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Insatisfecho. Así se sentía Jimin.

A su lado, profundamente dormido se encontraba Jungkook. Tras un largo día de trabajo, una comida romántica y un tierno encuentro en el que hicieron el amor, ambos estaban acostados en la cama matrimonial. Jimin veía a Jungkook dormir plácidamente mientras que él se atormentaba a sí mismo con varios pensamientos que giraban en torno a uno principal: se sentía insatisfecho sexualmente.

Y su insatisfacción no se relacionaba con la frecuencia, pues ellos acostumbraban a tener relaciones sexuales dos o tres veces por semana; tampoco tenía que ver con su capacidad o la de Jungkook porque al final de cuentas, juntos alcanzaban el orgasmo en cada encuentro. El problema que tenía Jimin era la forma cómo lo hacían, todo era demasiado tierno y cursi para lo que realmente deseaba.

Desde antes de casarse, Jungkook siempre fue un chico atento y encantador, su lado detallista fue uno de los primeros en cautivar a Jimin. Ahora que estaban casados, las cosas continuaban de esa forma, Jungkook seguía siendo aquel hombre romántico que lo llenaba de dulces caricias, lo besaba con suavidad y en la intimidad lo tocaba como si fuera una delicada porcelana. Cada vez que tenían sexo, el pelinegro se encargaba de hacerle saber cuánto lo amaba y Jimin lo recibía gustoso pues no le molestaba, de hecho le encantaba ser tratado con tanto ahínco y sentirse amado con esa intensidad. Pero a medida que sus encuentros se hacían repetitivos y no pasaban de ser algo netamente cursi, Jimin sentía que le hacía falta algo más para romper con aquella monotonía, algo que le diera un poco de emoción y de picante, algo más rudo y sucio para ser exacto.

Sentirse amado era tan confortable, pero ahora Jimin quería sentirse deseado carnalmente con intensidad y locura, quería experimentar nuevas cosas, escuchar los suspiros cargados de lujuria y la voz entrecortada de Jungkook mientras le recita palabras sucias y lo toma de las caderas y del cabello con rudeza. Quería ser tomado con fuerza, viéndose al espejo mientras el pelinegro lo sostiene por las muñecas, sujetándolas en su espalda baja. Quería que lo atara, le vendara los ojos y lo hiciera suyo a su antojo, sobre la cama, en la ducha, la cocina, tal vez el auto. Quería...

Un profundo suspiro de su compañero trajo su mente a la realidad, a su cuarto oscuro apenas iluminado por una tenue luz que entraba por la ventana y caía sobre el torso descubierto de su esposo y que a su vez permitía distinguir la reciente erección de Jimin causada por estar fantaseando con el hombre que se encontraba inconsciente a su lado.

Por eso necesitaba decírselo, se sentía sofocado al ser el único consciente de aquella situación, pero imaginar la reacción de Jungkook lo frenaba completamente. No era que tuvieran una relación poco comunicativa, de hecho era muy estable porque todo lo platicaban, pero frente al tema sexual, Jeon era un poco conservador y el peliplateado no quería sentirse juzgado, ni que pensara en él como un promiscuo o un pervertido.

Sin hacer tanto ruido, Jimin se dirigió al baño de la habitación, necesitaba deshacerse de su erección y no podría hacerlo tranquilamente con el pelinegro junto a él, sí bien sería interesante intentarlo, podría despertarse en cualquier momento y no se sentía listo para tener una conversación al respecto.

- Aquí vamos de nuevo - Sin perder mucho tiempo, Jimin se recargó sobre el lavamanos y tocando suavemente sobre su pijama continuó fantaseando con el pelinegro, recordando su cuerpo tonificado, los músculos de sus brazos y los de sus piernas, aquel trasero que se realzaba cuando usaba pantalones ajustados, su torso visiblemente marcado y su mandíbula bien definida, por la cual bajaban gotas de sudor hacía su cuello cuando hacía ejercicio, haciéndolo ver malditamente caliente y sexy. No tardó en meter su mano dentro de la tela para sentir su piel directamente y mientras se acariciaba de arriba a abajo con una mano, usaba la otra para tapar su boca y amortiguar aquellos gemidos que eran liberados por las sensaciones que estaba experimentando.

No tardó mucho en terminar y recuperarse de lo que acababa de hacer, lavó sus manos y volvió de nuevo a su cama. Suavemente se acostó abrazando a Jungkook y lo besó en la mejilla - Descansa Jungkookie - Y sin prestarle atención a su mente, Jimin se dejó caer en un sueño profundo, necesitaba descansar para poder sobrellevar el siguiente día de trabajo en la editorial.





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Después de mucho tiempo, por fin me atreví a publicar algo aquí... Espero sea de su agrado y ¡comenten! me gustaría leerlos. (Pero evita comentarios negativos/destructivos, si no te gusta solo busca y lee otra cosa ♥︎.

Tengo varias cosas en mente que quiero escribir con el Kookmin/Jikook de protagonista, pero por ahora quiero sacar algo decente sobre esto así que me enfocaré solo en Peaches and Cream.

Sin más que agregar disfruten de la historia y nos leemos en el siguiente capítulo. Chau!

Lulito se va!

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Lulito se va!

PEACHES AND CREAM - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora