PEACHES AND CREAM - KOOKMIN

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– No puedo más Tae... ¡Me estoy volviendo loco! –

Y no era para menos, la desesperación de Jimin aumentaba con cada día que pasaba y el pelinegro no hacía otra cosa más que exhibirse y provocarlo. Aunque bueno, eran esposos así que era normal que Jungkook se cambiara de ropa frente al peliplateado. El problema estaba en Jimin y su mente sucia, que se calentaba y fantaseaba infinidad de cosas con solo verlo hacer mínimas actividades cotidianas como lo era vestirse para ir al trabajo.

Justamente esa mañana, Jungkook había salido del baño usando una toalla alrededor de la cintura mientras que con una de sus manos frotaba su cabello. Aparentemente el pelinegro le había preguntado algo pero Jimin no respondió, solo observó con detenimiento el torso de su esposo. Aún se percibían algunas gotas recorriendo su pecho, bajando por su abdomen y perdiéndose bajo la toalla, mientras que los músculos de su brazo se tensaban a medida que sacudía su cabello. Aunque claramente no era la primera vez que lo veía así, se sentía diferente, como si en su interior hubiera estado reteniendo un sentimiento de deseo intenso, algo puramente carnal y animal que parecía haber estado dormido y que ahora aparentemente despierto, no sabía cómo controlar.

– Jimin, sabes que la solución está en tus manos – Tae lo miró subiendo y bajando sus cejas, haciendo un movimiento sugerente con una de sus manos. Jimin solo le respondió con un golpe en el brazo – A lo que me refiero es... debes hablarlo con él, dile como te sientes, no puedes vivir así toda la vida. ¿Sabías que la frustración sexual es una de las principales causas de infidelidad? Lo dice el periódico que salió en la mañana y si Namjoon aprobó la publicación de la nota, significa que tiene razón.

– Nunca le sería infiel a Jungkook, sabes que es el amor de mi vida – Jimin suspiró con frustración y continuó – Además no puedo decírselo, sabes que a pesar de ser un chico comprensivo, es muy conservador cuando de sexo se trata, puede odiarme... ¿Y si no me entiende? ¡Podría pedirme el divorcio!

– Tampoco exageres Chimmy, no estás seguro de cómo podría reaccionar y ya estás inventando cosas que puede que no ocurran.  Tal vez lo tome bien y te lo haga como lo mereces y lo necesitas pequeña perrita – Nuevamente un golpe de Jimin hacia Tae se hizo presente, junto con dos risas escandalosas.

– No les pagamos por conversar, ¿Lo saben, verdad? – Namjoon apareció en la escena, vestido con su clásica camisa blanca de cuello y botones, pantalones negros de vestir y unos lentes de marco grueso del mismo color. Su cabello cenizo estaba peinado hacia los lados dejando su frente descubierta. Tae se acomodó en su puesto tratando de disimular. 

– ¡Tenemos un bloqueo creativo, Nam! Estamos en un momento muy difícil y tú solo piensas en sobre explotarnos – Taehyung hizo un pequeño berrinche.

– Ni me hables de bloqueos Taehyung, sabes que estas en periodo de prueba y si no presentas un buen escrito al finalizar el próximo mes, vuelas de aquí ¿Lo entiendes? Un libro no se escribe ni se publica en dos días – Comentó Nam mientras tenía una mano en la cintura y con la otra daba toques fuertes con su dedo índice sobre el escritorio del castaño, como si quisiera recalcar cada punto pronunciado.

– Fomentas mi bloqueo con cada regaño – dijo Taehyung entre dientes mientras el de lentes se alejaba del escritorio.

Un pequeño silencio se hizo presente mientras Namjoon salía de la vista de ambos chicos. – Cómo sea – continuó Taehyung mientras giraba en su silla en dirección a Jimin – Tú y yo sabemos que debes decirle, pero mientras te decides debes sacarlo de alguna forma, estos días has estado muy desconcentrado en el trabajo por estar pensando en ello –

– ¿Y qué sugieres? No puedo estarme tocando a cada rato Tae, a la larga deja de ser efectivo y necesito que Kook me ayude a deshacerme de todas las cosas que dan vueltas dentro de mi cabeza – Jimin miró a Taehyung con expresiones de frustración - Ya no sé si lo que estoy diciendo tiene sentido o no. ¡Agg, tengo la mente revuelta!

– Si lo que te está atormentando son tus pensamientos, debes sacar las ideas que tienes allí – Tae se quedó en silencio un momento y continuó – ¿No has pensado en escribir al respecto? Te encanta tu trabajo, si tu mente se ocupa en escribir y convertir esa frustración en una gran historia, no solo te podrás desahogar y exteriorizar lo que sientes, sino que puede ser una oportunidad para crear un gran contenido literario.

Jimin se tomó un momento para pensar porque aunque quisiera negarlo, Taehyung tenía razón. Desde muy joven descubrió su pasión por la escritura y siempre usó el papel y el lápiz para vaciar su mente de pensamientos y liberar sus emociones. Ahora creaba contenido porque era su responsabilidad, su trabajo dentro de la editorial, al fin y al cabo se había posicionado como un escritor principal de su sección.

Y aunque había estado ignorando su problema con el trabajo, era totalmente consciente de que ya no estaba rindiendo como antes porque no tenía inspiración, o como Tae solía llamarlo, tenía un "bloqueo creativo", o más bien no tenía ideas para su trabajo porque estaba muy ocupado pensando en su situación matrimonial.

El punto es que Jimin siempre fue fiel a la idea de que debía escribir por pasión y no por obligación pero la presión en su trabajo lo estaba llevando a crear contenidos que no lo llenaban completamente. Tal vez, escribir sobre sus fantasías le ayudaría a inspirarse y fluir mucho mejor.

– Puede que tengas razón... Necesito encontrar mi pasión nuevamente y liberar todo lo que he estado pensando sobre Jungkook y nuestra relación – Jimin se giró para quedar frente al computador, se miró las manos y luego posó su vista en el teclado y suspiró. Podría ser una buena idea, escribir era una buena forma de tratar con sus problemas así que no había forma de que aquello saliera mal. 

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Quiero saber que harían si estuvieran en la situación de Jimin  👀

Estoy muy emocionada por Golden y como la adulta responsablemente financiera que soy, me compré el fullset. Comeré cartones jssj.

Chau! Nos leemos en el siguiente. 

Lulito se va!