𝑇𝑟𝑖𝑝𝑙𝑒𝑆 𝑂𝑛𝑒 𝑆𝒉𝑜𝑡𝑠

-Yooyeon - Nakyoung-

—유연 - 나경—

—Rising - Generation—

-—First time—

Para la joven pelinegra, todo en la apariencia física de su menor era un completo misterio.

No sabía de que color era su cabello, ni sus ojos, tampoco sabía con exactitud cómo era el rostro de la menor.

Por lo que estar a un par de días de poder saber al fin como era su novia le generaba un sin fin de emociones.

Yooyeon estaba segura de que su imaginación no le haría justicia a lo que sus orbes admirarían en tres días.

—¿Acaso comiste chocolate?—La voz de su novia le hizo soltar un pequeño grito, esto debido a que jamás escucho el sonido familiar que las pisadas de su menor hacían.

—¿Quieres matarme?—Susurro ella mientras instintivamente extendía su mano diestra para que la adversa la tomase.

—Claro que no Unnie.—Murmuro Nakyoung con un tono divertido que hizo a la mayor suspirar.—¿A qué se debe tu estado de hiperactividad?—

Si bien Yooyeon (aún) no podía ver, sabía que durante los minutos que estuvo sola en esa habitación, sus manos jugaban con una pelota anti-estres que Nakyoung le había dado antes de salir.

—Tú y yo tenemos diferentes opiniones de lo que es ser una persona hiperactiva.—Respondio apretando suavemente la mano de su menor.

—Sabes a lo que me refiero Yooyeon Unnie.—

—Tres días y podremos saber si la cirugía dió resultado.—

—El doctor dijo que la posibilidad de que puedas volver a ver era alta, así que deseo que ese sea el resultado.—Menciono la menor antes de acostarse por completo en la cama y hacer que la mayor se recostase a su lado.

Ninguna dijo nada más, esto debido a que ciertamente ninguna quería perturbar la paz que se había formado a su alrededor, ambas esperaban que el resultado fuese el deseado.

—Manten tus párpados cerrados por favor Yooyeon-ah.—Pidio el doctor para después proceder a retirar la vendas y gasas de los ojos de la pelinegra.—No los abras aún.—

Yooyeon sentia como su corazón estaba a nada de salirse de su pecho, tanto así que le pidió en un susurro a Nakyoung que le tomase la mano o de lo contrario podría desmayarse ahí mismo.

—Cuando yo te indique podrás abrir tus párpados.—Aviso amablemente el hombre.—Puedes abrirlos.—

—Nakyoung-ah.—Llamo Yooyeon sintiendo inmediatamente como la menor se colocaba frente a ella.

—Tranquila, todo estará bien.—Susurro la castaña viendo como la mayor aún no se atrevia a abrir sus párpados.—Ya puedes hacerlo.—

Solo en ese momento fue que Yooyeon se armó de valor para abrir sus párpados, le tomo escasamente diez segundos antes de que su vista se enfocará.

Lo primero que vio fue el rostro de Nakyoung, claro que sabía que era su novia.

—Mi imaginación definitivamente no te hacía justicia.—

El ambiente antes tenso por la incertidumbre se disipó debido a la risa estruendosa de Nakyoung.

—Tú también eres demasiado linda, Yooyeon-ah.—