—¡Marinette Dupain-Cheng!— gritó Sabine con molestia subiendo las escaleras mientras la azabache estaba desayunando en la cocina tranquilamente
—¿Necesitas algo, mamá?— preguntó confundida dejando de lado su café
—¿Que es eso de que eres novia de Chat Noir? Explicalo ahora— dijo mostrando el periodico él cual tenía de titular: ¡Chat Noir y su romance clandestino!
—¡¿Que?! Eso es mentira, Chat y yo no somos novios— dijo una exaltada Marinette tomando el periodico y viendo el articulo
—¡¿Lo estás negando?! Hasta le tienes un apodo ¿Y que tal esto otro? ¿Has estado con él?— contestó Sabine mostrando una revista que tenía una foto del rubio entrando a la habitación de la chica por la trampilla
—Mamá, te prometo que no es cierto lo de que somos pareja, no lo somos— insistió la azabache
—¿O sea que si has estado con él y sin siquiera un compromiso? ¿Me vas a negar que ha entrado a tu habitación a altas horas de la noche?— preguntó furiosa la madre de la chica
—¡Claro que no he estado con él! Nunca he estado con él, ni lo estaré, ni soy su novia, somos amigos y solo entra a hablar o pasar el rato, por favor mamá, creeme— exclamó negando todo
—Hay periodistas afuera— dijo cansada ignorando todo lo que su hija decía, por lo que soltó un suspiro
—¿En serio, no me crees?— preguntó la chica en un tonó apagado
—Ve a la escuela, se te hace tarde— contestó, ella necesitaba pensar las cosas, le quería creer a su hija, pero las imagenes decían todo lo contrario
—Adiós— se despidió y bajó las escaleras donde recibió una mirada de decepción por parte de su padre.
El camino a la escuela -que no es para nada largo- se le estaba haciendo imposible no la dejaban pasar, mientras Adrien veía todo desde lejos, quería ir a ayudarla como Chat, pero él sabía la noticia y sabía que eso solo daría de que hablar.
—No voy a responder ninguna pregunta, así que por favor, dejenme pasar— decía la azabache pero ninguno se movía, ahí fue donde el rubio decidió transformarse, prefería que dijeran chismes a que su amiga tenga que soportar eso. Se acercó por los tejados, donde Marinette lo vió y con la mirada le pidió auxilio
—¡Es Chat Noir!— gritó un periodista al verlo acercarse, la chica se quedó quieta y él la cargo llevandola por los tejados, ella se aferró a su cuello para tener más balance
—Gracias, pero necesitamos hablar, ¿Vienes esta noche?— preguntó aún sabiendo la respuesta
—Sí, no te preocupes por eso— contestó dejandola en la puerta ya que no podían ingresar más que estudiantes en esa parte y los reporteros solo podían verlos desde lejos
—Nos vemos luego— dijo Chat sin saber bien con que tipo de contacto fisico despedirse, generalmente lo hacía con un beso en la mejilla o en la mano
—Gracias, otra vez— agradeció para dedicarle una sonrisa y entrar al instituto.
Las miradas la rodeaban, todos murmuraban en frente de ella y otros le tomaban fotos —¡Chica! Te hemos estado buscando— dijo Alya tomandola del brazo llevandola hasta su grupo de amigas
—¿Y? dinos con lujo de detalle, todo lo que corresponde a Chat Noir— mencionó Alya sentandose
—¿Se han besado?— preguntó Rosita a lo que Alix la interrumpio
—Claro que se han besado, ¿No ves que son novios?— Mylen las miró desde lejos al escuchar la palabra novios y se acercó corriendo
—¡Entonces es cierto!— Juleka suspiró y dijo
—¿Como es él? ¿Te trata lindo?— Alya las miró a todas
—¡Dejen de hablar! Después no nos va a contar nada— exclamó a lo que Marinette, quien estaba muy incomoda decidió irse, se sentía mal, no quería hablar sobre eso, la ponía muy nerviosa
—Ven, sigueme— dijo Adrien tomandola del brazo
—¿Que?— llegarón a un salón vació
—Soy experto escapando de los paparazzis, lamento que estes pasando por esto— mencionó recostandosé a una pared
—Gracias, pero no sé cuanto tiempo tenga que pasar en esta situación— contestó cansada
—Ví la noticia, pero tranquila, no tienes que contarme nada, eso queda entre tú y él— ella sonrió, pero la campana sonó y tuvo que regresar al salón, se sentó junto a Alya
—No hagas ni una sola pregunta— advirtió abriendo su cuaderno y preparandosé para la clase.
—¡Marinette! Ese es tu nombre ¿No es cierto?— decía un periodista en la entrada de la escuela
—No otra vez— susurró para si intentando evitarlos, Adrien veía todo desde lejos, se sentía un poco culpable por lo que estaba pasando
—Quieras o no, vamos a tener que hablar de eso— dijo Alya caminando y dejandola ahí. Adrien vió desde la televisión de su casa, como ya habían pasado 20 minutos y ella seguía ahí, decidió ir y volvió a salvarla como Chat Noir
—Sabes que esto lo que hará es que hablen más sobre nosotros, ¿No?— le dijo ella mientras él la llevaba a su casa
—Tal vez, pero ví desde la televisión que necesitabas ayuda— explicó dejandola en el balcón
—Gracias, otra vez— agradeció dandole un abrazo
—No se que hubiera hecho si no hubieras llegado— él correspondió el abrazo
—No te preocupes, vendré esta noche y podremos hablar— respondió separandosé y llendosé.
Marinette bajó las escaleras y llegó a la cocina de la panadería
—Hola mamá— saludó en un tonó bajo
—Hola, necesitamos terminar la conversación— dijo para cerrar la panadería y sentarse junto a su esposo en la sala
—¿Como nos vas a decir que no es cierto? Te fue a llevar a la escuela, te trajo a casa, te ayudo a librarte de los medios, viene a tu balcón todas las noches, ¡Incluso tienen citas en la interperie! Escucha, el problema no es que sean novios, lo aceptamos una vez, ¿Por qué no dos veces? El problema está en que nos lo hayan ocultado, que abuses de nuestra confianza— explicó Sabine mientras Tom miraba a la chica de manera seria
—Mamá, vuelvo a decirlo y lo sostengo, Chat y yo no somos novios, solo somos amigos— Tom suspiró
—No más, estás siendo muy inmadura con nosotros, ve a tu habitación— expresó el hombre y se fue.
La noche llegó, Marinette estuvo esperando a Chat Noir toda la tarde —¡No puede ser que mis padres insisten en que soy novia de Chat! Es increíble— se quejaba Marinette con Tikki
—Dicen que las imagenes valen más que mil palabras, es decir mira eso— explicó la kwami señalando una foto del periodico en donde él rubio la cargaba al estilo nupcial
—Solo es una foto sacada de contexto, me estaba llevando a ver las estrellas desde la torre eiffel— contestó cruzada de brazos, para ella la situación era ironica
—¿Y eso no es una cita?— preguntó con una sonrisa curiosa
—¡Claro que no!— necesitaba dejar de hablar de él, todo el día estuvieron preguntandole por Chat Noir, estaba cansada, así que subió al balcón.
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¡¿Novios?! ¡¿Tú y yo?!
Fiksi PenggemarMarinette y Chat Noir son amigos desde hace ya un tiempo, él la va a visitar regularmente a su balcón, ellos se llevan bastante bien y a veces tienen paseos nocturnos, en uno de esos alguien pasaba por ahí notando algo interesante... (Idea extraña q...