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La noche cayó rápidamente, desde que llegaron el señor Chan y Seokjin se encerraron en el laboratorio. Harían las llamadas pertinentes y se encargarían de un par de estudios más.

— Tú madre es muy bonita, Hoseok. Ahora veo porque eres tan lindo.

— A que se debe tanto alago.

— A nada, solo me gusta recordarte lo lindo que eres — se inclino y lo beso.

— Ella preguntó si eras mi novio.

— ¿Qué le dijiste?

— Que no, que estamos conociéndonos.

— Pero pronto lo seremos, ya lo veras.

— Primero hay que sobrevivir — bromeó.

Ambos chicos se recortaron sobre la cama y se quedaron quietos mirando al techo.

— Sabes, antes de que todo esto pasará. Yo estaba aburrido de lo ordinario, toda mi vida era pepetitiva. Despertar, ir a clases, estudiar, ir a ver a Jimin a la rienda, regresar a los dormitorios, incluso los fines de semanas no hacía nada que no fuera estudiar.

— ¿Qué estabas estudiando?

— Medicina, ¿y tú?

— Periodismo.

— Wow, creo que tendrás muchas notas informativas después de esto.

— Que gracia tiene si nadie podrá leerlas.

— No seas negativo.

— Trato de no serlo, se que esta humanidad aun tiene una oportunidad más. Quiero vivir contigo mucho tiempo, Hoseok.

Ambos chicos se miraron, era fácil leer sus ojos, ellos nunca decían mentiras, en ellos podía expresar todos los sentimientos que con palabras no podían.

— Yoongi, besamé.

El pelinegro terminó de acortar la distanció y unió sus labios con los del castaño, comenzando un beso suave, que poco a poco se volvió más desesperado.

— Hoseok, esta tu madre aquí.

— Lo se — siguió besandolo.

— Puede entrar.

— No lo hará, sabe que no debe hacerlo, así que deja de hablar y besamé.

Yoongi le hizo caso y volvió a besarlo, con la mismo intensidad que el castaño lo hacía. Volviendo el beso más acelerado y bochornoso.

— Hoseok, detente.

— No quiero — el castaño se posicionó encima de él y comenzó a besar su cuello — tu pies es muy linda, Yoongi.

— No tan linda como tú.

Sus bocas se volvieron a unir y el castaño comenzó un vaivén sobre sus entrpiernas.

— Yoongi~ siempre te quitó tus primeras veces — siguió besandolo.

— Siempre — respondió y comenzó a meter sus manos sobre su sudadera.

— ¿Quieres que te quite esta primera vez, también? — preguntó entre jadeos.

— Hoseok, me haces perder la cabeza — comenzó a besar su cuello.

— Yoongi quita la sudadera, por favor.

El pelinegro saco su manos y comenzó a quitar la sudadera del castaño, dejando a la vista su lindo torso.

— Eres muy lindo, Hoseok.

— Yoongi, tócame.

— ¿Estas seguro?

APOCALIPSIS DEL AMOR || YOONSEOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora