Capítulo 11

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Misuk

Esa mañana en el desayuno decidí que era hora de hacer un movimiento. El día siguiente iba a empezar a trabajar en el hotel y había cosas que debía saber antes.

- ¿Saben en el hotel que soy tu hermana? – le pregunté a mi hermano que desayunaba distraído mirando la nada.

- No, todavía nadie sabe nada, vamos a hacer una fiesta, una presentación oficial en sociedad este fin de semana – dijo mi madre muy entusiasmada. A mi no me hacia mucha gracia la idea... ser el mono de exposición no era para mi.

- ¿Y si mejor nos saltamos lo de la fiesta? – pregunté esperanzada. Una sonrisa se asomó por la comisura de la boca de mi hermano mientras bebía agua – no me gustan los espectáculos.

- Pues me temo que es así como en esta familia hacemos las cosas, hay formalidades, etiquetas y códigos que hay que seguir a raja tabla y sin rechistar – espetó mi padre fulminándome con la mirada. Si ese señor se pensaba que yo iba a bajar la vista es que no me conocía. El pulso visual era evidente en la mesa y pude ver algo de orgullo en el gesto de mi hermano, al fin y al cabo a él le habían criado para obedecer, a mi me había criado una mujer soltera e independiente y estaba programada para cuestionarlo todo.

- Me temo que no sabéis todavía la clase de mujer que es vuestra hija – dije con hielo en la voz – no me gusta que me obliguen a hacer cosas, de hecho me encanta hacer todo lo contrario...

- Cariño... no agobiemos a Misuk, es nueva en todo esto, necesita tiempo – medió mi madre, en realidad necesitaba morir y volver a nacer para aceptar aquellas absurdas reglas y etiquetas - ¿Qué tienes pensado hacer hoy? – cambió de tema. Estaba claro que la inteligencia en esa pareja la tenia ella.

- Voy a hacer turismo, pero me gustaría ir sola – aclaré volviendo a echar un pulso visual con ambos – no me he olvidado de que me prometisteis que estaría sola el otro día y al final mandasteis a Sun a vigilarme – la mención del nombre de mi guardaespaldas no pareció gustarle nada a mi hermano.

- Si, perdón, el señor Cha, soy incapaz de aprenderme estos nombres y apellidos tan complicados – y la verdad es que no estaba mintiendo, al fin y al cabo había vivido toda mi vida en España y mi falta de interés por los demás ya hacia muy difícil acordarme de los nombres, mucho mas cuando eran coreanos que son tres palabras – si veo al señor Cha durante mi visita a Seúl aunque sea una coincidencia y este comprando el pan... me marcho de aquí – lancé el pulso definitivo.

- Esta bien, no te preocupes, el señor Cha esta solo para protegerte, pero todavía nadie sabe quien eres – dijo mi madre intercediendo entre mi padre y yo – puedes ir sola, no hay problema, no mandaremos ningún guardaespaldas, pero entiende que todos tenemos uno y cuando se te presente en sociedad no tendrás mas remedio que llevarlo, hay mucha gente interesada en nuestros activos y en hacernos daño – entendía lo que me estaba diciendo, pero aquello me parecía surrealista.

- Él no lleva guardaespaldas – señalé a mi hermano, que me sonrió y se encogió de hombros.

- Dejo de llevarlo el año pasado cuando terminó de sacarse el cinturón negro de taekwondo y además es campeón de MMA, no necesita guardaespaldas a diario, pero si durante los eventos importantes – aclaró mi padre. Vaya... por eso tenia ese cuerpo tan duro y esos hombros tan anchos... y ¡deja de mirarle! Me dije a mi misma mientras recorría su cuerpo con mi mirada. Casi se atraganta con la sopa cuando la intensidad de mis ojos le atravesó en las mismas partes que me travesó a mi.

- Esta bien, pero hoy no necesito a nadie – dicho aquello me levanté y subí a mi dormitorio que estaba en la segunda planta justo en frente del de Jihoon. Me vestí con un vaquero unas deportivas y una camiseta negra de Mago de oz que había conseguido en el ultimo concierto al que había ido, era ceñida y dejaba un buen trozo de escote a la vista. Estábamos a primeros de septiembre por lo que me llevé una sudadera en la mochila por si acaso ya que allí el tiempo era una locura.

Y al final, Pasó lo impensableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora