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Habían pasado varios días desde el incidente y el cumpleaños de Jungkook se acercaba. De hecho, estaban a un día de la celebración y Jimin había estado tan atareado con los preparativos, que no había tenido tiempo de pensar en nada más, ni siquiera de escribir. 

– Buenas noches Jiminie – Jungkook entró al departamento, dejó sus cosas en el mueble de la entrada y se acercó a Jimin, lo tomó suavemente de la cintura y le dio un tierno beso en los labios, seguido de otro un poco más corto. Jimin correspondió y pasó sus brazos sobre su hombros para darle un pequeño abrazo. Aunque nadie había hablado al respecto, las cosas en su relación habían vuelto casi a la normalidad... Casi, porque aunque el ambiente se sentía más tranquilo, no habían vuelto a tener espacio para la intimidad por lo que existía cierta tensión cuando de ello se trataba. 

– ¿Cómo estuvo tu día, Jungkookie? – Luego del beso, Jimin continuó cortando un par de vegetales que necesitaría al día siguiente. Necesitaba adelantar algunas cosas para no estar corriendo cuando preparara la cena.

– Cansado, tuve varios clientes que atender y un par de reuniones más con los chicos – Jungkook se desabrochó los botones de su saco y se lo quitó, colgándolo en el perchero – Hablando de eso, los chicos confirmaron que vendrían y traerían a un invitado, discúlpame por no decirte antes, lo había olvidado – Se acercó al lavaplatos mientras se subía las mangas de su camisa y las acomodaba a la altura de sus codos, para posteriormente lavar sus manos y ayudar a Jimin con lo que hacía.  

– No hay problema amor, había planeado todo teniendo en cuenta que algo así podría pasar. – Jimin soltó una corta risita y tomó los tazones que tenía sobre la mesa para llevarlos al refrigerador. – Le pedí a Taehyung que viniera y el muy imprudente estuvo toda la tarde hablando de ello, no hubo forma de callarlo y Namjoon escuchó todo, así que bueno... él también vendrá mañana –

Jungkook soltó una carcajada al escucharlo, sabía lo ruidoso que era Taehyung así que no le sorprendía que algo así hubiera pasado. Hacía pocos días se había reunido junto con Yoongi, Hoseok y Namjoon para hablar de trabajo así que todos se conocían y las cosas habían resultado bastante bien con los negocios. Se alegraba de que él también fuera. 

Ambos chicos terminaron lo que hacían en la cocina y cenaron un par de platillos que Jimin había cocinado antes. Acompañaron la comida con un vino dulce y un poco de música romántica. Jimin había ambientado la sala y el comedor del apartamento para el día siguiente, puso algunas luces cálidas que no llegaban a molestar, mas bien eran suaves y creaban una atmósfera muy agradable. Y estaban siendo perfectas para ese momento también. 

Durante la cena, Jimin había bebido más vino de lo usual y sus ojitos se veían un poco adormilados, pero eso no le impedía coquetearle a su esposo mientras seguían con su charla. Tenía su rostro inclinado levemente para apoyar su barbilla sobre su mano, le sonreía con suavidad y alternaba ese gesto con el roce sutil que su lengua le dedicaba a sus propios labios, como si los acariciara e invitara al contrario a hacer lo mismo con los suyos. Movía sus pestañas como sí del aleteo de una mariposa se tratase y jugaba con sus pies para alcanzar las piernas del otro por debajo de la mesa.

Jungkook se sentía tan enamorado, lo veía embelesado, pasaba su vista por cada una de las facciones del rostro de Jimin, pero su mirada se perdía en los labios rojizos de su acompañante y en su lengua que cada tanto se asomaba para recorrer los belfos. Tenía muchas ganas de besarlo y así lo hizo. Dejó las copas a un lado de la mesa y se puso de pie para alcanzar al mas bajo y sin esperar mucho se acercó a sus labios para besarlo con necesidad. Jimin se sorprendió por la acción pero rápidamente correspondió a pesar de sentirse un poco mareado, pasó sus manos por el cabello del contrarío y lo haló hacia sí mismo para acercarlo. Como respuesta Jungkook pasó sus manos por su cadera y sus piernas, de manera dulce, tomándose el tiempo de tocarlo y quererlo en el proceso. A continuación lo levantó de la silla pasando sus manos por detrás de sus muslos para cargarlo con firmeza. 

No pasó mucho tiempo para que Jungkook lo llevara hacía el cuarto mientras continuaba besándolo con una mezcla de cariño y lujuria. Pero justo cuando lo recostó sobre la cama, su menté evocó sin previo aviso el recuerdo de Jimin en el estudio tocándose con brusquedad y de él mismo espiándolo detrás de la puerta y aquellos sentimientos que lo habían estado persiguiendo días atrás y que creía que ya se habían disipado, volvieron como si de una avalancha se tratase. 

Sin esperar nada más, se levantó con urgencia y se encerró en el baño dejando a un Jimin muy confundido y sobrio nuevamente por la impresión que le había causado esta acción. 

Hasta ese momento Jungkook no entendía del todo la raíz de su actuar, ni el recelo que había sentido segundos atrás y estaba totalmente confundido. Tal vez era culpa, un sentimiento de traición a sus principios y a la confianza de Jimin, pero también un pequeño sentimiento de insuficiencia que crecía en su pecho al pasar de los días. ¿Por qué Jimin tendría esos juguetes? ¿Acaso no le bastaba con lo que hacía con él? Claro que entendía que en esos días, lo había descuidado por el trabajo y que tal vez su esposo necesitaba de él, pero ¿por qué no se lo había hecho saber? 

Tenía que ser sincero. Le sorprendió verlo de esa forma, era una faceta muy atrevida y tal vez sucia, que jamás se imagino ver en su amoroso Jimin, en ese chico tímido que gemía con dulzura cuando lo mimaba y lo acariciaba con cautela. Sabía que era coqueto, siempre lo seducía con esa parte de su personalidad, pero lo que vio ese día fue mucho más de lo que había llegado a pensar. El desenfreno, el atrevimiento y la obscenidad de sus acciones definitivamente hacían parte de un Jimin que no conocía y que tampoco sabía cómo corresponder.

Y le perturbaba pensar en el trasfondo de todo eso, no tenía motivos para desconfiar de él, pero los últimos días había sentido que algo le ocultaba, siempre que llegaba al apartamento y Jimin tenía su ordenador, lo cerraba rápidamente y se ponía nervioso mientras trataba de guardarlo lejos de su vista. Se sentía realmente confundido.

Cuando salió del baño, Jimin ya se había acostado bajo las cobijas y mentiría si dijera que no sintió un poco de alivio, pero no sabía cómo explicar lo sucedido. Jungkook solo rodeó la cama para acostarse del otro lado y a los pocos minutos se quedó dormido. 

Por el contrarió Jimin estaba totalmente despierto, se sentía angustiado y con una opresión en su pecho por lo que había acabado de ocurrir aunque también se sentía caliente. No quería parecer un maniaco sexual pero había que considerar que hacía días que su esposo no lo tocaba y lo que había pasado minutos atrás lo había dejado delirando entre muchas fantasías e imaginarios que tenía con el más alto.

Así que suavemente se levantó y se dirigió al estudio para encender el computador y ponerse a escribir para vaciar sus pensamientos. Por su mente y sus dedos pasaron muchos escenarios que fueron plasmados en cada una de las frases que escribía y en todos ellos Jungkook era el chico malo que lo tomaba con fuerza y lo reclamaba como suyo. Él siempre sería su protagonista, porque no importaba que tan extraña estuviera su relación justo ahora o que tan insatisfecho sexualmente se sintiera, él siempre sería el dueño de sus deseos y de su corazón. 


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Dos días seguidos con capítulo es un nuevo record para mí jsjsjs. Espero que les guste, se vienen cositas varias >.<

Byeeee!
Lulito. 





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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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PEACHES AND CREAM - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora