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Solo en su habitación, el pobre minho pasaba días sin comer o dormir, el único pensamiento en su mente lo atormentaba día y noche. "¿donde esta seungmin? ¿esta bien?" todo el día se repetían esas palabras en su cabeza.

sus amigos trataban de consolarlo, aunque ya iba casi un mes desde que no volvieron a ver a seungmin, el ya era mayor, podía hacer lo que quisiera.

- minho, tienes que entender, el ya es mayor de edad, si quiere desaparecer como lo hizo lo puede hacer -

- ¡pero minnie no es así! el no haría eso, yo lo conozco mejor que nadie.. ¡el me prometió no abandonarme! -

felix trataba de consolar a minho mientras changbin frotaba su sien en búsqueda de relajación, no soportaba más a minho.

- dale más tiempo si? el no se debe sentir bien, recuerdas lo que hizo hace dos años? el suele desaparecer, solo ten paciencia - dijo felix con esa voz calmada qué siempre lograba suavizar el entorno, y sorprendentemente minho solo se echó a llorar en sus brazos.

para nadie era un secreto que minho y seungmin se amaban mucho, incluso planeaban casarse en cuanto terminarán la universidad.

ahora, el mismo minho qué estaba tan feliz planeando su boda, estaba tirado en el suelo, llorando en los brazos de felix en busca de consuelo.

se sentía destrozado. la última vez que hablo con seungmin el se oía tan mal, no era el mismo tono brillante y alegre que usaba seungmin, era un tono apagado, casi como si hubiera llorado mucho.

fue cuestión de minutos hasta que el cansado muchacho cayera dormido en los brazos de felix. había llorado tanto que changbin aseguraba qué estaba deshidratado.

changbin lo cargo hasta su cama y lo arropo, se quedaron un rato más con el, por si despertaba, cosa que no hizo, así que decidieron irse a sus casas cada uno.

paso un rato, tal vez una hora o dos, el mayor despertó, la habitación estaba vacía, pero el supuso qué sus amigos se habían ido cuando el durmió, así que no lo pensó mucho más.

abrió el cajón de su mesita de noche y saco todas las cartas qué seungmin le había escrito, desde cuando estaban enamorados hasta el último día que se vieron.

lágrimas caían sobre sus mejillas, las palabras quedaban grabadas en su mente y en su corazón, cada una perforando un lugar diferente, todas causaban el mismo efecto qué causaron hace años. minho realmente amaba a seungmin, y lo extrañaba como a nadie en el mundo.

                                            [✩]

con una botella de whiskey en su mano, bebiendo hasta más no poder, y con jeongin pidiendole qué parara, hyunjin reposaba en su sala de estar, con el menor a su lado.

desde el día en el que confesó haber ayudado a la atrocidad de chan, de vez en cuando jeongin va a consolarlo un poco, ahora son como "mejores amigos".

cualquiera con al menos un poco de sentido común delataria a chan y hyunjin y ayudaría a su amigo, pero jeongin podía sentir la culpa que sentía hyunjin, y aunque lo intento varias veces, nunca pudo ir a la policía.

- hyunjin si sigues bebiendo vas a colapsar en cualquier momento - dijo jeongin arrebatandole la botella de las manos.

- jeongin ¿tu me entiendes verdad? - decía el mayor cada vez más desorientado, de vez en cuando se lanzaba a sus brazos en busca de consuelo.

el menor ya no sabía que hacer, aunque sabía que lo que hacía estaba igual de mal que lo que hizo chan, algo dentro de el le impidia ayudar a seungmin.

- dejame ver a seungmin, habla con Chan, dejame verlo porfavor - las palabras salían casi acompañadas por lágrimas, el menor extrañaba mucho a su mejor amigo, además estaba casi igual de borracho qué hyunjin.

- si pudiera convencer a chan lo habría hecho hace mucho. sinceramente ya no lo reconozco. - hyunjin estaba igual o hasta más preocupado qué jeongin por seungmin.

hyunjin sabía cómo era chan, y que si una idea se le metía en la cabeza, nadie de la podía sacar.

el sabia que chan era capaz de matar al qué fuera con tal de tener a seungmin a su lado, incluido el.

ambos estaban casi locos, no sabían lo que hacía chan con el menor y la culpa se los estaba carcomiendo.

ambos abrazados, buscando consuelo en el otro, no sabían si era por el alcohol en sus venas, o por sus desesperadas ganas de relajarse y olvidar eso de una vez por todas, comenzaron a mirar profundamente los ojos contrarios.

la situación cada vez era más distorsionada, hyunjin comenzó a apreciar el delicado rostro de jeongin, pudo darse cuenta de los bonitos hoyuelos qué se formaban en las mejillas del menor.

- sabes.. me gustan mucho tus hoyuelos - dijo hyunjin mientras pasaba su mano por las mejillas contrarias.

era un tacto suave y agradable; jeongin lo disfrutaba, lo cual hacia qué hyunjin continuará, eso si, sin dejar de mirar los ojos contrarios.

solo bastaron unos segundos para que el mayor de los dos decidiera cortar la distancia entre ambos y comenzar un beso suave y ameno.

jeongin simplemente correspondío a el mayor, no podía negar que el también quería hacerlo.

y ahí fue cuando descubrió porque siguió cubriendo a hyunjin, sin importarle lo herido qué estaba minho, o lo preocupados qué estaban changbin y felix.

jeongin siguió cubriendo a hyunjin porque le gustaba. no, le encantaba.
el mayor lo hipnotizaba con su rostro, su amable sonrisa y con su bonito lunar debajo de su ojo.

jeongin se dio cuenta de que todo este tiempo cubrió a hyunjin porque su corazón se lo pidió.

y hyunjin no se queda atrás, este puso sus ojos en jeongin desde que chan lo envío a que distrajera a los amigos de seungmin para que no sospecharan de el.

tanto confiaba en jeongin qué le contó su secreto, sabiendo que si no era la persona correcta, o iría preso, o chan lo mataría. pero eso no parecía importarle mucho, ya que el anhelaba a jeongin desde que lo vio junto a seungmin, unos días antes de que chan se obsesionara con el menor.

y ahí estaban ambos, acariciando la piel del otro, disfrutando del tacto contrario, y aprovechando la poca tranquilidad que podían brindarse, olvidando por completo qué estaban incubriendo un crimen.

[✩]

   ¿errores?

Stockholm Syndrome || chanmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora