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Habían pasado tres días desde que ambos chicos estuvieron a punto de besarse. Esa mañana el sonido de un helicóptero los hizo despertarse más temprano de lo habitual. Yoongi se levantó rápidamente y tomó el bate, colocándose frente a Hoseok y Jungkook.

El sonido cada vez se fue acercando más y más. Se acercó a la puerta y vio como comenzaban a caer periódicos sobre la calle.

El sonido de la aeronave comenzó alejarse rápidamente.

— ¿Qué mierda fue eso? — preguntó el rubio.

Los demas chicos comenzaron acercarse a Yoongi, quien mantenía sus ojos aún puestos en un periódico que estaba cerca de la tienda, pero no lograba distinguir que decía.

— Saldré por él — señaló el periódico para que entendieran de que hablaba.

— ¿Estas loco?. El sonido del helicóptero debió haber enloquecido a esas cosas, deben andar por todas partes.

Y como si las palabras de Hoseok cobraran vida, una mujer choco contra el cristal de la tienda. Parecía desperada.

Yoongi tomó rápidamente la mano de Hoseok y de Jungkook. Los alejo de la puerta.

— Jimin, muevete de ahí — susurro el castaño.

Jimin se había quedado estático viendo a la mujer. Se le hacía demasiado familiar, así que se acercó más al cristal para poder verla mejor. Sus lagrimas comenzaron a caer cuando identifico de quien se trataba, era su madre.

Sin pensarlo ni un segundo, Hoseok lo tomo del brazo y lo arrastró hasta donde ellos estaban.

— ¿Estas loco, por que te quedaste ahi parado?. Nos pudiste poner en peligro a todos — hablo el pelinegro.

Hoseok se acercó a su amigo y vio como este estaba llorando.

— Dios mío, ¿Jimin, que sucede?

— Mi mamá — hipó — esa era mi madre, Hoseok.

Hoseok no dijo nada y simplemente lo envolvió en sus brazos. Jungkook también se acercó a él y comenzó a rodear su cintura con sus brazos.

Yoongi los miraba atónito. Todo era una completa mierda. Poco a poco iban perdiendo a su familia y no veía una solución factible para sobrevivir. A pesar de que Jimin no le cayera tan bien, lo entendía, entendía el dolor que debía estar sintiendo. Sabía el dolor que el había sentido cuando miro a sus padres convertidos en esas cosas horribles, la abrumadora sensación de que ya jamás los volverás a ver, era horrible.

El resto de la mañana, Yoongi, se la había pasado ideando un plan para poder salir en busca del periódico.

— Bien, saldré por el. Esta cerca así que el peligro es casi nulo. Tratare de no hacer ruido — dirigió su mirada al castaño— tu cuidarás la puerta, estarás atento al abrir y cerrarla — ahora su mirada se dirigió al rubio— tú, estarás detrás de Hoseok, usa el extintor como arma de defensa.

— ¿Y yo que hago?— preguntó el niño.

— Busca más hojas en el área de empleados, necesitamos cubrir todo el vidrio. También consigue cinta.

El menor asintió y se fue corriendo hasta el fondo.

— Bien, ¿están listos?

Ambos chicos asintieron y los tres se dirigieron a la puerta.

— Hoseok, pase lo que pase, no vayas abrir esta puerta.

Hoseok asintió.

— Solo te abriré la puerta a ti — sonrió.

Yoongi le devolvió la sonrisa, tomó el bate e hizo una señal para que Hoseok le abriera la puerta. Todo iba justo como el plan, lentamente salió de la tienda, miró a su alrededor mientras caminaba cuidadosamente hasta llegar al periódico. Lo tomó y se apresuro a regresar hasta la tienda. Todo había salido perfecto.

— Santo cielo, casi se me olvida como se respira — dijo el castaño.

— Tranquilo, todo está bien.

Se apresuraron a llegar hasta la caja y Yoongi comenzó a revisar el periódico.

— Dice que el ejército estará en las calles el día viernes para rescatar a las personas que aún no están infectadas. ¿Qué día es hoy?

— Es miércoles — se apresuro a decir Hoseok.

— También dice que será más fácil que haya una señal de ayuda visible.

Yoongi miró como su hermanito traía un montón de hojas y se le ocurrió una idea.

— Pegaremos todas las hojas sobre el vidrio. En cada una de ellas pondremos la palabra ayuda para que cuando ellos vengan sepan que estamos aquí.

— Si, es una excelente idea.

— Entonces no hay que perder el tiempo — hablo esta vez el rubio.

El resto de la tarde se la pasaron pegando las hojas. Les serviría de ayuda y para evitar que esas cosas los vieran. Aún no sabía si podían o no ver.

— Muero de hambre, Yoongi.

Hoseok comenzó a reír.

— Ven, Jungkook. Te daré algo de comer, ¿que te gusta?

Yoongi observo como el menor se perdía entre los pasillo con el castaño y sonrió.

— Vaya, no creí que podría verte sonreír — dijo el rubio.

— Felicidades, eres muy afortunado.

— ¿Te gusta Hoseok, cierto?

Yoongi se sorprendió y volteó a verlo.

— Estas loco, recién lo conozco.

— He escuchado hablar de ti en la universidad, Yoongi. Se que te molestan porque nunca has tenido novio, incluso he escuchado que eres demisexual,  ¿es cierto?

— Es cierto, ¿quieres que te diga el concepto de lo que es?

— No soy estúpido, se que significa. Pero creo que Hoseok, podría ser el primero en robar ese duro corazón tuyo.

Yoongi no lo iba a negar, no es un mentiroso y tampoco tenía un corazón de hielo. Hoseok causaba muchas cosas en él, cosas que antes nadie había causado.

— No lo se, es extraño.

— ¿Qué es extraño? ¿Qué ya sientas un lazo con él y apenas llevan una semana conociéndose?

— Exacto, ¿como podría saber si me gusta?. Nunca nadie me a gustado antes.

— Es tan tierno. El chico que me golpea, se hace el valiente y es totalmente frío, no sabe nada del amor.

— Claro que no lo se, idiota. Nunca me a gustado alguien, ¿como podría saberlo?

— Espera, ¿nunca nadie en verdad te a gustado?

— Nadie.

— Acaso, ¿ya diste tu primer beso?

— No.

Jimin comenzó a reír.

— Santo cielo, ¿entonces también eres virgen?

— Jimin soy un demisexual de mierda con 18 años, ¿crees que perdí mi virginidad sin dar siquiera un beso?

— Tienes razón, lo siento. Yo creo que si podrías llegar a enamorarte de Hoseok, veo mucha química entre ambos.

— ¿Pero como voy a saber si realmente me gusta?

— Ya veras como, tu solo te darás cuenta. No existe algún test para comprobarlo, tu corazón te lo va a decir.

Se dirigió al área de empleados, desde la puerta podía ver como su hermano comía y hablaba con el castaño, mientras él sonreía. 

¿Podría Hoseok conquistar su duro corazón?

APOCALIPSIS DEL AMOR || YOONSEOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora