La batalla del símbolo del mal contra el símbolo de la esperanza estaba a punto de llegar a su fin.
En un cráter creado luego de la colección de prácticamente dos titanes se encontraban un par de siluetas ambas peli verdes, una era una chica de cabello verde pecas una bufanda roja y un traje verde que hacía juego con su cabello y ojos
- mira hasta donde hemos tenido que llegar onii-chan, creo que la batalla entre hermanos que se ha librado por tantos siglos termina aquí no.
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Le habló con una sonrisa sádica a la otra silueta, la cual pertenecía a un peli blanco con un traje similar al suyo pero mucho más destrozado a la vez que sostenía una mirada cansada queriendo acabar con todo de una vez
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- te diría que te rindieras, para poder acabar con esto en paz, pero después de todo lo que has hecho creo que ya es muy tarde.
- tienes razón onii-chan, Ya es muy tarde podrías haberte unido a mí y podríamos haber sido felices derrocando los héroes falsos pero ahora tendré que matarte, - con una sonrisa sádica mientras unos alambres salían de entre los dedos de sus guantes.
La peli verde usó un impulso de aire para lanzarse en contra de su hermano, el cual gracias al sentido del peligro pudo repeler los ataques que venían.
Y a la vez que también se preparaba para la pelea. Golpes iba en línea ataques simultáneo con la intención de matar al otro, se generaban por todo el campo.
Ambos puede que se encontraran callados pero no era porque no tenía nada que decir.
No era todo lo contrario estaban hablando a base de puños estaban expresando todo lo que sentía el otro y lograban comprender que era lo que sentían mediante su pelea.
Toda la desesperación, todo el odio, todo el dolor, cada gota de sangre y cada lágrima, que caía en ese campo, expresaba lo que ambos sentían.
Uno dolor, impotencia, y tristeza por tener que estar peleando con su propia sangre
