La razón por la que minji compró la casa en la que vivía fue porque era joven y no tenía dinero para pagar una casa más nueva y amueblada, el hecho de que nunca fue repintada o incluso limpiado mostro que Haerin o cualquier miembro de su familia eran las últimas personas que vivieron ahí. Se llevaron la mayor parte de muebles excepto un sofá viejo, algunos trastos en el desván y por supuesto el teléfono que llevaba minutos viendo esperando su llamada.
Haerin estaba agachada contra la pared mientras sus manos se clavaban en su cabello, ebria, normalmente no bebía pero esa noche fue una excepción. Tenia una botella en su mano mientras que en la otra sostenía el teléfono, contemplando si llamar a minji a pesar de su estado mental vacilante o no llamar dejando a minji sola por la noche.
Jae había estado en su casa antes, haciendo todo lo posible por levantarle el ánimo, Haerin había puesto buena cara para asegurarle que estaba bien, luego se derrumbó tan pronto Jae cerró la puerta detrás de ella.
El alcohol nunca fue un problema para ella fue más un problema de su padre. Ella había prometido no seguir el camino de su padre pero aquí estaba, botella en mano y con el estado mental fuera de control. Sabía con quién quería y necesitaba hablar pero estaba aterrorizada. La situación provocaría ansiedad en ella, pero cuando hablaba con minji le era fácil ignorar lo absurdo de todo. Le encantaba escucharla hablar de cualquier cosa, le encantaba escuchar su voz.
Lanzó la botella contra la pared que termino por hacerse añicos, esparciendo el contenido del interior en el piso y la pared, dejando solo el teléfono en sus manos mientras marcaba un número.
Minji miraba Twitter viendo las tendencias cuando volteo a la pared y vio una mancha desconocida una mancha que destacaba absolutamente contra el papel tapiz floral vintage. Su pensamiento inicial fue que era sangre lo que la asustaba. Tenía tantas ganas de preguntarle a Haerin si estaba bien pero marcar desde su tiempo nunca funcionó, solo Haerin tenía el poder de llamar a minji.
Justo a tiempo sonó el teléfono y respondió al instante.—¿Estas bien?—pregunto frenéticamente.
—Si ¿por qué preguntas?.— las palabras de Haerin se arrastraron un poco pero todavía tenia el habla franca y segura que solía tener.
—La pared manchada, pensé que te habías lastimado o algo asi.
Haerin miro a la pared donde recientemente había lanzado la bebida y comprendió.–𝘢𝘩, 𝘥𝘦𝘳𝘳𝘢𝘮𝘦 𝘮𝘪 𝘣𝘦𝘣𝘪𝘥𝘢.
—¿En las paredes?.
—𝘗𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘳 𝘵𝘰𝘳𝘱𝘦—rio lentamente—𝘰𝘩 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘳 𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘵𝘰𝘳𝘱𝘦.—dejo escapar una risa más grande.
—Haerin... ¿estas ebria? ¿La bebida era alcohólica?.
Haerin suspiro en rendición.—𝘚𝘪.
—que no me habías dicho que no bebias.
—𝘠𝘰, 𝘯𝘰𝘱.—Haerin dijo con sinceridad—𝘌𝘴 𝘴𝘰𝘭𝘰...
—¿Solo?.
—𝘘𝘶𝘦 𝘵𝘶𝘷𝘦 𝘶𝘯 𝘮𝘢𝘭 𝘥í𝘢.—Haerin sonaba derrotada—𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘪𝘥𝘪𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘥í𝘢𝘴 𝘮𝘢𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦𝘳í𝘢 𝘷𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘦 𝘴𝘦𝘯𝘵í𝘢 𝘳𝘦𝘱𝘳𝘪𝘮𝘪𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘣𝘦𝘣𝘪𝘥𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘤𝘪𝘢 𝘮𝘪 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦... 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘧𝘶𝘯𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢.
Minji nunca había oído hablar del padre de Haerin, sólo mencionaba a su madre y hermanas, pero Minji nunca preguntó por su padre, ya que capto la indirecta de la negativa de Haerin de hablar de él.
—Quizás si—dijo Minji—pero te recuperas de la sobriedad y empiezas a sentirlo de nuevo, lo más que hace es adormecer, aunque claro no bebo así que solo hablo por lo que eh escuchado.
—𝘚𝘪...—Haerin lo sabia, había visto el efecto duradero que tuvo en su familia cuando su padre sacó otra botella de la nevera.
—Es como poner una tirita en una herida que necesita puntos... ahí mejores formas que funcionan a largo plazo.
—¿𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘫𝘦𝘮𝘱𝘭𝘰?
—como hablar con alguien, dijiste que tienes a tu amigo Jae, también puedes empezar a escribir un diario, abandonar todo o hablar con...
—𝘊𝘰𝘯𝘵𝘪𝘨𝘰.
Minji dejo escapar un suspiro.—conmigo.
—𝘓𝘰 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘢𝘶𝘯 𝘯𝘰 𝘮𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘭𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘩𝘢𝘣𝘭𝘢𝘳 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦 𝘦𝘭 𝘵𝘦𝘮𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘰... 𝘴𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘺 𝘦𝘴𝘰 𝘮𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢.
—𝘥𝘦𝘣𝘦𝘳í𝘢𝘴 𝘥𝘰𝘳𝘮𝘪𝘳 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘰.
—𝘔𝘪𝘯𝘫𝘪
—¿Dime?
—𝘠𝘰....—comenzó pero suspiro, estaba lo suficientemente sobria como para luchar contra cualquier impulso de hablar.
—¿Tu..?
—..𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦𝘴 𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯 𝘥𝘦𝘣𝘦𝘳í𝘢 𝘥𝘰𝘳𝘮𝘪𝘳 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘰—Haerin se salvo a si misma.
—Si, buenas noches anciana— Minji rio
—𝘉𝘶𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦𝘴, 𝘯ú𝘮𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘲𝘶𝘪𝘷𝘰𝘤𝘢𝘥𝘰.—susurro tan cerca del teléfono que Minji juro que sintió su aliento como si le hubiera susurrado a lado de ella, espero un rato antes de colgar.
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𝗙𝗟𝗢𝗥𝗘𝗦 𝗗𝗘 𝟭𝟵𝟳𝟬 - 𝘔𝘪𝘯𝘳𝘪𝘯
Romance𝘔𝘪𝘯𝘫𝘪, 𝘶𝘯𝘢 𝘫𝘰𝘷𝘦𝘯 𝘺 𝘴𝘰𝘭𝘪𝘵𝘢𝘳𝘪𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘶𝘣𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘶𝘵𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳 𝘶𝘯 𝘷𝘪𝘦𝘫𝘰 𝘵𝘦𝘭é𝘧𝘰𝘯𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘶𝘯𝘪𝘤𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘦 50 𝘢ñ𝘰𝘴 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘴𝘢...