Eres a quien he estado esperando ver desde hace mucho tiempo.
Expresó aquella sombría criatura sin dejar de hacer muestra de esos brillantes colmillos en la oscuridad donde continuaba camuflado. Los vellos de la piel de Baek Hyun se erizaron por tal áspera voz de ultratumba que lo dejaba sin habla o siquiera con la intención de hacer algún movimiento.
—Te traje al muchacho como me lo pediste —anunció una segunda voz que había escuchado con anterioridad y pasó por su costado para hacer muestra de que se trataba de aquel custodio del autobús—. Es tan fácil de persuadir.
Debiste haber hecho caso a tu madre.
Esa advertencia causó en él dejar de estar como una estatua para buscar con la mirada a su abuela, sin encontrar rastro de ella más que una intensa oscuridad que lo rodeaba cerca al atril de madera.
—No está —el custodio se dio cuenta de a quién buscaba—. Ella nunca estuvo —para, acto seguido, cambiar de voz y hacer saber de qué se hizo pasar por su abuela todos estos años—. No tengo mucho tiempo, Baek Hyun.
Baek Hyun retrocedió con los labios temblorosos por haber sido engañado. Era un vil juego que le hacía sentir incapaz de controlar sus revueltas emociones.
Hace mucho no sentía ese aroma. Ese embriagante aroma.
El custodio dejó de atormentar a Baek Hyun para mirar a su superior y pedir permiso de esfumarse. Esta tarea le resultó tan fácil que no tenía nada más que hacer, pues, el objetivo era tan débil, para alguien tan preparado como él.
Todavía. Hay algo todavía por hacer.
Arrojó de la oscuridad una daga con un mango de hueso decorado con varias calaveras hacia los pies del custodio. Él la recogió y esperó saber la orden: hacer un profundo corte en la palma de Baek Hyun y poner esa mano ensangrentada en la hoja del libro. Ese anuncio por supuesto que lo alertó a moverse de su sitio y coger con prisa el libro para echar a correr entre esa oscuridad que lo ponía más nervioso. No sabía qué dirección tomar y solo esperaba que las piernas no le fallen al último minuto.
El custodio enarcó una ceja, no creyó que aquella débil alma tuviera agallas para subir el nivel del juego, por lo que le dio minutos extra para que fuera a esconderse; sin embargo, oyó la voz de su superior anunciando que no lo siguiera. Tenía otro plan en mente. Sabía que estaba desesperado por huir y por qué no darle la ventaja. Hacerle saber el gran significado de su presencia para estar buscándolo por muchísimo tiempo. Con un chasquido causó que un túnel de luz se muestre en el camino de Baek Hyun sabiendo que no iba a dejar pasar la oportunidad para dar como opción a su salida de aquel sótano.
Creer en la adivinación era algo no muy bien visto por ciertas personas de la alta alcurnia, siendo ellos los principales que a primeras estancias lo niegan a voces, pero a escondidas se deleitan con saber que les deparará el futuro o tener contacto con algún familiar fallecido. Esos hechos llegaron a oídos de una familia que recién se había mudado al pueblo. Tenían una petición por hacer a la persona encargada de tales manifestaciones. Había una única persona entre tantos charlatanes que tenía el don heredado de otros parientes para realizar dichas ceremonias.
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El otro camino
ParanormalDesde los seis años, Baek Hyun, sabe que a su madre no le gusta hablar sobre su abuela. Años atrás sucedió algo muy fuerte entre ellas que él desea averiguar; sin embargo, la sola mención del tema con su madre evoca discusiones amargas que lo hacen...