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Los villanos son tan importantes en las historias, porque sin ellos no podrían ni siquiera habría una historia: si saben a lo que me refiero.

Mariela jamás había tenido un amigo de verdad, siempre odiada, siempre marginada por su propio padre. La única persona que miro en ella un poco de empatía la lanzó por el precipicio del desprecio. Ella sólo quería tener amigos, sólo quería ser normal, sin embargo, no estaba bien mentalmente.

Matar animales para verlos sufrir para ella era satisfactorio y placentero. Llegó a la conclusión que si a ella le hacían daño, ella podría regresar eso también, pero en seres que no podrían defenderse. La mente de un criminal empieza por eso, después no es suficiente y quiere algo más grande, el matar animales ya no la satisfacía. Fue cuando miró a su primera víctima: Nicol Borwins. Una niña de 4 años que era tierna, hermosa, cabello rojo, pecas en todo su rostro, y unos ojos verdes como el césped de su jardín.

Era amada por muchos, sus padres la llamaban la princesa de Edimburgo. Mariela miraba a el padre la niña amándola, darle juguetes, comprarle helado, ¿y ella que recibía de su padre? Golpes, gritos, desprecio. Fue ahí donde se dio cuenta de que jamás podría tener lo que ella quería de su padre, lo que otros les daban a sus hijas, fue ahí donde ella se plantó en la cabeza que tendría absolutamente todo sin importar las consecuencias.

Nicol Borwins era tan inocente, la llevó con mentiras al acantilado para verla morir, si ella no era feliz, tampoco las demás. Sonrió al ver la mierda en las rocas, su sangre, las tripas, un brazo por aquí y otro por allá. Fue el comienzo de su más grande trastorno.

Min YoonGi era como el muñeco que ella quería poseer, era ese niño de sus sueños, el que muchas niñas se sonrojaban el sólo verlo pasar. Mariela tenía la dicha de tenerlo como amigo, todas la envidiaban por ser amiga del hijo de la raza más pura de Alfas. Lo miraba como su más grande tesoro, su premio al triunfo, pero todo aquello se desmoronó como un castillo de arena, él la traicionó y fue mandada por su padre aún internado. Dónde sufrió, donde las demás omegas niñas se burlaron de ella.

La villana salió, la convirtió en el más cruel y frío monstruo. Todo ese odio la llevó aquí; a la mansión de los Min, teniendo a su Omega bajo sus pies llorando de impotencia por la muerte de su amado Alfa. Todos sufrían, todos le lloraban mientras ella disfrutaba de una rica copa de vino escuchando su canción favorita.

Estaba feliz, por primera vez estaba feliz, Min murió, su culpable y su verdugo está completamente muerto. Pero una parte de ella sentía que debió quedarselo, una parte de ella debió quedarse al Alfa como recompensa por lo que sufrió, ahora su lobo estaba arrepentido.

─¡Maldita! ¡Te odio! ─Grito Jimin, estaba completamente destrozado, sus bebés se movían mucho, sentía que todo se había destruido.

─¡Jimin, cálmate por favor, los bebés! ─Le grita Jungkook al rubio.

─Dejalo, de todas maneras mi hermano se los sacará. ─Se burla.

El sentimiento de derrota lo tenía en su peor sufrimiento, cómo podría no hacerlo, su Alfa estaba muerto, y ellos sin salida. Pero entonces el llamado, su lazo con su alfa. Jimin sintió como YoonGi le decía a través de su lazo que estaba bien, que iba por él, pero que mantuviera la calma.

« Estoy bien amor, no subí al avión. Aguanta mi amor, espera por mí, ya casi llego. »

Le hablo, sólo en ese momento Jimin pudo sentir que su alma le volvió al cuerpo. Sus bebés se tranquilizan, su marca dejó de doler. Miro a Mariela brindar con su hermano, quien vestía de mujer. Los sujetos que ella contrató seguían apuntándoles con las armas, tenía que avisarle a su esposo sobre ella y lo que trama: y así lo hizo, ahora sólo le tocaba esperar.

◇𝐒𝐂𝐀𝐑 -𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora