Capitulo IX

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Era otra mañana y Seto se levantó como llego al mundo: en contra de su voluntad y con mucho escándalo.

Apenas abrió los ojos luego de lograr conciliar el sueño y ver qué el sol apenas estaba saliendo se propuso seguir durmiendo, pero el tremendo escándalo que rodeaba la casa no se lo permitió.

Desde su cómoda cama escucho las voces de la bola de dementes con los que vivía gritando, empujando cosas y riendo, se cubrió la cabeza con las sábanas cuando escucho como empujaban su puerta - Buenos días Seth - dijo la alegre voz de Hathor - es hora de levantarse

- No quiero

- Pero cariño, se te hará tarde para ir a la escuela - lo regaño, jalando el cálido y esponjoso edredón

- No quiero ir - lucho por su manta logrando hacer que la mujer perdiera el equilibrio - es aburrido

- Pero cariño, tú eres el profesor - le recordó cuando ganó la lucha, empujó todo lo que había sobre la cama al suelo, con todo y Seto

- No es cierto - se quejo luego de recibir un empujón que lo dejo en el piso - usted me apunto contra mi voluntad.

- y vas tú a hacerme caso - ella se cruzó de brazos mientras Seto se acoplaba a la realidad, se tallo los ojos y se estiró poniéndose de pie - anda, a desayunar.

Resoplo en su lugar aún haciendo estiramientos, el sol entraba por el balcón iluminando la habitación por completo creando una atmósfera de comodidad y alegría, se dirigió al baño a ducharse y vestirse de forma rápida pero sin etiqueta. ¿había alguna clase de disciplina aquí?

No era como que tuviera que levantarse a las cinco de la mañana, ponerse su traje de oficina, pasar por un café y salir más que rápido a su aburrida oficina del piso cuarenta y siete. Simplemente se puso ropa sencilla, una camisa blanca que ni siquiera abrochó por completo y apenas se hecho el cabello hacia atrás fuera del rostro para salir de su habitación fresco como una lechuga del supermercado.

Lo primero que vio bajando las escaleras fue a Mana encima de Bakura peleando por una tela roja, salto sobre ellos - es para la decoración de mi vestido -, - va mejor para mis adornos del festival - luego vio a Marik discutiendo con Ishizu por llevar un jarrón dorado lleno de agua - ya te dije que es para el templo -, - solo ponle algo a las flores - y luego a Atem, en pijama, lloriqueando en el piso - puede alguien decirme cómo que es el viernes, nadie me recordó y yo tengo mucho que hacer, ah, pero anoche bien que estaban molestando, ya nadie respeta mi autoridad aquí, debería mandarlos con la milicia a ver si asi entienden

- Hola - les dijo a todos que apenas voltearon a contestar, lo miraron, se callaron y luego de decir hola siguieron gritando. Los ignoro y se dirigió al comedor, escenas como esa las veía todos los dias desde que llegó, hoy en realidad estaban muy tranquilos.

Se sentó en su lugar asignado esperando que llegara el resto comiéndose un pan mientras tanto. Finalmente Akefia entro - ¿Que hay de nuevo?

- Nada ¿Que tal tú?

Y así era su rutina. Hathor les gritó para que se quedarán quietos y se fueran a sentar a la mesa a tomar el desayuno, era un bonito día, los pájaros cantaban, la leche estaba fresca, el pan recién horneado y todos hablaban entre si muy alegres - Vamos a ver a Shadi está tarde ¿Vienes?

- Ya dije que no, déjenme en paz

- Me niego, quiero que vengas

Y con esa aura de familia feliz Bakura trataba de convencer a Seto para que fuera con el al templo a hacer algo.

Seto logró zafarse solo cuando Ishizu le recordó que iba a llegar tarde, porque adivinen que: tenía que tomar un autobús.

Un jodido autobús.

El secuestro (prideshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora