Capítulo 80

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Minjae

No me gustaba nada que esos dos se hubieran encerrado en el baño y es que yo ya me empecé a imaginar que se lo iban a montar allí... mi imaginación volaba a montarse la película, pero la madre de Misuk me hizo bajar de golpe a la realidad.

- Estas enamorado de ella – sentenció así sin mas. Yo la miré como si se hubiera vuelto loca – no me mires así, solo un bobo no se daría cuenta de tus sentimientos por ella, la forma que tienes de mirarla y de estar a su alrededor...

- Enamorado... - dije saboreando la palabra... tenia un regusto amargo – yo no me enamoro señora y no le voy a decir cual es mi interés en ella porque es usted su madre – pero iba bien implícito en esa frase, a mi solo me interesaba acostarme con ella. ¿Amor? ¡Vamos hombre! a estas alturas de mi vida ya sabia que el amor no solo no existía sino que era un invento de nuestras hormonas.

- Soy muy moderna, pero si vuelves a insinuar... - me dijo entrecerrando los ojos. Había que reconocer que era una señora muy guapa y que tal y como decía todo el mundo, Misuk había heredado su sonrisa – ¿Sabes lo que es la corbata colombiana? – me preguntó y yo obviamente la miré sin tener ni idea – pues lo buscas en internet y así te haces una idea de lo que te haré.

- Vaya... que cosas mas originales hacen ustedes aquí – dije después de leer y ver en internet a que se refería, se me revolvió un poco el estomago.

- De todas formas puedes engañarte a ti mismo lo que quieras, pero yo se lo que veo en tus ojos – me dijo volviendo a encararme – no obstante no funcionaria... eres un Chaebol... no me hace falta saber quien, solo con verte a ti y tu ropa puedo deducirlo, los que son como tu no se casan por amor – y en eso la señora tenia razón.

Por fin Cha y Misuk salieron del baño, estaba claro que algo había pasado, porque se veían un poco incomodos y rehuyeron nuestras miradas. Celos, los celos me estaban comiendo por dentro y hacia mucho tiempo que eso no me pasaba, no había vuelto a sentir celos desde Hanna y debo reconocer que me acojoné. ¿Y si la madre de Misuk tenia razón?

Aparté todos esos pensamientos catastrofistas de mi mente y pensé con racionalidad, había estado mucho tiempo alrededor de ella y todavía no la había hecho mía, era puro instinto, no me gustaba que otro tipo se acerca a oler a mi... ¿mi qué?

- Necesito ir a comprar algunas cosas antes de irnos, ¿Cuánto tiempo tengo? – me preguntó Misuk sacando de su maleta otro vestido, azul en este caso, no se había cambiado todavía de ropa y tenia ese pequeño y sensual vestido de flores empapado en sangre.

- Tienes como mucho una hora y media – le dije mirando el reloj y calculando el tiempo. Nuestro vuelo salía una hora antes que el de Sun y Selena por lo que iríamos los cuatro juntos al aeropuerto.

- Yo se de un centro comercial cercano – indicó su madre – voy contigo.

- No vais a salir solas ni de coña – les dije al ver que se preparaban para irse, Cha asintió mirándolas y dándome la razón. Por una vez ambos estábamos de acuerdo con algo.

- Esta bien, pues venid con nosotras – bufó la gatita resignada. Se había puesto el vestido en el baño en menos de un minuto, se había lavado la poca sangre que le quedaba a la vista y ya estábamos todos listos para irnos.

- ¿Esta cerca su casa para acercarnos a coger sus cosas? – le preguntó Cha a la madre de Misuk, ninguno habíamos caído en eso, seguramente la mujer no llevara ni su pasaporte encima.

Cogimos un taxi y fuimos primero a casa de Selena a por sus cosas, hizo la maleta lo mas rápido que pudo y agarró toda su documentación. Después nos fuimos al centro comercial para hacer algunas compras y a mi también me vino bastante bien la visita, porque así pude comprarme un par de bañadores y zapatillas de playa.

Y al final, Pasó lo impensableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora