-Nakyoung - Yubin-

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—나경 - 유빈—

—Generation—

—Orbes grises - Nakyoung—

—Orbes grises - Nakyoung—

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—Chocolate—

—¿Estás bromeando?—

La voz de su menor le hizo dejar a un lado su lectura para asi poder prestarle atención.

—¿Sobre que exactamente?—

Su desconcierto era genuino, esto debido a que durante media hora ninguna dijo absolutamente nada.

—Hablo de tu disgusto por el chocolate.—

—Mencione eso hace más de dos horas, Yubin-ah.—

Era verdad, Nakyoung había sido prácticamente obligada por la de baja estatura a contestar múltiples preguntas con el único fin de conocerse un poco más de lo que ya.

—Lo analice hasta ahora.—Murmuro Yubin con el rostro sonrojado de la vergüenza.

—Lo se, y si, hablo muy en serio.—Kim dirigió su vista hacia lo que la castaña hacia, solo para encontrarse con la imagen de una Yubin mirando hacia el techo con el ceño fruncido.

—¿Y por qué no te gusta?—Cuestiono Yubin sin dejar de mirar el techo.

—Es muy dulce para mí gusto.—Respondio sin tomarle total importancia al tema que parecía ser algo grave para la castaña.

—¿Y el chocolate amargo?—Esta vez aquella interrogante la hizo mirando las orbes grises de Nakyoung.

—Es demasiado amargo y, por muy extraño que parezca, ese tipo de chocolate me hace ser hiperactiva.—

—¿El chocolate blanco?—

Kim rio levemente ante el genuino interés de su menor por el tema de su disgusto y poca tolerancia a ese dulce.

—Eso ni siquiera es chocolate.—

Gong asintió dándole la razón a su mayor.

El silencio reino en la habitación de la menor, sin embargo aquello se quebró al momento en que Yubin salió corriendo de su habitación mientras a la lejanía se lograba oír su voz gritándole a Nakyoung que volvería en unos minutos.

La de cerquillo frunció su entrecejo sin entender del todo las reacciones de su menor, aunque tampoco era que le molestasen, sus actitudes eran lindas.

—¡He vuelto!—

A veces le sorprendía lo alto que Yubin podía hablar, se atreve a decir que podría dejarla sorda algún día.

—Lo he notado.—Hablo la mayor mientras que con curiosidad miraba como la menor le hacía señas para que se levantase de la silla y fuera hacia la cama.—¿Que pretendes?—

—No muerdo Unnie.—Farfullo Yubin sintiéndose algo ofendida cuando Nakyoung le miro sin expresión alguna.—Superalo, solo fueron dos veces.—

Con desgano Kim se levantó de su comodo lugar para ir hacia la adversa.

—Cierra los ojos por favor.—

—¿Acaso planeas matarme?—Pregunto juguetonamente.

—¡Nakyoung Unnie!—

Ante el grito, la mayor levanto sus manos en señal de rendición y, en segundos, cerro sus párpados.

Su sentido auditivo ciertamente se alertó debido al sonido de una envoltura rompiéndose de manera estruendosa, para que después de un par de segundos el aroma a chocolate invadiera la habitación.

—En serio no me gusta el chocolate, Yubin-ah.—Menciono Nakyoung aún sin abrir sus párpados.

—Eso está por cambiar.—

El tono de voz usado por la castaña hizo que el corazón de la de cerquillo se acelerase de sobremanera, los nervios empezaban a invadir cada parte de su cuerpo junto al sudor en las palmas de sus manos.

—¿Cofias en mi?—

—Lo hago.—

Yubin sonrió levemente al ver el rostro estoico de la adversa, ver a Nakyoung siempre le había fascinado.

Con cuidado corto un pedazo de chocolate para después pasar ese pequeño trozo en sus cerezos y esperar a que el sabor del dulce se adhiera en sus labios.

Quitó con un trozo de servilleta el excedente de aquel dulce en sus labios y sin dudarlo un segundo tomo con sus manos las mejillas de Nakyoung.

—¿Que haces?—Cuestiono la mayor aún confiando plenamente en su menor.

—Unnie guarda silencio.—

Y después de soltar aquellas palabras, Yubin poso sus belfos sobre los de la adversa, durante un par de segundos no hubo movimiento, sin embargo en cuanto Nakyoung fue totalmente consciente de la situación, el casto beso se transformó en uno de mayor intensidad.

—Sigue sin gustarme el chocolate, Yubin-ah.—Aviso Nakyoung una vez que se separó de la menor.—Pero tú en definitiva me gustas demasiado.—

—¿Puedes guardar silencio?—

—No.—

—Ya cállate.—Pidio Yubin sintiendo su rostro aún sonrojado por la declaración de Nakyoung.

—Ven y callame.—

Nakyoung sonrió sabiendo que obtendría lo que quería.

—Solo que sin el chocolate, ¿Si?—

Gong asintió para después darle un suave y tierno beso a la mayor.

Importante:No, Yubin no sé embarró de chocolate como si fuese un niño comiendo tal dulce, es más como si el Chocolate fuese un brillo labial, lo unto en sus cerezos con la intención de que el sabor se quede en ellos

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Importante:No, Yubin no sé embarró de chocolate como si fuese un niño comiendo tal dulce, es más como si el Chocolate fuese un brillo labial, lo unto en sus cerezos con la intención de que el sabor se quede en ellos

¿Se entiende ?

𝑇𝑟𝑖𝑝𝑙𝑒𝑆 𝑂𝑛𝑒 𝑆𝒉𝑜𝑡𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora