—¿Quién eres y de qué conoces a Chanyeol?
— ¡Suéltame!Ashlyn se retorció para intentar zafarse de su captor. Le dolía mucho el tobillo, pero
no le importaba.— ¡Lo están matando!
Oh, Dios. Lo estaban matando con una espada. Había mucha sangre, y los gritos eran espantosos. Sintió náuseas al recordarlo. Aunque las voces seguían en silencio, nunca se había sentido más atormentada que en aquel momento.
—Chanyeol se pondrá bien —le dijo aquel hombre. Chanyeol le había roto la nariz, ella
lo había visto, pero se le había vuelto a colocar en su lugar casi al instante. Ni siquiera había sangrado. Él apartó uno de los brazos de su cintura, le acarició la sien y le apartó con delicadeza un mechón de pelo de la frente—. Ya lo verás.— No, no lo veré —dijo ella, casi sollozando —.
¡Suéltame!— Por muy poco que me guste desobedecerte, no puedo. Le estabas causando un tormento excesivo.
—¿Yo le estaba causando un tormento excesivo? No he sido yo la que lo ha atravesado con una espada. ¡Suéltame!
Como no sabía qué otra cosa podía hacer, se quedó inmóvil y lo miró. —Por favor.
Aquel hombre tenía los ojos azules, muy brillantes, y la piel blanca como la leche. El pelo era de una cautivadora mezcla de castaño y negro. Era más guapo que nadie a quien hubiera visto antes. Demasiado perfecto para ser verdadero.
Y lo único que ella deseaba era escapar de él.
—Relájate —respondió el hombre con
una sonrisa lenta, seductora. Era una sonrisa estudiada, incluso para alguien lego en la
materia—. No tienes nada que temer de mí, preciosa. Sólo me dedico al placer.Entre la furia, el miedo, la pena y la frustración, Ashlyn encontró la fuerza necesaria
para abofetearlo. Acababa de ver cómo otro hombre apuñalaba a Chanyeol y no había hecho
nada para evitarlo. Además, se había atrevido a flirtear con ella. Tenía todo que temer de él.AI hombre se le borró la sonrisa de los labios y la miró con el ceño fruncido.
—Me has golpeado.
Ella volvió a abofetearlo.
— ¡Suéltame!
Su gesto ceñudo se hizo más marcado. Se frotó la mejilla con una mano y la mantuvo inmovilizada con la otra.
—Las mujeres no me abofetean. Me adoran. Ella levantó la mano para darle otra bofetada.
Con un suspiro, él dijo:—Está bien. Vete. Los gritos de Chanyeol han cesado. Dudo que puedas molestarlo ahora, porque estará muerto.
Y la liberó.
Ashlyn no le dio oportunidad de cambiar de opinión. Al verse libre, salió corriendo por el pasillo, pese al dolor que sentía en el tobillo. Cuando entró en la habitación y vio el cuerpo empapado en sangre, inmóvil, se detuvo en seco.
Dios Santo. Chanyeol tenía los ojos cerrados. Su pecho estaba quieto. Sollozó y se cubrió la boca con una mano temblorosa. Los ojos se le llenaron de
lágrimas.—Te han matado.
Corrió hacia la cama y le tomó la mandíbula a Chanyeol entre las manos, ladeándole la
cara ligeramente. Los párpados no se abrieron. No respiraba. Ya tenía la piel fría por la pérdida de sangre.Había llegado demasiado tarde.
—¿Quién es? —preguntó alguien.
Asombrada, se volvió. Los asesinos de Chanyeol estaban a un lado, hablando entre sí. Ninguno le dirigió la palabra, aunque la miraban de vez en cuando. Continuaron con su conversación como si ella no importara. Como si Chanyeol no importara.
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LA NOCHE MÁS OSCURA ー P. CHANYEOL
FanfictionAshlyn Darrow siempre había vivido atormentada por voces del pasado. Para terminar con su pesadilla, había acudido a Budapest en busca de ayuda: se rumoreaba que allí vivían unos hombres con poderes sobrenaturales. Sin embargo, no sabía que se verí...