Capítulo 106

19 6 0
                                    


Minjae

Volver a tenerla entre mis brazos se sentía tan bien... mi hermano dormía plácidamente en la habitación de invitados y nosotros habíamos tenido el sexo mas silencioso hasta el momento, se había sentido tan bien que todavía no era capaz de dormirme y seguía recordando como Misuk me miraba y se mordía el labio mientras estaba debajo de mi... como contenía sus gemidos... como había conseguido que se corriera en silencio atrapando su boca con la mía...

Volvía a estar cachondo y ella ya estaba completamente dormida entre mis brazos, era la primera vez que una mujer dormía en mi cama. Moona era la única mujer que había pisado mi casa, pero nunca había permitido que se quedara a dormir, aquello me parecía algo demasiado íntimo y sin embargo con Misuk me resultaba tan natural como respirar.

Estaba acojonado, por primera vez en mucho tiempo, tenia miedo de que aquello no saliera bien y la situación no tenia muy buena pinta, los medios de comunicación estaban despellejándola viva a ella y a sus padres, eso estaba afectando a mi empresa, por mucho que mi padre hubiera publicado un comunicado en la prensa para explicar que nuestro compromiso se había cancelado, cuando yo había salido de aeropuerto con ella en mis brazos todo aquel esfuerzo por su parte había caído en saco roto.

Era posible que me destituyeran del cargo de CEO al que había llegado por mis propios medios gracias a mis grandes tomas de decisiones e ideas que habían llevado a la red de centros comerciales a un nivel que nunca antes habían si quiera soñado, pero la junta no iba a tener en cuenta cuanto esfuerzo y trabajo había dedicado, ellos solo verían las perdidas y estaba seguro de que cuando despertara y abriera la bolsa, las acciones del grupo habrán bajado.

Me preocupaba la situación y jamás pensé que fuera a dudar entre algo y mi trabajo ni mucho menos una mujer, pero no quería dejarla ir... había visto lo que le había sucedido a Jihoon y no podía parar de estremecerme y asquearme cada vez que él la miraba. Él había sido un idiota, yo no solía aprender en cabeza ajena, pero aquella vez no podía permitirme el lujo de dudar, Misuk no era una mujer que diera segundas oportunidades, exactamente igual que yo.

- ¿Qué te ronda tanto por la cabeza que no paras de moverte? – me preguntó pegando su cuerpo caliente y desnudo contra el mío y apoyando su cabeza en mi hombro.

- Estoy pensando en como conseguir que mi hermano se suba a ese avión sin que nadie se lo impida – le mentí.

- Creo que va a ser complicado, pero tengo un plan de esos locos y absurdos que lo mismo funciona, pero vas a tener que gastarte algo mas de dinero, lo llamaremos operación Ladybug – me dijo con una risa maligna y divertida.

- Estoy deseando escucharlo – contesté con una carcajada.

Y al final, Pasó lo impensableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora