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-Mi pequeño Dragón, que Salazar te otorgue toda la astucia y determinación de un mago poderoso
-¿Cómo el niño Harry Potter, Mami?
-Como cualquier mago que quieras y admires mi pequeño
-¡Como papá entonces!

Draco regresó su mirada al pastel que tenía en frente, las luces de las velas se reflejaban con mayor intensidad en sus ojos grises, cerró los ojos y soplo las velas.

La habitación estaba decorada con detalles dorados que le brindaban una luz peculiar, el techo estaba encantado para mostrar las constelaciones y formar un dragón con ellas, que una vez que recorrían todas las estrellas el dragón salía volando por...

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La habitación estaba decorada con detalles dorados que le brindaban una luz peculiar, el techo estaba encantado para mostrar las constelaciones y formar un dragón con ellas, que una vez que recorrían todas las estrellas el dragón salía volando por toda la habitación expulsando un fuego formado por vapor, la mesa y las sillas tenían un estilo clásico greco romano que se distinguían más por las tonalidades oscuras y no por ser claras, los detalles de cada esquina eran resaltados por el color plata pero en esta ocasión, el papel tapiz cambio para ser de azul ahumado acentuando más las luces de las velas que flotaban por toda la habitación.

Era el último festejo que se le permitiría al pequeño Malfoy en privado y con su familia más cercana, antes de que lo presentaran ante la sociedad e iniciara con sus deberes de heredero.

-Severus, que bueno que llegas, no creerás lo que nos pidió tu ahijado como regalo.
Mencionó Narcissa con una leve curvatura en sus labios que pronto fue escondida por la taza de té que tomaba en ese momento y un peculiar brillo en los ojos

Severus solo arqueo la ceja y comentó:
-Me imagino que el pequeño pidió algo sensato y que esta al alcance de su todo poderoso padre
-Es eso, no lo pidió, lo exigió.
farfullo Lucius con una contenida exasperación

Severus, ahora con una despierta curiosidad, se dirigió a su ahijado
-¡Padrino, Llegaste! ¿y mi regalo? quiero verlo
-Pequeño mocoso, ¿Así me saludas?
-Pero hoy se me permite ser consentido y que se cumplan mis deseos, dijo Draco con un notable puchero en sus labios
-¿Sólo hoy?
comentó Severus dándole una pequeña palmadita en la espalda del niño, sacando de su túnica un libro titulado: El Opaleye de las Antípodas y la oveja negra

Los ojos de Draco se agrandaron ante el libro y grito con felicidad notoria
-¡Mi dragón favorito! ¿sabias Sev que sus huevos son como el color de mis ojos? y sus escamas son mi color favorito, iris... iris..
-Iridiscentes, deberías practicarlo más si quieres sorprender a tus amigos con tu vocabulario.
Draco no escuchó, tomó el libro y salio corriendo a su habitación

pequeño mocoso, yo que quería averiguar que le pidió a sus padres, mascullo entre dientes regresando con Lucius y Narcissa

-Me arrebató su regalo y salió corriendo.
Dijo Severus fingiendo enojo y haciendo un ademan con su mano

-El pequeño Dragon, se levantó esta mañana y nos dijo que ya sabía lo que quería de regalo. en retrospectiva lo debimos de haber previsto, pues encontró un ejemplar del profeta de lo que ocurrió hace 6 años
-¿La lluvia de estrellas en Kent?
Lucius dio un suspiro
-Está encantado con todo el tema de la astrología desde que le contamos el origen de su nombre, supo de un evento anormal en Kent y el motivo de este, el niño que vivió...

8AM

-Despierta dragón, hoy es tu día especial

Un pequeño Draco se encontraba acostado en su cama, no queriendo abrir los ojos, pero después de unos minutos recordó lo que su madre le acababa de decir, de un salto salio de la cama y dijo:

-¡Hoy es mi cumpleaños!
Abrazó a su madre y corrió par hacer lo mismo con su padre

-Padre, ya sé que quiero de regalo de cumpleaños.
dijo Draco mientra abrazaba fuertemente las piernas de su papá, volteo la cabeza hacia arriba y trato de poner los ojos más tiernos, esos que nunca le fallaban cuando quería un postre en horas no permitidas o cuando pedía que le leyeran un libro

-¡Quiero que me traigan a Harry Potter, y que sea mi amigo! invítalo padre, si, si, si , siii
extendiendo la última i dando a entender cuanto lo deseaba

-Dragón no puedes obligar a las personas a que sean tus amigos.
Draco volteo a ver a su madre, formando un puchero por lo que había dicho
-Pero soy bonito y hoy es mi cumpleaños, puedo pedir lo que quiera ¿por que no me lo pueden traer y que sea mi amigo?
Extendió sus brazos al aire mientra se dirigía a su mamá por un abrazo

-Además yo sé que papá puede darme todo lo que quiera si me porto bien, y esta semana me he portado bien, ¿Verdad que sí mamá?
-Si mi pequeño, esta semana completaste todas tus lecciones.
Narcissa se agachó y le dio un beso en la mejilla, pasando su mano por el fino cabello de su hijo con cariño palpable

-Ya hasta puedo leer solo
dando unos pequeños brincos regresó con su papá y empezó a rodearlo
-Papá quiero que Harry Potter sea mi amigo, ¡tráelo! si! si! si!
cada brinco era acompañado por un sí del niño.

Lucius seguía sin poder creer lo que su heredero le estaba pidiendo de regalo, pero el paradero del niño que vivió seguía siendo un misterio incluso para él, un aristócrata respetado en el ministerio y una figura importante ante la comunidad global de magos, ya que sí, hubo un tiempo que tuvo curiosidad de donde había terminado ese infante pero estaba tan protegido, que nunca dio con su paradero.

-Dragón...
-No, papá, es mi cumpleaños, se me permite un regalo, el que más quiera
-Dragón...
-¡Papá! anda, yo se que tu puedes, va hacer mi amigo, ya verás.
-Draco.
El pequeño Malfoy calló y trago un poco de saliva, rara vez lo llamaban por su nombre el día de su cumpleaños, eso pasaba cuando había hecho algo mal o...
-No, no, no quiero escucharlo.

se cruzó de brazos y salio corriendo al baño, en donde empezó a sollozar, solo quería un amigo el día de su cumpleaños ¿por qué era tan difícil? era un buen niño, siempre hacía lo que sus padres le decían o bueno, la mayoría de las veces, solo quería conocer al niño que provoco que el mundo mágico gritara de felicidad y ocasionara una lluvia de estrellas, un hechizo patentado por un mago, quería ese hechizo y si tenía al niño que lo motivó de seguro también tendría una lluvia de estrellas por él.

-Dobby, quiero un amigo
dijo entre sollozos haciendo aparecer al elfo domestico
-Amito, ¿me llamó?
Entonces a Draco se le ocurrió
-Dobby, ¿tu puedes lograr todo con solo que te lo ordenen?
-Amito
Dobby bajo sus orejas
-Dobby, te ordeno que busques a Harry Potter, eso es lo que quiero como regalo de cumpleaños.

Dobby desapareció de la habitación, Draco decidió levantarse y darse un baño, hoy sería un cumpleaños importante y estaba más que emocionado por la idea de tener un nuevo amigo.

Mi regalo de cumpleañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora