𝗗 ❚ Nunca me pareció que actuara de
forma tan estúpida.
Oh, aquí vamos.
Es una parte de mí ahora.
Una parte de mí.
Así que, a dónde él vaya, lo seguiré.
No puedo recordarme de olvidarte.
Sigo olvi...
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❛PROYECTO NINA❜
❰ narra Charlotte ❱
Los guardias me empujaron bruscamente hacia una celda a las afueras, rodeé en el piso por el impacto. Apoyé mis manos y rodillas en el suelo, y miré la reja al escuchar ser cerrada. Suspiré pesadamente, me levanté y traté de sonarme la espalda.
— al menos tienes compañía, muñeca.
Escuché una voz, la reconocí al instante. Se volteó a verme y lo miré sorprendida, si por el hecho de hora él estar encarcelado, pero también por el hecho de que estaba aún más atractivo.
— ¿qué haces tú aquí? — lo señalé con mi dedo índice y con el ceño fruncido.
El sonido de la celda abrirse nos interrumpió a los dos. Era Jim, empujado por los guardias. Él estaba totalmente lastimado.
— podría ser peor, estadounidense.
Hopper al escuchar la voz de Dmitri, lo miró y se paró lentamente.
— ahora también soy prisionero, como ustedes — nos miraba a los dos mientras hablaba —. Yuri, el traficante, me traicionó. Nos traicionó.
Jim le dio un repentino puñetazo en la mejilla a Dmitri, luego lo empujó hacia la pared.
— свиньи проблемы (El cerdo tiene problemas) — decía un hombre, viendo la pelea con fascinación.
— ¡dijiste que podíamos confiar en él, Dmitri! — me acerqué enojada hacia los dos hombres, pero lo miraba al anterior mencionado — ¡Me diste tu palabra, maldita sea!
— yo creí que así era. ¿Crees que planeé esto? Lo perdí todo. ¡Todo! Ambos sabíamos el riego, muñeca. ¡Ustedes y yo!
— сделайте нам одолжение. Прикончи его! (Haznos un favor. ¡Acaba con él!) — seguía balbuceando el hombre.
— decidimos apostar, y perdimos — seguía hablando Dmitri —. Perdimos.
Hopper por unos segundos se lo quedó mirando, pero al final lo soltó haciendo que el hombre, que tanto anhelaba que lo matara, gruñó y escupió al piso. Apoyé mi espalda en la reja, en frente de Dmitri. Crucé mis brazos y eché mi cabeza para atrás, mirando el techo podrido.
— lo siento, Charlotte — susurró Dmitri, totalmente arrepentido.
— ¿y Joyce? ¿Qué pasó con Joyce? — preguntó preocupado y desesperado Jim.
— nos traiciono... a todos — le respondió el castaño.
Jim lo miró por unos segundos, luego recostó su cabeza en la pared con una mirada de suma nostalgia. Nuestros amigos estaban en peligro y nosotros seguíamos en esta prisión del infierno.
