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Jungkook estaba tenso y no entendía exactamente la razón. Estaban casados desde hacía un poco más de un año y antes de ello, fueron novios durante otros cinco. Se conocían por completo fisicamente y se tenían una gran confianza pero por alguna razón Jungkook se sentía extraño mientras que lo miraba desde la puerta a través de una pequeña abertura creada cuando la trató de abrir. 

Jimin se veía completamente sensual, emanaba una aura distinta, era tan diferente a como lo veía cuando lo tenía debajo suyo recibiéndolo sonrojado y tímido mientras le hacía el amor, podría decir que en ese preciso instante estaba viendo la definición de tentación hecha persona y el cosquilleo en su parte baja provocado por los nervios y el inicio de su excitación, parecía estar de acuerdo con este pensamiento. 

Pero se sentía como un intruso estando allí, tenía muy claro que era incorrecto espiarlo de esa forma, en su mente solo circulaba la idea de que le estaba faltando el respeto a su esposo por transgredir su privacidad y por no contar con su consentimiento. Tampoco consideraba correcto interrumpirlo, no se sentía capaz de entrar, ¿sería vergonzoso para él si notaba que había sido descubierto? Definitivamente no quería incomodarlo así que pronto decidió retirarse y dejarlo terminar con lo que hacía. 

Sin embargo, cuando estaba a punto de mover sus pies para irse, Jimin se detuvo, se levantó y empezó a caminar al rededor del escritorio meneando sus caderas de una forma tan provocativa que Jungkook sintió sus pantalones apretar. Lo observó sacando una pequeña botella, un consolador y un aro del cajón del escritorio. Enseguida destapó la botella y vertió el contenido sobre una de sus manos para luego esparcirlo sobre la longitud de su pene y a continuación deslizó el aro por el mismo, hasta llegar a la base. Por último rodeó nuevamente la mesa y se acostó apoyando su pecho sobre la madera y levantando su trasero quedando completamente expuesto frente a la puerta. 

Jungkook miraba la escena sin parpadear, cada vez se sentía más confundido, ¿A Jimin le gustaban esas cosas? Jamas se le pasó por la mente la idea de que Jimin tuviera juguetes sexuales pero también sabía que debía comprenderlo, a veces pasaban días en los que no se veían tanto y mucho menos estaban juntos así que tenía sentido que los tuviera para compensar su ausencia y responder a sus necesidades. Pero aún así, ¿el aro no era algo excesivo? Jamás lo había usado pero más o menos comprendía su función por las locuras que Yoongi le mencionaba con el único objetivo de incomodarlo.

Aún así, a pesar de haber pensado en huir hacia unos minutos, en ese preciso momento el deseo le estaba ganando a su conflicto moral y lentamente empezó a mover la palma de su mano a través de su cuerpo, rozando su pecho y su abdomen, mientras bajaba hasta tocar el bulto que sobresalía en su pantalón. Jimin lo cegó de lujuria, tenerlo a unos pocos metros de él, exhibiendo su pomposo trasero, moviendo sus caderas con un ritmo hipnotizador, mientras que metía y sacaba el consolador de su interior con una mano y con la otra le daba atención a su pene, debía ser la escena más jodidamente caliente que había llegado a presenciar en su vida. 

Sus deliciosos gemidos terminaron por motivarlo para bajar la cremallera de sus pantalones y hacer espacio en su ropa interior y así sacar su propio miembro. El frio que había llegado con la noche, en contraste con el calor que emanaba su cuerpo lo hizo estremecer, estaba completamente sensible y húmedo, así que sin esperar nada más, comenzó a frotarse moviendo su mano al mismo ritmo con el que se movían las caderas de Jimin. 

Y aunque sonara insistente, su última parte racional martillaba con lo incorrecto de la situación y sobre todo no podía deshacerse de la idea de que estaba actuando en contra de sus principios. Sin importar cómo lo viera, su mente solo se enfocaba en pensar que la estaba cagando al violar la privacidad de su esposo, independientemente del título que tuviera, era su intimidad y Jungkook no tenía ningún derecho para irrumpir en ella. 

- Mmmm... j-jung k-kook...ahh - 

Solo bastó con escuchar su nombre salir de los dulces labios de Jimin y la tentación pudo más que cualquier otra cosa. Su mente se nubló y con ello todos los pensamientos intrusivos que tenía desaparecieron, dejando un espacio que se ocupó con la perversión siendo protagonista de todas sus ideas.  

Jimin por su parte era todo un desastre, sus piernas temblaban por las corrientes de placer que lo recorrían de arriba para abajo y por la fuerte necesidad de correrse justo en ese momento pero el anillo apretando su miembro se lo impedía. Sabía que Jungkook estaba tras la puerta viéndolo, se había dado cuenta de ello justo antes de usar los juguetes. De hecho, saber que él estaba allí fue la motivación que necesitó para interrumpir lo que hacía justo cuando estaba a punto de venirse y así ir en busca del consolador, y sobretodo del aro para poder retrasar su orgasmo y darle a Jeon una muestra de lo que necesitaba. 

Cuando Jimin sintió que no lo soportaría más, retiró el anillo, giró y se dejó caer sentado con las piernas abiertas sobre la alfombra quedando expuesto frente a la puerta. Quería que lo viera, le excitaba de sobremanera aquella situación, moría de ganas por observar su rostro y saber lo que pasaba por su mente al verlo en su estado más caliente pero se conformaba con la idea de estar siendo observado y con pensar que tal vez, del otro lado, Jungkook también se encontraba igual de excitado tocándose por y para él. 

Un par de segundos después, tras unos movimientos más sobre su pene, Jimin se corrió con fuerza mientras gemía en alto el nombre de su pareja y lograba cumplir con su cometido: que Jungkook lo viera venirse con toda la intensidad que su excitación le prometía. 

Esa escena fue suficiente para que Jungkook se corriera con fuerza sobre su mano y recostara su espalda sobre la pared para calmar la agitación causada por todo lo que había acabado de pasar. Al terminar los efectos de su orgasmo, la culpabilidad lo golpeó de inmediato y sintiéndose abrumado se acomodó la ropa rápidamente y salió del departamento. Sentía vergüenza de sí mismo y de su actuar, necesitaba aclarar su mente y pensar sobre sus acciones antes de poder ver a Jimin a la cara. 

Por otro lado, Jimin quedó aún más desconcertado al escuchar la puerta de la sala golpearse anunciando la salida de Jungkook. ¿Acaso se había molestado por lo que vio? Seguro que en este momento estaba pensando lo peor de él. Sabía que su esposo era reservado frente al sexo, carajo, claro que conocía ese aspecto suyo y por eso siempre dudó con solo pensar en tener aquella conversación con él.  

Ahora la ansiedad por una respuesta lo carcomían mientras que limpiaba el desastre causado antes. ¿De qué forma vería a Jeon cuando volviera? 

- Mierda -


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Para ser la primera escena que escribo de este estilo, me siento satisfecha. Quiero mostrarles el proceso mental que van a tener ambos chicos al enfrentarse a las posturas que tienen y que enfaticé en este capítulo. Trataré de publicar cómo mínimo un capítulo por semana, jé. 

Lulito se va! 


PEACHES AND CREAM - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora