La rubia rodó los ojos saliendo de la casa. La italiana volteó a ver al rizado.
--- También tú. ---dijo.
Soltó una risa.
--- No me vengas con mamadas, wey. ---se burló. Volteó a ver al ojiverde pero éste tenía la mirada fija en la italiana.
--- Raúl... ---le llamó la chica.
--- ¿E-Eh? Ah, simón wey. ---dijo viendo a Gerry.--- déjanos a solas.
--- ¿Es neta, cabrón?
--- Ay, ya wey.
--- No mames. ---a regañadientes, se fue a otra habitación de la casa. Dejando a la ex pareja solos.
--- Y-Yo... ¿vamos a mi habitación o quieres hablar en la sala? ---preguntó el ojiverde.
Suspiró.
--- A tu habitación. ---contestó caminando a la recámara del susodicho, mientras el chico caminaba detrás de ella. Deleitándose con la buena vista.--- No me veas el culo. ---advirtió.
El ojiverde soltó una risa por lo bajo.
--- Me pides mucho.
Ambos entraron a la habitación, Palmira se sentó en la cama del chico mientras él cerraba la puerta.
Ninguno decía nada.
La italiana tenía la mirada perdida mientras el chico le veía a ella.
--- ¿Fuiste tú? ---preguntó al ojiverde. Éste la miró confundido.--- Lo de Alex y la mierda del vengador, ¿fuiste tú?
Negó.
--- No.
--- No te creo. ---dijo poniéndose de pie al ver que el chico iba a sentarse junto a ella.
--- Palm...
--- ¡¿No tuviste suficiente con toda la merda que hiciste con tus pendejadas?! ---reclamó. El ojiverde no dijo nada. Simplemente, dejó que se desahogara, lo necesitaba.--- ¡Confié en ti, Raúl! ¡Y me traicionaste! Y ahora que vuelvo me entero de toda esta merda del vengador y que tienes al stupido de Gerry escondido aquí...
--- ¡Yo no lo hice! ¡Yo no tengo nada que ver con el vengador! --- se puso de pue frente a ella. Suspiró.--- Palm... ¿Por qué no me crees?
Negó.
--- Dame una razón por la cual deba creerte. ---pidió.
Ante el silencio del chico, la chica entendió todo.
--- Debí hacer lo mismo que Isabela y no haber regresado. Tenía que haberme quedado en Italia. ---murmuró por lo bajo, lo suficientemente fuerte para que le escuchara. El ojiverde sintió una opresión en su pecho al escucharla.
--- ¿Sabes por qué no lo hiciste? ---preguntó el ojiverde acercándose a ella, acorralandola en su escritorio.--- Porque tuviste un motivo para regresar... Yo.
--- Te equivocas. ---susurró.
--- Sabes que no. ---acarició suavemente su mejilla.--- Si realmente me odiaras lo suficiente, no hubieras regresado y te hubieras quedado en Italia como bien dices. Pero no lo hiciste. Volviste, por mí... por nosotros.
--- Ya no hay un nosotros, Raúl. ---recordó.--- Y bien sabes porqué.
--- Palm... no tienes idea de cuánto te he extrañado, amore. ---dijo ignorando los último que dijo la italiana.
La pelinegra lo veía fijamente a los ojos. Se maldijo por dentro. Aunque quiera negarlo, tiene razón.
--- Te juro que yo no tengo nada que ver con lo del vengador. ---susurró cerca de sus labios.
--- No sé si deba creerte, después de todo... eres un gran mentiroso. ---dijo separándose de golpe, antes de que el ojiverde le besara.--- Ahora, si me disculpas... tomaré mis cosas.
El ojiverde no dijo nada más, simplemente miraba cada uno de los movimientos de la chica, viéndola tomar su maleta y bolsos.
••••••••••••••
--- Hey, ¿Qué onda? ¿Cómo sigue tu nariz? --- preguntó Javier a la pelinegra.
Estaban sentados en el comedor, la italiana jugaba con el tenedor meneando la ensalada mientras Sofía y Javier estaban frente a ella.
--- Bien... Yo... ---un chico de la cafetería se acercó a ella.
--- Tu jugo verde, Palmira. ---dijo dejando el vaso frente a ella. Frunció el ceño.
--- Yo no pedí nada.
--- Es por parte de Raúl. ---sin más, se fue. Palmira volteó a todos lados buscando al ojiverde, estaba a unas mesas de donde están ellos.
--- Merda.
--- ¿Todo bien? ---preguntó Sofía.
--- Sí, todo bien.
--- Oye, hablando de Raúl... Necesitamos tu ayuda para saber si es el vengador o... ---le interrumpió.
--- Él no es el vengador.
--- ¿Cómo sabes? ---cuestionó Javier.--- ¿Él te lo dijo?
--- Sí, ayer hablé con él.
--- ¿Y le creíste? ---ante el silencio de la italiana, siguió hablando.--- Le creíste.
--- No sé, es que... se veía muy serio y...
--- No mames, Palmira. ¿Neta le creíste? Te creía más inteligente.
Lo miró ofendida.
--- A ver, en primera no me hables así. Y en segunda, de una vez les aviso que no cuenten conmigo para esta merda.
--- Palm... ---habló Sofía. Negó.
--- No pienso volver a lo de antes. Acabo de regresar a mi casa con mis padres y tengo nuevamente mi vida antes de toda esta merda. No pienso volver a involucrarme a algo relacionado con el hacker o en vengador. Lo siento pero, no puedo ayudarlos. Están solos en esto.
Dicho esto, tomó su mochila y el jugo caminando a la salida. No sin antes pasar a la mesa del ojiverde y dejar aquel vaso frente a él.
--- Ya no me gusta el jugo verde, gracias.
El ojiverde no dijo nada, solo vio cómo la italiana salía de la cafetería.
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𝗖𝗢𝗡𝗧𝗥𝗢𝗟 𝗭 • 𝗥𝗔𝗨𝗟 𝗟𝗘𝗢́𝗡•
FanfictionEl Colegio Nacional parecía perfecto... Hasta que un hacker revela todos los secretos de los alumnos. Y tú, ¿tienes un secreto? Historia basada en la serie de Netflix, Control Z. Raúl Fanfiction