One last kiss ⟡ haikaveh

Recuerdos del pasado

-El café aquí es delicioso, me atrevo a decir que es la mejor cafetería de la ciudad.

El más joven hablaba de cualquier cosa mientras su compañero tenía una cara de angustia.

-¿Estás escuchándome?

-Ah, sí, también me gusta el café.

-¿En qué piensas?

-En lo de ayer. ¿Por qué él está aquí?

-Kaveh, deja de pensar en ese bobo. Tienes suficientes problemas como para querer darte más.

-Pensé que me odiaba por dejarlo, pero vino de nuevo. ¿Eso qué significa?

-Significa que eres un tonto que cae redondito en los brazos de cualquiera.

-¡ouch!

-Solo soy honesto. Eres mi amigo y los amigos somos honestos.

-Lo que me pregunto es ¿Cómo me encontró? Quiero decir, ni siquiera le dije a qué nación me iba.

-Pues está loco y obsesionado contigo. Ya deberías saberlo.

-Necesito tiempo para pensar en esto.

-La respuesta es más que clara.

-¡lo sé! Como sea, hoy visitaré a mi hermana, pero nos vemos el lunes.

-¿Quieres que te acompañe?

-No, disfruta tu café.

-De acuerdo. Ah, y recuerda que hoy nevará, así que llévate un abrigo.

-¡Lo haré!

...

-Keren tenía razón... la temperatura está comenzando a bajar... - El joven arquitecto frotaba ambas palmas tratando de generar calor.

-Vas a resfriarte.

-¿Al Haitham? ¿Cómo me encontraste?

-Pasaba por aquí y me pareció ver un tonto que se congelaba.

-Qué chistoso.

-Puedes tomar mi abrigo, no lo necesito.

El modelo lo pensó por unos segundos. No quería volver a relacionarse con él, pero realmente tenía mucho frío, incluso algunos copos de nieve comenzaban a caer.

-De acuerdo, gracias.

-Siempre es lo mismo contigo. Olvidas tus cosas por doquier.

-Bueno, en Sumeru nunca nevaba. Esa es mi excusa.

-Por cierto, ¿qué es lo que llevas en esa bolsa?

-Vestidos, juguetes y algunos dulces. Son para mi hermana.

-¿Tienes una hermana? Nunca me lo dijiste.

-Ni siquiera yo sabía de ella, hasta que me mudé aquí. Hablando de eso, ¿por qué estás aquí?

-Me invitaron a un evento, es todo.

-Ah, con que esa era la razón.

-¿Esperabas que tú fueras esa razón?

-¡Claro que no! Lo que dices ni sentido tiene.

-Solo estaba bromeando.

-Como sea, le dejaré esto a mi hermana, así que adiós.

-¿Puedo ir contigo?

-¿Para qué quieres venir conmigo? A ti ni siquiera te gustan los niños.

-Ese era el antiguo yo. He cambiado mucho desde que te fuiste.