Rewrite the stars

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You know I want you

It's not a secret I try to hide

Ambos se tomaron la mano y quedaron mirándose el uno al otro, expectantes de ver si algo cambiaba, si ocurría algo.

Pero no fue así.

—Creo que no funciona —suspiró Takemichi, llevándose la mano libre a la cara, tapándose con ella el rostro.

Mikey no pudo evitar sentirse culpable. Apretó los labios con fuerza.

—Quizás es mi culpa —admitió agarrando con fuerza su mano— quizás no lo deseo lo suficiente.

—Mikey-kun… —murmuró, separando ahora la mano que cubría su cara para acariciar la libre de MIkey— ¿Tienes miedo de algo?

—Tengo miedo a olvidar esto —confesó—, miedo a olvidar lo que tenemos ahora, a que ahora que por fin somos libres volvamos a caer en lo mismo una y otra vez…

Takemichi quería decirle que eso no pasaría, quitarle ese miedo para que los dos volviesen al pasado, pero no podía asegurarle nada porque él tampoco sabía qué pasaría después. Quizás sí lo olvidaría, siempre habría esa posibilidad. No tenía control sobre sus viajes y mucho menos sobrelo que éstos producían en los recuerdos de los triggers.

—... pero quiero hacerlo. Lo seguiremos intentando, no quiero que no podamos viajar de vuelta por mi culpa, lo has arriesgado todo, tu trabajo, a Hinata… 

Takemichi observó el rostro de Mikey. Parecía que se fuera a echar a llorar, temblaba, estaba nervioso. Pocas veces lo había visto sentirse así desde que habían vuelto. Su mirada estaba llena de culpa y no soportaba verlo así.

—Oye, Mikey-kun… no te preocupes. Tranquilo, pasaremos unos días en paz tú y yo, lo seguiremos intentando después. Puedo volver a habla con mi jefa y pedirle-

—¡No! No hace falta, tengo todo lo suficiente como para vivir bien sin necesidad de recurrir a eso, y cuando todo esté mejor… ahí funcionará, ¿no?

El de pelo ondulado asintió con la cabeza a pesar de tener sus claras dudas. Quizás ya no tenía ese poder, quizás sería imposible y simplemente tendría que acostumbrarse a su nueva vida y aceptar el tiempo que habían perdido, tendrían muchos más momentos por llegar para vivir juntos. No estaría tampoco mal.

—Pasaremos estos días, tú y yo, haremos todo lo que siempre quisimos hacer juntos —sujetó una de las manos de Mikey entre las suyas y le sonrió ampliamente, tratando de tranquilizarlo— no trabajaré y así estaremos juntos, pero tú irás a tus carreras, ¿está bien?

—¿Por qué? —preguntó el de ojos azabache, frunciendo el ceño aún con preocupación— Si total cambiaremos de línea temporal. 

—Porque te gusta —mintió—, y porque no he tenido aún el placer de verte practicar o competir en directo. Me gustaría ver esa versión tuya… —admitió con un leve rubor calentando sus mejillas.

—Está bien… tengo competición en unos días, el sábado, así que vendrás conmigo a ensayar y me verás hacerlo —al joven se le iluminaron los ojos y Takemichi sonrió de verdad al fin.

—Es un trato.

—Pues trato —le dejó un pequeño beso en los labios al de cabellos lacios, quien rodeó el cuello de chico y apoyó su frente contra la contraria—. Ahora vamos a la cama, nos acostamos un rato, nos damos unos mimos y me cuentas qué ha pasado.

Supercollide | MaitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora