Este cuerpo es una cáscara que he comenzado a llamar hogar, no es mío, ya que estoy atrapado afuera, mientras alguien más todavía está adentro. A menudo miro dentro. Hay muchas habitaciones en esta casa, muchas tienen fantasmas, otras guardan secretos que aún debo enfrentar, otras... están comenzando a inundarse. Abrumadoramente dejándose pronunciar, rascándose y doliendo. Mientras me sorprendo enviando cartas de llanto a la calle me detengo y destrozo una mano que casi alcanza.
Estoy solo a un costo, la presión de quedarme, el dolor que viene con el silencio, queriendo desesperadamente confiar en mí mismo y en nadie más.
No creo que las manos de otra persona me ayuden a mantenerme en pie. Esa es una carga que no permitiré que otro sostenga, porque me han traicionado antes. Nunca se debe confiar la vida de uno a otro, o eso creo.
Sal afuera. Toma una ducha. Haz algunos amigos. Consejos que van de un oído a otro, omisos. Lo he intentado y he fallado, y he seguido fallando. Una y otra y otra vez. Mis rodillas están magulladas, me cansé de caminar, de buscar otra casa, de otro atorado afuera. Me he dado cuenta de que solo me tengo a mí mismo.
¿Valió la pena quedarse? ¿Lo olvidaré una vez que lo enfrente? ¿Dolerá menos? ¿Qué encontraré dentro?
Necesito encontrar una manera de entrar de nuevo para poner mi curiosidad en un descanso necesario. Mientras mis dedos se congelan por cavar, gritar y sangrar. Anhelo un calor que no es el mío. El calor de mi respiración ya no es suficiente, no es suficiente. Debo seguir adelante, hasta que haya logrado hacer mía esta casa. Sus fantasmas, sus grietas, sus secretos, debo enfrentarlos y aceptarlos antes de buscar el calor de otro, porque un derrame de esta casa le costaría mucho otra vez a mi confianza.
Me quitarían otra habitación.
A medida que pasaron los años noté que antes no hacía calor, pero cuando te quedas quieto... eventualmente tu propio calor se calma debajo de ti y es suficiente. Me he vuelto tierno al calor que da la soledad, su humilde presencia. Mientras esta casa pueda volver a ser mía... Esperaré por mí, abrazaré mis terrores y enfrentaré este trauma de la forma en que lo enfrenté cuando apareció.
Solo.
Bienvenido a mi Humilde Morada, puede que esté embrujada, y yo esté atrapado afuera, no obstante, es una casa. Todavía está cálida por dentro, puedo sentirlo cuando la miro.
©Goathico febrero 2022
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Díganle A La Muerte Dónde Escondieron Mis Huesos
Historia CortaA veces no se si escribo de mi corazón o desde mi cabeza. Ahogado en la pena y en el duelo intento levantarme para huir al nunca jamás. Quisiera renacer de nuevo. Nacer en mi cuerpo. Colección de escritos del artista y escritor Goathico. ©Goathico...