Capítulo 59

108 10 0
                                    

Las criaturas que llegan a vislumbrar el precio de la muerte...—Se dijo así mismo el señor de los demonios —Se vuelven aun más tenaces. Y yo lo sé —Miraba fijamente a Tanjiro, el cual esquivaba sus ataques rápidamente —Con tal de evitar la muerte, uno abre la puerta de la fuerza y la percepción. La cual es innecesaria durante la vida cotidiana. Aquellos que no abren esas puertas mueren. Pero quienes no lo hacen... —

Tanjiro blandía su espada con gran maestría entre los tentáculos que lo rodeaban, con el fuego y su espada ahora carmesí casándole daño a Muzan. 

El volvió su espada carmesí sin la ayuda de los poderes de su hermana —Volvió a pensar, viendo esa espada —De alguna manera debió abrir la puerta cuando cayo inconsciente. Los pilares tenían sus formas de volver sus espadas carmesí. Aun así —Miro seriamente a Tanjiro, quien estaba en el aire —No es suficiente. Te faltan muchos siglos para ser como ese hombre 

Muzan recordó a Yoriichi, donde la espada de el y sus ataques no eran como los que hacia Tanjiro.

¡Halo solar del dragón! —Exclamo Tanjiro, donde alrededor de Muzan apareció un gran dragón de fuego —¡Rueda de fuego! —

Mientras se movía para seguir evitando esos tentáculos, Tanjiro pensaba que por fin pudo unir seis estilos a la mitad. Podía sentir como su cerebro y corazón daban vueltas dentro de el, y sus ataques estaban siendo repelidos por Muzan. Y su espada no estaba alcanzando su torso, algo que lo hacia enfadar. Además de eso, podía sentir como sus pulmones estaban siendo golpeados junto con sus extremidades que sentía como si alguien se las estuviera arrancando del cuerpo.

Aunque sea un demonio, su regeneración hacia todo lo posible para curarlo, aunque con cada ataque que bloqueaba, esquivaba o le lanzaba, se debilitada. Tanjiro se repetía en su mente que quedaba poco tiempo mientras esquivaba los tentáculos del señor de los demonios, para por fin acabar con el de una vez por todas. En lo que estaba pisando, su pierna dejo de responder por un segundo, el tiempo suficiente que necesitaba Muzan para hacer que uno de sus tentáculos le diera y lo mandara a volar. 

En lo que estaba en el aire, Tanjiro giro como pudo, diciéndose así mismo que se concentre y no piense en nada más a excepción de este segundo. El movimiento con su espada se estaba entorpeciendo, sus extremidades se estaban entumeciendo. El portador de aretes hanafuda necesitaba conectar los segundo, repetir casa segundo hasta el amanecer. 

¡Parhelio arcoíris! —Tanjiro desapareció cuando un tentáculo intento atravesarle el cuerpo, reapareciendo en otro lugar — ¡Sol abrasante - Puesta de sol! 

La presión de sus técnicas ha disminuido. La espada carmesí volverá a la normalidad pronto —Se decía Muzan en su mente, notando los ataques que recibía —Después de todo, solo el podría llegar a tales extremos —Una imagen de Yoriichi apareció —Pero por supuesto. No mucha gente como el...Nace en este mundo 

Muzan mando todos sus tentáculos a Tanjiro, quien lanzo dos poderosos cortes pero eso no fue suficiente para detener a los demás. Una punta de los tentáculos se clavo en pectoral derecho de Tanjiro, el cual saco sangre de su boca. Muzan aprovecho eso, y mando el tentáculo de su brazo derecho hacia Tanjiro, el cazador salto para evitar eso, pero el señor de los demonios no iba a permitir que se salve.

La punta de ese tentáculo apareció en el lado izquierdo, a pocos centímetros de la cabeza de Tanjiro, donde logro darle y mandarlo lejos en lo que Muzan creaba un tornado con los demás tentáculos. El de cabellos burdeos aterrizo en el suelo, algo que confundió por un momento a Muzan, el cual lo ignoro y volvió a lanzar un ataque hacia el otro demonio que logro dominar el sol. Tanjiro salto lo más alto que podía, evitando los tentáculos los cuales destruían un edificio como si fuera papel

El Demonio CazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora