Última Hechicera

Capítulo 8

- ¿Cómo te fueron las clases? - preguntó Ryan inclinándose un poco para ver lo que leía - La madre Luna ¿Es interesante?

Levanté la vista gruñendo

- Si tanto te parece Interesante el libro, puedes ir a buscarlo en alguna biblioteca - solté irritada

Ryan dejó de beber su batido frunciendo las cejas

- Sabes que, no sé qué demonios te pasó pero estás de un humor que no me gusta para nada

- Si tanto no te gusta mi humor, entonces vete de aquí y no me preguntes cómo me han ido las clases

- Eh, chicos, ¿qué pasa? - Lynn y Sara-Lin aparecieron por la barandilla de las escaleras obligándonos a mirar hacia arriba

- A Nell le pasa algo. Está de mal humor - dijo Ryan señalándome

- WoW, gracias - le dije con ironía

Cerré el libro de golpe y me levanté del puff. Subí las escaleras pasando de lado y entré en la habitación de chicas.

- Hey, ¿estás bien? - preguntó Sara-Lin intentando acercarse

Me alejé de ella claro.

Agarré una  de mis sudaderas que había en la cabecera de mi cama y salí de la habitación. Bajé las escaleras donde se encontraban los chicos

- ¿A dónde vas? A estas horas ya habrán cerrando el árbol comilón

Les ignoré saliendo de casa. Necesitaba coger aire

- ¡Hola Nell! - me saludó D.P - ¿Aún no estás dormida? Bueno, nadie lo está pero...

Le dejé hablando solo y salí de Subterráneo House dispuesta a irme al despacho del director Grevery

- ¿Diga? - su voz salió por el otro lado de la puerta

- Nelly, señor

- Pasa

Abrí la puerta con cuidado. El director estaba en su escritorio con algunos libros y una lista larga de personas escritas en una hoja

- Buenas noches, Nell - me saludó - ¿En qué puedo ayudarte?

- Me gustaría volver a mi hogar - dije directamente - No me siento bien aquí

El director levantó la cabeza mirándome sorprendido

- ¿Qué?

- Lo que ha oído

El director me miró directamente a los ojos y suspiró

- Las clases no han salido como tú esperabas, has pasado vergüenza y sientes que no encajas en este colegio ¿Me equivoco?

Negué

- ¿Cómo sabes tú eso?

- Puedo sentir tus emociones y sentimientos cuando son fuertes - me explicó - ¿Quieres sentarte para hablar del tema?

Asentí acercándome a la silla que se encontraba delante de su despacho. Me senté y cerré los ojos

- No puedo leer signos jeroglíficos, me han salido mal todos los hechizos que me han mandado hacer, no puedo volar, olvidé añadir tres ingredientes a la pócima que hacía yo y mis compañeros, la levitación me tiene mareada y ni siquiera he conseguido elevarme un milímetro...

El director me escuchó con suma atención sin interrumpirme ni una sola vez hasta que terminé de hablar

- Nell, Nell - murmuró - Se nota que no eres paciente