda? – pregunto él
- No, no necesito ayuda – me queje mientras me presente ante ese escuadrón.
Les lancé varias telarañas en sus rostros y les inmovilice pegándolos con mi telaraña en las paredes del pasillo, me fije que uno de ellos tenía una tarjeta que permitía abrir las puertas automáticas.
- Dame esto – dije mientras cogía la tarjeta de ese tipo.
Abrí la puerta y debía seguir avanzando y enfrentando a un montón de guardias que solamente llevaban armas. Hasta que conseguí llegar a la sala de control, que se podría presenciar que al frente de la sala estaba el colisionador, solo había cuatro personas trabajando que fueron fáciles de detener. Tras inmovilizarlos puse en marcha a PARÁSITO e hiciera su magia.
- Esto estuvo papaya – dije mientras presenciaba como PARÁSITO estaba encriptando todos los comandos.
Mientras contemplaba que casi estaba por completar el virus a la máquina, mi instinto arácnido me advirtió que dos guardianes simbiontes estaban por atacarme lanzándome mesas, los esquive de inmediato y se los devolví.
- Causas, por favor eso es manera de dar la bienvenida a vuestra amiga Spider-Venom – dije burlonamente
Los dos simbiontes gruñeron y estaban dispuestos atacarme, me fijé que PARÁSITO terminó de dañar la función de la máquina lo quité antes que ellos lo tomaran. Ambos simbionte transformaba sus manos en cuchillas mientras yo las esquivaba. Tenia que también destrozar el colisionador así que me las ingenie que ambos simbiontes destruyeran el lugar.
Mientras estos trataban de alcanzarme yo también trataba de atraparlos y liberar a los huéspedes, es decir, aquellos que son víctimas del simbionte. Yo sabía cómo quitárselos y cómo deshacerme de ellos. Mostré mi sonrisa simbionte ante ellos y transformé mis extremidades en dos grandes guadañas y los clave en sus abdómenes. Los lance por la pared de la máquina haciendo se dañará más la máquina.
Contemple como esos simbiontes destrozaron cierta parte de la maquina, mi instinto arácnido me advirtió que un científico activaría un sonido superior a los decibelios, me puse rápido los auriculares y contemple como los dos simbiontes estaban retorciéndose de dolor. Aproveche ese momento para arrancarlos y liberar a los huéspedes, tome a un simbionte, aunque ya no estuviera conectado a su huésped me gruño, pero yo me lo devoré. De igual manera acabó el otro simbionte siendo devorado por mí. Cuando termine, cargue a las víctimas del lugar y di varios golpes drásticos a la máquina.
Aunque estuviera ayudando a los huéspedes del control de los simbiontes uno de ellos se atrevió a golpearme en mi rostro, los tiré al suelo. Ellos estaban en mi contra a pesar que yo los liberé, solamente los envolví en telarañas. Estaba por irme del lugar hasta que me llamó Miguel.
- Santos, ¿has detenido el colisionador? – preguntó muy serio
- Pues… - estaba por responderle hasta que la máquina empezó a derrumbarse provocando un gran ruido – si lo he detenido y esta roto.
- ¿Lo has destruido? – exclamó Miguel sin poder creérselo
- No mencionaste que no debiera destruir la máquina. – justificaba mi acción – Además creo que era necesario para evitar que lo activen otra vez.
Miquel parecía que iba a decir algo en contra, pero se quedó callado.
- Bueno, tú misión esta cumplida
- No. Aún no he terminado mi misión.
Se quedó confundido, le expliqué que debía ir a los laboratorios de Alchemax para destruir toda la información del colisionador y también debía buscar a una persona que seguro estaba retenido en contra de su voluntad. En eso mi instinto arácnido me advirtió que estaba a punto de ser atrapada por otros guardias y salí de inmediato del lugar.
Me quedé por un momento en una azotea mientras hablaba con Miguel.
- Santos, seguro sabrás dónde está esos laboratorios – preguntó serio
- Lo sé, están en las afueras de la ciudad – le respondí mientras estaba columpiándome en los edificios. – se que parece una locura, pero esta empresa le encanta hacer experimentos inhumanos donde nadie puede oír.
Me moví muy rápido y estaba alejándome de la ciudad y ya en cuestión de minutos estaba llegando a las afueras donde es todo bosque y solo debía seguir la carretera. Mientras seguía columpiando en los árboles y Miguel me volvió a comunicarme.
- Santos, ¿dónde estás? – me empezó a preguntar.
- Aún en el bosque – le respondí – me queda un gran largo camino para llegar a este lugar.
- ¿Porqué tu araña estaba en Alchemax? – preguntó
- Pues… la empresa tenia como proyecto la modificación genética de arañas… entre ellas estaba mi araña conocida como araña modelo 300. Que fue creado por el doctor Smith. Yo estaba en Alchemax porque mi instituto organizó una excursión en visitar sus instalaciones –
- Ese tal Doctor Smith ¿fue él que te ayudo a detener con el colisionador?
- No solo él sino también un amigo suyo, el doctor Oxford. – le explicaba mientras me detuve para escalar en un árbol para ver la seguridad de los laboratorios – El doctor Oxford, fue él que sabía todo del colisionador y se lo informó al Doctor Smith, pero parece que esta retenido en ese lugar.
- Espero que tengas cuidado. Dentro del edificio detecto que hay varios sujetos que tiene una condición muy peligrosa y son muchos, seguro serán simbiontes – dijo Miguel mientras estaba viendo el edificio de los laboratorios de Alchemax
- Ya estoy totalmente acostumbrada a enfrentarme a simbiontes y como deshacerme de ellos.
Hice un gran impulso con dos tiras de telaraña que fuera como un tirachinas con el fin de llegar a una ventana entreabierta. Fue un gran salto que aterrice en la pared que estaba al lado de esa ventana. Abrí sigilosamente la ventana que por fortuna la habitación estaba vacía no había nadie.
En ese lugar había un montón de archivadores lleno de papeles y un montón de pantallas apagadas. Estaba por echar un vistazo hasta escuchar a alguien acercarse al lugar. Subí al techo y me quedé un rato pegada, entraron dos científicos que comentaron que el colisionador estaba totalmente destruido y sabían que yo estaba detrás de dicha destrucción.
- No sé cómo se enteró Spider-Venom sobre el colisionador. Pero todo indica que fue culpa de Oxford. Nuestro proyecto se a detenido. – comento uno que era muy mayor y esbelto.
- Creo que al final de cuentas si era necesario tenerlo encerrado junto con las demás bestias. – dijo el otro científico que era chaparro. –  Espero que podamos volver a construir el colisionador.
Eso me molestó escuchar eso, pero sabía que el Doctor Oxford estaba vivo y podía rescatarlo. Debía de encontrarlo para que me ayudase a borrar toda la información de la máquina. Salí de la habitación aún pegada en el techo, me moví por los pasillos del lugar hasta encontrar dos guardias que estaban llevándose una persona que supuestamente era un espía. Los seguí para que me indicaran donde estaba el Doctor Oxford. Ellos se dirigían en lo más bajo de las plantas de los laboratorios de Alchemax. Cada vez que bajaba parecía que había menos luz y daba algo de escalofríos además que se podía escuchar golpes donde había un montón de simbiontes ahí retenidos. Los dos guardias encerraron al espía en una celda donde tenían retenido un Simbionte sin pasajero. En cuestión de segundos los detuve y los noquee, saquee al espía y me devore al Simbionte para que no cayera en manos enemigas ni a otra víctima.
- Spider-Venom ¿Cómo has entrado? – preguntó el espía
- No tengo tiempo de explicaciones ¿Sabes dónde está el Doctor Oxford? – pregunté mientras metí a los guardias en la celda.
- Seguramente esté aquí – dijo el espía indicándome que lo siguiera – También lo estoy buscando y a otras personas que han sido silenciadas.
- Así que todos sabías el riesgo que supondría activar el colisionador. – dije mientras miraba en cada celda donde podría estar Oxford.
- Sabíamos el riesgo y muchos queríamos dimitir, pero eso supuso un riesgo – me explico mientras me ayudaba a encontrarlo.
Había un montón de simbiontes encerrados junto con su pasajero, pero más estaban siendo dominados por el simbionte.
- Spidey lo encontré – dijo el espía, aunque pude ver una cara de preocupación.
Me acerqué a la celda donde estaba y adentro vi a Oxford estaba luchando constantemente con el simbionte que tenia dentro. Le ordené al espía que abriera ya que sería fácil sacárselo ya que no perdió el control ante el ser. El obedeció mientras yo entré a la celda.
Agarre el cuerpo de Oxford y saque a regañadientes al simbionte que tenía unida era muy escurridizo y no paraba de moverse, aunque no pudo escapar cuando al fin me lo devoré.
- ¿Doctor Oxford? – pregunté para saber como se encontraba él porque no todos sobreviven cuando les quitas el simbionte de su cuerpo.
- Spider-Venom – dijo entre cortado el científico e indicó que se encontraba bien – gracias por quitármelo. Casi me controla.
- Spidey los que están retenidos también son otros científicos que estaban en contra del colisionador – dijo el espía mientras ayudaba a levantarse al doctor Oxford.
- Son muchos y hay algunos que parecen que perdieron el control así mismo. – dije mientras analizaba la situación y pensando como liberarlos. – ustedes ¿Podéis hacer un ruido superior a los decibelios?
- Pero ¿Eso no te matará a ti también? – preguntó preocupado Oxford por mi petición.
- Tranquilo, Oxford. Tengo esto – señalaba mis auriculares. – Liberarlos a todos y haced ruido - ordené mientras me puse los auriculares.
Los dos científicos fueron a la sala de control de las celdas de todos los simbiontes con su pasajero. Yo estaba preparándome para lo que iba a venir. Ellos ya tenían listo el ruido y para liberarlos de su celda. Me dieron la señal y salieron los simbiontes y en ese momento escucharon el ruido, aunque no podía escuchar pude ver cómo se retorcían de dolor y aproveché el momento de liberarlos y comerme a los simbiontes. Cuando acabe con todos los dos científicos detuvieron de hacer ruido y fueron ayudar a sus compañeros liberados.
Muchos estaban desconcertados y adoloridos, pero cuando me vieron se dieron cuenta que estaban a salvo.
- Todos tenéis que salir de aquí en cambio yo tengo un asunto pendiente con Alchemax con respecto al colisionador para que no lo vuelvan a crear.
- Déjanos ayudarte – dijo Oxford – estamos en deuda contigo y queremos ayudarte en esto.
Acepte su ayuda del grupo de científicos que libere. Ellos me guiaron a la sala de los ordenadores para activar a PARÁSITO. Durante ese camino he tenido que enfrentarme un montón de guardias normales y retenerlos. Cuando al fin llegamos saqué a PARÁSITO y empezó a cargar y destruir toda la información del colisionador. Los científicos estaban creando unas bombas para destruir el lugar y poder escapar.
Tras terminar de cargar tuvimos que salir de la sala y salir de los laboratorios de Alchemax, aunque se dieron cuenta que los prisioneros se escaparon y que yo estaba acechando. Los científicos pusieron una bomba en la sala de ordenadores que al salir estallo. Seguíamos moviendo el grupo de científicos dejaban bombas por todo el lugar mientras yo les ayudaba a detener la seguridad e intentando buscar una salida hasta llegar la cafetería. Retuve la entrada en poner varias mesas en la puerta. Los llevé a la terraza, aunque miré que la altura era mortal así que debía de crear una especie de tobogán echa por telarañas que llegase al suelo.
- ¿Es seguro? – preguntó uno con los nervios de punta
- Yo voy primera – dijo una científica que decidida bajó al tobogán de telarañas
Sus compañeros miraron como ella descendía y llegó sana y salva. Todos se animaron a descender del tobogán. Mientras yo debía de supervisar y ver que no llegarán más escuadrones de seguridad y como llevar a ese grupo a casa. Ya al ver que todos bajaron rompí el tobogán y los guíe en la zona del parking ahí encontré un furgón que tenía un pelotón ellos no duraron en atacarme y yo los atrapé y los lance por los aires al bosque.

Todos entren – ordené mientras me senté al asiento del piloto y empecé a arrancar.
Ya estamos todos – exclamó Doctor Oxford que se sentó a mi lado.
Arranque muy rápido alejándome de los laboratorios de Alchemax. Creía que iba terminar bien pero mi instinto arácnido dijo todo lo contrario. Mire por los espejitos que nos perseguían 5 vehículos y diez drones explosivos.
- Oxford mantén el volante – ordené – Yo tengo que darles una fría despedida. – comenté mientras subía al techo del vehículo.
Ya estando en el techo contemplé como los drones iban a dirección mía. Los atrapaba con mis telarañas y los lanzaba a los que perseguían que solamente afecto a dos vehículos. Los tres que quedaban disparaban. Oxford hizo movimientos en zigzag evitando los disparos, en cambio yo salte del furgón a dirección a uno de los autos. El piloto me disparó varias veces en el estómago pensando que me afectaría, pero entre en su auto y solo recibió un puñetazo en el rostro por mi parte. Su acompañante me atacó con una pistola eléctrica que me dio en el hombro izquierdo. Dolía horrible, pero tuve la oportunidad de quitárselo y devolverle el daño. Aproveché estando en ese auto para estirar mis extremidades y voltear los dos autos que aún estaban disparando el furgón. 
Tras hacerlo detuve el auto y me fijé que el furgón también se detuvo.
- Spidey entra – grito Oxford mientras abría la puerta que entrase.
Fui corriendo y entre el auto, Oxford siguió conduciendo rápido. Mientras él conducía yo contemplaba los orificios donde me habían disparado y vi que me estaba regenerando gracias a la influencia del simbionte.
- Misión cumplida – informe a Miguel mientras yo suspiraba por el cansancio.
Mientras informaba escuché una explosión muy lejos donde estaba Alchemax. No tenía idea cómo ocurrió la explosión hasta que doctor Oxford me explicó.
- Mientras ponías en marcha a PARÁSITO…nosotros programamos una explosión. Nadie sabrá que estuviste ahí – dijo Oxford con una sonrisa.
Solamente me reí y les agradecí, aunque estuviera totalmente cansada.

DIVIDED [Miguel O'hara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora